"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 13 de octubre de 2023

Libro IV. Episodio 17. Rojos y nacionales

Los temores del comandante Calderón sobre la incierta situación que se vive en el país se materializan esa misma tarde. La dotación del crucero Almirante Cervera se amotina y hace prisionera a la oficialidad pero, ante la carencia de oficiales profesionales al mando, es incapaz de sacar el buque del dique seco. Igual ha ocurrido en el acorazado España, asimismo varado en el dique. En cambio, la dotación del Velasco, siguiendo las consignas del comandante, se declara fiel a los compañeros que se han alzado contra el gobierno republicano. Calderón saca al destructor del dique seco y arma a la tripulación para formar una columna que se echa a la dársena para hacer frente a las dotaciones de los buques cuya marinería se ha decantado a favor del gobierno y han hecho prisioneros a sus oficiales, proclives a unirse a sus compañeros sublevados. El enfrentamiento no es largo, pues las dotaciones amotinadas no cuentan con oficiales experimentados. El 21 por la noche se domina la rebelión del Cervera, a lo que ayuda el bombardeo de la aviación naval de la base de Marín que también se ha sublevado, y al día siguiente se rinde la marinería del acorazado España.

Tras las escaramuzas, Álvaro tiene tiempo para pensar en los suyos, en los que están en Suances y los que ha dejado en Madrid. ¿Qué habrá sido de ellos?, se pregunta. Supone que a la mayoría no les debe de haber ocurrido nada, los que más le preocupan son Julián y Jesús que, por sus edades, pueden ser reclutados. Piensa en ir a la cámara donde se reúne la oficialidad para enterarse de cómo se están desarrollando los acontecimientos, pero está demasiado cansado, no todos los domingos se comienza una guerra y, mientras lo piensa, se queda dormido.

El miércoles, 23, el comandante del Velasco reúne a sus oficiales y les comunica la información que tiene sobre el estado de la sublevación.

   -En el terreno militar el escenario que más importa es Madrid y allí la situación se está poniendo fea. Hoy los partidos izquierdistas han empezado a tomar el control de la capital. El Cuartel de la Montaña, donde se han encerrado compañeros nuestros, ha sido cercado por la Guardia Civil y los de Asalto, apoyados por grupos armados izquierdistas –Calderón hace una pausa y prosigue-. Y ahora las buenas noticias: en este momento, dominamos cerca de la mitad del territorio español –Un espontáneo aplauso seguido de vivas y bravos corta al relator que ha de pedir moderación.

Al oír citar que en Santander el golpe ha fracasado, Álvaro palidece, allí están su madre y sus cuatro hermanos chicos. ¿Qué podrán hacer para llegar a Madrid si, como parece, las provincias que hay entre ambos territorios están en nuestro poder?, se dice. Corta sus pensamientos al darse cuenta de que alguien ha interrumpido al Viejo…

   -Mi comandante, con su permiso, le puedo preguntar qué se sabe de Andalusía, ya sabe que tengo la familia en Córdoba –La pregunta la ha formulado su compañero Larios.

   -Pues sus paisanos, Larios, han dado una de cal y otra de arena. Al parecer, en Sevilla el general Queipo de Llano se ha hecho con el mando, Córdoba y Cádiz están conectadas entre sí por un pasillo y Granada también es nuestra, pero aislada del resto. También son nuestras, entre otras, Castilla la Vieja, León, Álava, Navarra, Cáceres capital, y la mitad occidental de Aragón, incluyendo las tres capitales. Y además, los dos archipiélagos: Canarias, menos La Palma, y Baleares excepto Menorca. También controlamos algunos puntos aislados en la zona republicana: Oviedo, el cuartel de Simancas en Gijón, el Alcázar de Toledo y el santuario de la Virgen de la Cabeza en Andújar.

   -¿Y del gobierno, qué se sabe? –pregunta el segundo.

   -El recién nombrado presidente del gobierno, Martínez Barrio, ha dado la orden de acuartelar en Madrid las tropas y ha puesto al mando al general Miaja. Poco después, Barrio ha dimitido y ha sido sustituido por José Giral, que ha decidido armar a los civiles, lo cual supone sacar el armamento de los cuarteles.

   -¿Y qué ocurre en el resto de Galicia?

   -En Vigo, los sindicatos y las organizaciones anarquistas están levantando barricadas e intentan tomar la ciudad, pero parece que el ejército los está barriendo. Aquí, debemos estar muy atentos pues hay marineros y algunos suboficiales que pueden jugárnosla. Y por prevención, en una hora, un pelotón, a las órdenes del alférez Larios, reforzará la defensa de la Comandancia General. Y otro pelotón, mandado por Carreño, marchará al dique seco para sustituir a las tropas que dejamos ayer en el Cervera y el España, con la tarea concreta de arrojar al agua los proyectiles de 101 de la artillería de a bordo y llevarse los cierres de los cañones.

El relato del comandante le recuerda a Álvaro la expresión de las dos Españas, tan cara a la generación del 98. ¿Cuál de las dos ganará?, se pregunta.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 18.  Jesús se libra de la guerra, Julián no

PD+: Ayer cumplí 88 tacos. Empecé mi novena novela. No sé si la acabaré.