"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 4 de agosto de 2023

Libro IV. Episodio 7. Jesús estudiará Farmacia

Los Carreño, salvo Álvaro, están todos en casa dado que el ejército le ha dado a Julián la licencia indefinida, pues la controvertida reforma del ejército de Azaña ha reducido el servicio militar obligatorio a 12 meses y a 4 semanas para los bachilleres y universitarios.

   -Bien, hijo, ya era hora de que acabases la mili. ¿Qué piensas hacer? –quiere saber Julio.

   -Papá, he estado pensando en lo que hacíamos en Plasencia con la venta ambulante de los productos de la droguería. ¿Por qué no lo repetimos aquí con los productos de farmacia? Me he enterado de que en la provincia de Madrid hay muchos pueblos pequeños en los que no hay farmacia, podría ser un buen negocio vender en ellos medicinas y preparados sin que sus vecinos tengan que desplazarse a otra localidad. ¿Qué te parece?

   -Que es una buena idea, pero para eso necesitaríamos una camioneta que no tenemos. Déjame que haga números, que lo hable con Pilar y estudiaremos si es factible. ¿Y mientras tanto qué vas a hacer?

   -En SEPU me han ofrecido que siga con ellos trabajando la jornada completa y me han insinuado que en un plazo corto me pueden subir de categoría. Si no tienes inconveniente seguiré allí, más vale malo conocido que bueno por conocer.

Una vez resuelto el futuro inmediato de Julián, el padre del clan se fija como siguiente objetivo clarificar la situación de Jesús quien, a su juicio, está desperdiciando el hecho de ser bachiller.

   -Vamos a ver Jesús, esto ya lo hemos hablado antes, pero de ahí no hemos pasado. Creo que ya es hora de que resolvamos tu situación. Lo de las oposiciones a vista de aduanas no acaban de convocarse y, mientras, el tiempo va pasando. Opino que, por el momento, deberías olvidarte de esa salida y desempolvar tu título de bachiller. Ya ves lo bien que nos va con la farmacia gracias a Pilar, ¿pero qué puede pasar sin algún día tu hermana se casa y se va a vivir a otra ciudad? Ya sabes que ha salido a cenar con un chico que es notario. Suponte que sigan con la relación y se casan, se tendrá que ir adonde él tenga la notaría. Y si nos quedamos sin título, adiós farmacia y adiós modus vivendi. ¿Qué dices a eso?

   -Que sí, papá, que tienes razón, pero yo ¿qué pinto en todo eso?

   -Pues que eres el más idóneo para sustituir a tu hermana en el supuesto de que tenga que dejarnos y para eso deberías estudiar Farmacia.

   -Papá, que son cinco años de carrera y eso es mucho tiempo, y yo he perdido el hábito de estudio y… hago falta en la farmacia y… -A Jesús, que maldita la gracia que le hace la sugerencia de su padre, no se le ocurren más argumentos para rechazarla.

   -A ver, pongamos las cosas en su sitio. Son cinco años, pero podrías acortarlos matriculándote en más asignaturas de un curso. Lo de que hayas perdido el hábito de estudio, francamente, no me lo creo pues sigues preparándote para lo de la oposición de vista; en cuanto a que hagas falta en la farmacia, si sobra algo en esta familia son manos que ayuden a tu hermana. Por consiguiente, en septiembre debes matricularte en primero de Farmacia y de algunas asignaturas de segundo. La familia te necesita –remacha Julio, que se ha puesto serio.

Jesús, agacha la cabeza, sabe perfectamente que, cuando su padre alude a las prioridades familiares, las demás razones desaparecen como por arte de magia. Le joroba un montón, pero va a tener que estudiar Farmacia. Aquella noche, en la cama, Julio cuenta a su esposa las conversaciones mantenidas con sus dos hijos mayores en ausencia de Álvaro. Y ya metidos en harina piensan en el futuro del resto de la camada.

   -A mí me gustaría que Andrés fuese abogado, tiene buena planta –dice Julia.

   -¿Y qué tiene que ver la buena planta con estudiar Derecho, mujer? Además, con lo mal estudiante que es cualquier carrera le costará un siglo terminarla. Creo que se le daría mejor el comercio, tiene labia y desparpajo no le falta.

   -¿Y qué tendría que estudiar en la universidad para ser comerciante? –pregunta ella.

   -Ambos fuimos comerciantes y no estudiamos en ninguna universidad, pero admito que las cosas han cambiado y es posible que ahora haya estudios para ello. Lo preguntaré. Oye, ¿y Ángela, que sí que es estudiosa, no podría también hacer Farmacia?

   -Es una buena idea y creo que le gustará. ¿Y de Froilán, qué hacemos con él?

   -Yo lo veo como un brillante ingeniero pero, claro, falta mucho para eso.

   -Y una vez más nos hemos olvidado de Concha.

   -A Concha lo que hay que hacer es buscarle un buen marido –afirma Julio rotundamente.

Mientras los Carreño planean el futuro de sus hijos, el país ha entrado en un bucle de marcada inestabilidad política. El año ha comenzado con un gobierno encabezado por Lerroux, pero que solo dura hasta marzo. El líder radical forma nuevo gobierno que solo aguanta mes y medio, y al que sustituye el quinto gobierno radical, encabezado esta vez por Samper. Es el noveno gobierno desde el advenimiento de la II República, lo que supone un poder ejecutivo diferente cada cuatro meses. Paradójicamente, todos los partidos políticos parecen estar descontentos, tanto los de derechas como los de izquierdas, lo que es señal de la existencia de una grave y larvada enfermedad en la sociedad española.

Como la mayoría de los Carreño no se preocupa por la inconsistencia política, al llegar el verano la familia se plantea qué playa escoger para el veraneo. Una vez más no se ponen de acuerdo, la gente joven prefiere la costa mediterránea y los padres, que tienen el voto decisivo, están indecisos. El impasse termina resolviéndose de la forma más inesperada. Desde que el señor Damián empleó a Eloísa, el perfumista ha ido estrechando su amistad con Julio, amistad que ha trascendido a sus esposas. Ambas parejas, una vez a la semana, generalmente los sábados, salen a cenar y las mujeres suelen visitarse siempre que sus ocupaciones familiares lo permiten. Toman un refrigerio o una infusión y hablan de lo que suelen hacer dos amas de casa y madres de familia: de los problemas que dan los hijos, de lo cara que está la vida, de los cotilleos del barrio… Aunque últimamente, sus charlas están derivando hacia temas de más enjundia desde el momento en que dejaron atrás las formas de la creciente sociedad burguesa.

   -¿No cree usted, señora Carreño, que llevamos demasiado tiempo tratándonos para seguir hablándonos de usted? Lo de señora Carreño arriba, señora Ramírez abajo creo que es una antigualla. Prefiero que me llame como me bautizaron, María del Rosario, y como es un nombre tan largo las amigas, entre las que usted se cuenta, me llaman simplemente Charo.

   -Estoy de acuerdo contigo, Charo. Y puedes llamarme Julia.

A partir de ese momento, Charo y Julia es cuando se convierten en verdaderas amigas. A Julia le ha costado poco, pues no lleva en Madrid el tiempo suficiente para haber hecho nuevas amistades. Y Charo, pese a que vive en Madrid tras su casamiento, tampoco parece ser de muchas amigas. Ambas han percibido que, pese a que nacieron en regiones tan distintas y separadas, como la extremeña y la valenciana, y que han recibido formaciones muy diferentes, son más los lazos que las unen que los que las separan. Esta tarde, Julia está contando a su amiga la discusión que tuvieron en casa la noche anterior porque no se ponen de acuerdo donde ir a veranear y le pide su opinión.

   -¿Y ustedes…, perdón, y vosotros, dónde pasáis el verano?

   -Lo solíamos pasar en una casita que heredé de mis padres cerca de la playa valenciana de Las Arenas, pero desde que el médico le recomendó a Damián un clima más fresco vamos al norte. Hemos veraneado en Galicia, en la playa de Sanxenxo; en Asturias, en la de Ribadesella, y en los últimos años nos hemos decantado por un pueblecito santanderino, poco conocido pero muy agradable, Suances.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 8. Suances