"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 11 de noviembre de 2022

Libro III. Episodio 170. San Martín Caballero, a ti me encomiendo

 

   Los aspirantes que van embarcados en el crucero Cataluña creen que van al puerto de Bilbao, pero el marinero que le contó a Álvaro lo de los percebeiros, y con el que de vez en cuando hecha una parrafada, le sopla que fondearán en la ría de Bilbao, pero en Santurce, primero, y luego en Erandio. Conoce bien la comarca, sobre todo la ribera izquierda del Nervión porque, aunque gallego de A Mariña, de niño vivió en Baracaldo donde su padre trabajaba en una acerería.

   En Santurce, el ayuntamiento les ha preparado un recargado plan de visitas a los lugares más emblemáticos de la ciudad. Primero los llevan a recorrer lo que es la principal zona portuaria, visita que los lleva toda la jornada. A mediodía, el alcalde ha invitado a los jefes y alumnos del Cataluña a un almuerzo en el que pueden degustar un menú típico de la gastronomía vasca: txangurro a la donostiarra, bacalao al pil pil, sukalki y de postre pastel vasco. En la siguiente jornada los llevan a visitar el conjunto de fortalezas costeras del monte Serantes y la Cofradía de Pescadores. El Patrón Mayor, quizá conocedor del opíparo almuerzo al que el alcalde invitó a la dotación del crucero, los invita a una comida típicamente marinera: chipirones en su tinta, porrusalda, marmitako y uno de los postres típicos vascos, goxua.

   Tras las densas jornadas pasadas en Santurce, el Cataluña recala en Erandio, en la margen derecha de la ría de Bilbao. Cerca del mediodía, una representación del crucero visita la casa consistorial donde el alcalde y el comandante del buque se intercambian presentes. Al día siguiente, los alumnos de la Escuela reciben su mejor premio: les dan francos de ría toda la jornada; lo que aprovechan para acercarse a Bilbao que solo está a unos diez kilómetros. Como están cansados de tanto monumento lo que hacen es callejear. Recorren la Plaza Nueva, corazón del centro histórico; el Arenal, donde les gusta pasear a los bilbaínos de pura cepa; se montan en el funicular de Artxanda, en la zona más alta de la ciudad, y acaban recorriendo las Siete Calles; en ellas Álvaro aprende su única palabra en vascuence: eskerrik asko.

   El 28 de julio termina la singladura del Cataluña donde comenzó, en el puerto de Cádiz, y los aspirantes desembarcan. Álvaro ni se plantea ir a casa pues les han avisado que deberán presentarse en la Escuela el 1 de agosto. Puesto que solo tiene tres días de permiso piensa que únicamente tendrá tiempo de ver a los que están en Los Caños de Meca. Se echa atrás cuando un compañero le informa que Los Caños están a unos 75 kilómetros de la capital gaditana. Se ha de contentar con poner una conferencia telefónica a Plasencia y hablar con su padre, a quien le hace un resumen de los principales sucesos de la travesía.

   Cuando le llamó su hijo, Julio estaba precisamente en trance de hacer efectiva la compra de acciones de la empresa alemana Bergwerk  Spanisch que explotará minas de wolframio en la cacereña localidad de Torrecilla de los Ángeles. Previamente, ha buscado segundas opiniones sobre la bonanza de esa compra y le han ratificado que, en principio, parece una inversión sólida. La aposición le resulta preocupante y al preguntar cómo debe de entenderla la respuesta es simple.

   -Ten en cuenta, Carreño, que los negocios, como tantas cosas en la vida, se sabe cómo empiezan pero no cómo acaban. Los alemanes son gente seria y no realizan inversiones a humo de pajas, pero en una explotación minera pueden ocurrir muchos contratiempos.

   A Julio la explicación le parece de cajón; sin embargo, antes de efectuar la compra, alguna que otra noche se la ha pasado medio en vela pensando en si comprar o no. La gota que resuelve sus dudas es lo que le cuenta don Mauricio, el abogado que forma parte de su tertulia.

   -Si Josemari está metido en ese negocio es porque hay dinero a ganar. En la facultad se decía de él que era capaz de afeitar un huevo y sacarle pelo. No te digo más sobre el olfato que tiene el jodido para los negocios.

   El droguero se pone en contacto telefónico con el abogado de Llerena y quedan citados en Cáceres para efectuar la operación. Julio adquiere acciones por valor de 25000 pesetas, las que le ha prestado Adelina la usurera. El letrado le reitera la excelencia de la compra y, como el diez por ciento de capital nacional que la administración pública exige a la compañía está prácticamente cubierto, ahora solo falta el pertinente permiso del Consejo de Economía Nacional para que comience la explotación de la mina. En cualquier caso Julio que, como católico practicante, tiene a todo el santoral en la cabeza, invoca al Santo Patrón del trabajo y las oportunidades.

   -San Martín Caballero, a ti me encomiendo, te ruego que salga bien lo de la mina. Amén.

   El 13 de septiembre, tercer aniversario del golpe de estado que le ha llevado al poder, Primo de Rivera realiza un plebiscito informal para demostrar que cuenta con el respaldo popular y al tiempo presionar al Rey para que acepte su propuesta de convocar una Asamblea Consultiva, no elegida. A pesar de que el pseudoplebiscito es votado por mayoría, o al menos eso dice el gobierno, Alfonso XIII se resiste al principio a firmar la convocatoria que estará compuesta por miembros elegidos por los ayuntamientos, las diputaciones provinciales, los órganos del estado, representantes de la administración, el ejército, la justicia y la Iglesia, junto a otros del trabajo, el comercio, la cultura y las artes, y pretende ser la expresión de un modelo tripartito de representación, con raíces en el corporativismo clásico y en el fascismo italiano.

   Álvaro está deseando que lleguen las vacaciones navideñas para poder estar con los suyos a quienes no ha vuelto a ver desde que se despidió de ellos para embarcar en el crucero Cataluña. En compensación, les escribe con frecuencia. En una de las cartas les ha contado que les han llevado a visitar la central eléctrica del Arsenal de La Carraca, sito en el mismo San Fernando, y que es un centro militar destinado a la construcción y reparación de buques y al almacenamiento y distribución de armamento y munición.

   Dado que el curso 1926-27 ya comenzó, se ha producido la desbandada de los hermanos Carreño que estudian fuera de Plasencia. Pilar, desde que se quedó la casa solo para ella, y aunque sigue teniendo a la murciana Fuensanta como compañera de piso, goza de una amplia libertad que dedica a la participación en toda clase de eventos sociales, culturales y recreativos. Entre su amplia red de compañeros y conocidos se la considera una chica muy pochola, muy à la page y muy liberal. No se pierde un estreno de obras teatrales, conciertos y películas. Y tiene amigos, muchos, con alguno de los cuales ha llegado a intimar, pero sin llegar a emparejarse de manera convencional.

   Otro de los hermanos Carreño para quien el nuevo curso ha supuesto un cambio radical ha sido Julián. Puesto que ha cumplido los dieciséis años y ha terminado sus estudios en la academia Magister ha comenzado su aprendizaje de droguero en la tienda familiar y en ocasiones también le echa una mano a su madre en la tienda de regalos. Aunque cuando se lo pasa pipa es cuando su padre se lo lleva en alguno de sus viajes.

   -Papá, ¿cuándo me enseñarás a conducir?

   -Hasta los 18 años no te dan el carné de conducir, por tanto, no hay prisa.

   -Pero de todas formas me podrías ir enseñando cómo funciona el Ford.

   Julio no lo confiesa, pero le gusta que al menos uno de sus hijos vaya a continuar con el negocio familiar. Y el chico muestra buena disposición.

   En noviembre, Primo de Rivera da otro paso más para consolidar su dictadura. Había prometido a los sectores obreros una actitud de paternal intervención para mejorar sus condiciones de vida y de trabajo, lo que concreta en la creación de la Organización Corporativa Nacional, una institución que regulará las relaciones entre trabajadores y empresarios bajo la supervisión del Estado. Falta saber que recorrido tendrá el invento.

   El año acaba y los chicos Carreño que estudian fuera vuelven a casa. Todos traen buenas noticias pues han aprobado los exámenes parciales del primer trimestre. Álvaro está relativamente contento pues ha aprobado la primera parte del curso, aunque esperaba sacar mejores notas.

   -En electricidad tengo un 8 y en explosivos un 6,8 que son las asignaturas principales. En las accesorias me han dado un 2 en tecnicismo y prácticas de taller y un 1,4 en dibujo lineal. Estas asignaturas puntúan sobre 3.

   -Pues yo tengo en química analítica un 9, en bioquímica un 9,8, en fisiología un 8,3 y en química orgánica un 8,6 –alardea Pilar.

   -¡Qué bestia, vaya notazas! –exclama Julián.

   -¿Y a ti, Jualianillo, cómo te va en la tienda? –le pregunta Álvaro.

   -Estoy la mitad del día haciendo recados, pero cuando me lo paso de muerte es cuando papá me lleva con él a algún viaje. Me ha prometido que un día de estos me enseñará a conducir.

   -Qué chuli.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro III, La segunda generación, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 171. Los jóvenes Carreño responden