"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 22 de septiembre de 2023

Libro IV. Episodio 14. El 18 de julio

A mediados de julio, Álvaro llega a Madrid a disfrutar el permiso reglamentario, y al día siguiente de su llegada la mitad de la familia se marcha de vacaciones a Suances, el pueblecito cántabro en el que han estado veraneando los últimos años. Julia se lleva con ella a los pequeños: Concha, Andrés, Ángela y Froilán, el resto se queda en Madrid pues han decidido que la farmacia permanezca abierta todo el verano.

Como comentan en la tertulia del Comercial, exista o no ruido de sables en los cuarteles, lo que sí hay es un profundo malestar contra la deriva republicana en parte de la sociedad española y en amplios sectores de la oficialidad de las fuerzas armadas. De ahí que comiencen a fraguarse intentonas de golpes de estado, siendo una de las más avanzadas la conspiración militar dirigida desde Pamplona por el general Emilio Mola que pretende alzarse contra el gobierno el 18 de julio. El 17, los conspiradores de Melilla comunican sus planes a dirigentes falangistas, uno de los cuales informa a las autoridades locales. El general Romerales, Comandante militar de la plaza, envía una patrulla de soldados a registrar el Departamento Cartográfico donde se reúnen los golpistas. El coronel, al mando de dicho Departamento, llama al cuartel de la Legión del que envían un grupo de legionarios. Ante estos, la patrulla gubernativa se rinde y los sublevados proceden a arrestar a Romerales, proclaman el estado de guerra e inician anticipadamente el levantamiento, informando a sus compañeros del Protectorado de que han sido descubiertos.

En Tenerife, en la tarde del 18 el general Franco firma  un manifiesto que es difundido por Radio Las Palmas y Radio Club Tenerife, junto con el bando del estado de guerra. Luego parte en avión a Tetuán, pues es el designado por los sublevados para ponerse al frente de las tropas del Protectorado. Mientras, en Pamplona Mola ultima sus preparativos y sus contactos con la dirección carlista que le ha prometido 6000 requetés armados para la mañana siguiente.

En Madrid, el jefe de Gobierno, Casares Quiroga, que no ha dado credibilidad a las informaciones del Director de seguridad, advirtiéndole de la inminencia de un golpe militar, dimite. El presidente de la República nombra jefe de gobierno a Martínez Barrio, el líder más moderado del Frente Popular, que anuncia que la situación está controlada. Aunque por la tarde del 18 la rebelión se va extendiendo a todo el Protectorado, las Canarias, Navarra y algunas ciudades del sur del país.

Entretanto, Álvaro Carreño está pegado, al igual que su padre, a la radio para enterarse de qué diablos está pasando. Vuelve loco el dial tratando de encontrar una emisora que informe de manera clara y creíble, pero solo escuchan avisos alarmistas y noticias contradictorias: <<¡Pueblo de España! ¡Mantente a la escucha! ¡No apagues la radio! Esta emisora te dirá la verdad…>>…. Hasta escuchan una proclama que parece ser de La Pasionaria: <<Trabajadores, antifascistas… todos en pie, dispuestos a defender la República, las libertades populares y las conquistas democráticas del pueblo…>> Hasta que se cansan y apagan la radio.

   -Papá, no sé qué hacer –confiesa Álvaro.

   -Creo que lo mejor será esperar, a ver si el gobierno emite un comunicado oficial sobre lo que puede ser un golpe de estado, porque desde la tarde de ayer hasta ahora la situación parece muy incierta –le aconseja su padre.

   -¿Tú crees?

   -Hombre, para tratarse de una conspiración contra el gobierno en toda regla da la impresión de que está encontrando muchas dificultades. Los levantamientos contra el poder constituido siempre intentan primero apoderarse de los principales órganos de gobierno, que residen en Madrid, y en la ciudad la situación parece controlada –razona Julio.

   -De acuerdo, pero soy militar y no puedo ni debo esperar. Si hubiese estado en el Velasco me atendría a lo que ordenara mi comandante, pero aquí debo tomar una decisión por mi cuenta y no sé cuál puede ser la correcta. La verdad, papá, no sé qué hacer –repite Álvaro.

El marino intenta recordar qué compañeros viven en Madrid o pueden estar de vacaciones en la capital e inmediatamente le viene a la mente un nombre: Santiago Andrade, compañero de promoción y que, como él, es alférez de navío, en su caso en el destructor Alsedo, que tiene su base en Cartagena, y del que sabe que también está de permiso en Madrid. Le telefonea.

   -Santi, ¿sabes qué está sucediendo?

   -¡Manda carallo cómo está el patio! Mi padre se ha enterado de que, con excepción de Marruecos, Pamplona, las Canarias y posiblemente Zaragoza, poco se sabe de las guarniciones declaradas en rebeldía.

   -Y aquí en Madrid, ¿cómo está la situación?

   -Aquí parece que la situación es un completo caos, nadie sabe a qué atenerse.

   -¿Entonces qué hacemos, esperamos a que nos llamen?

   -Yo creo que es lo más prudente y es lo que también me aconseja mi padre, a ver si mientras tanto podemos enterarnos de qué lado sopla el viento para tenerlo de popa.

   -Pero tal como parece que están evolucionando los acontecimientos, podemos tardar varios días en saber cuál es el viento dominante, ¿y mientras tanto qué?

   -Pues qué quieres que te diga, Álvaro. Hemos tenido mala suerte. Si esto ocurre hace cinco días, esta galerna nos hubiese cogido en nuestros destinos y no hubiésemos tenido que pensar ni decidir nada, nos habríamos limitado a seguir las órdenes de nuestros comandantes y punto.

   -Ya que hablas de nuestros destinos. He intentado llamar al Velasco que, como sabes, está en Ferrol, pero las comunicaciones están bloqueadas. ¿Tú sabes algo del Alsedo?

   -Directamente del buque no, pero he podido comunicar con el arsenal y, tras identificarme, he pedido que me pusieran con el oficial de guardia del Alsedo. No sé quién ha debido de coger el teléfono, pero la respuesta ha sido de sainete. Todo lo que me han dicho es que el Alsedo, al mando del capitán de corbeta don Emilio Cano-Manuel, ha zarpado rumbo al mar de Alborán. Y cuando he preguntado, como integrante de su dotación, qué debería hacer, se ha cortado la comunicación.

   -¿Sabes qué?, he seguido pensando mientras charlábamos y lo he decidido: voy a acercarme al Ministerio de Marina a preguntar qué hago. ¿Quieres venir? –Al otro lado de la línea hay un silencio que se prolonga unos segundos hasta que llega la respuesta.

   -Voy a hacer caso a mi padre, esperaré a ver de dónde sopla el viento. Ya me contarás qué te dicen.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 15. El último tren