"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 6 de septiembre de 2019

120. Las raíces del caso Pradera


   Jacinto Grandal suele acceder a Torreblanca por la entrada sur de la N-340 que empalma con la calle San Antonio o el Raval. Para ir a la playa recorre la calle hasta el cruce con Colón a cuyo final enlaza con Galicia que lleva a la Avenida del Mar que, a su vez, desemboca en la carretera a Torrenostra. Durante las fiestas, al estar cortadas muchas calles, ha de coger la calle Labrador hasta la calle Estación, desde la que llega a la carretera de la playa. Esta mañana se ha sorprendido al ver que en la calle San Antonio cada dos o tres metros hay un montoncito de arena, un haz de leña y unos melones. ¿Qué demonios es esto?, se pregunta. En todas las demás calles no ve los preparativos del Raval. Está citado con sus amigos en la terraza del bar el Muret, pues les prometió el día anterior que les contaría su teoría sobre lo que pasó en la habitación de Curro Salazar la tarde de la Asunción. Cuando llega, la cuadrilla está al completo.
-Buenos días, colegas, ¿qué estáis tomando, birras?
-Y algo más, Pedro nos ha sorprendido trayendo una botella de clarete del Burgo de Osma que entra sin pedir permiso –cuenta Álvarez.
-¿El Burgo de Osma?, eso está en Soria. No sabía que era tierra de buenos vinos.
-Es la parte más oriental y quizá la menos conocida de la Ribera del Duero, pero produce buenos caldos. Pruébalo y verás –le ofrece Ramo llenándole un vaso.
-¿Vienes preparado para contarnos tu teoría sobre lo que ocurrió en la habitación de Salazar? –inquiere Ballarín.
-Por supuesto. Anoche estuve hasta las tantas ordenando lo que hemos descubierto –Grandal utiliza el plural en deferencia a los amigos que han arrimado el hombro en las investigaciones sobre el misterio de la muerte del exsindicalista-, depurando lo que no sabemos y sistematizando la estructura de mi teoría sobre cómo fue el final del pobre Salazar.
-Pues te escuchamos, figura. Puedes hacer el paseíllo cuando gustes y no tengas miedo de arrimarte que estamos demasiado cascados para empitonar a nadie –dice Álvarez echando mano de su jerga taurina.
-Así lo haré, matador, pero antes una pregunta para Pedro que al ser oriundo del pueblo es el más indicado para contestarla –y Grandal cuenta lo de los montones de arena y los haces de leña que ha visto esparcidos a lo largo de la calle San Antonio y como en el resto de viales del pueblo no los había-. ¿Para qué es eso?
-Es por la fiesta de las paellas –y Ramo les explica que a lo largo del Raval, como se la conoce en el pueblo, y sus alrededores multitud de collas de amigos y familias cocinarán hoy una paella en la calle y luego se la comerán allí mismo. El Ayuntamiento, previa inscripción, les provee de arena sobre la que hacer el fuego, de leña, de melones y de cerveza. La fiesta finaliza con una gran batalla de agua y está amenizada por charangas. Pese a que lo de las paellas es un festejo relativamente reciente, comenzó hará treinta y tantos años, se ha convertido en el evento en que más gente participa. Hay años que se reúnen más de mil personas. Se puede decir que uno de cada cinco torreblanquins participa en la fiesta. Es digno de ver tantas paellas preparándose al mismo tiempo, y acaba proponiendo…
-Si os apetece luego podemos subir un momento y nos damos un garbeo por el Raval para que veáis la fiesta en su propia salsa.
-Más que en su salsa será en su paellera –dice Álvarez haciendo la gracieta de turno.
-Bueno, dejaros de historias de paellas y vamos al grano. Jacinto, tu teoría sobre la muerte de Salazar, please –reclama Ballarín.
-Pues vamos allá. Primero, unas precisiones sobre el caso Pradera que arranca con la muerte violenta o no natural de Salazar. Hay dos subclases de muerte violenta: la de aquella que se debe a un mecanismo suicida, homicida o accidental; es decir, exógena al sujeto. La otra subclase es la muerte sospechosa de criminalidad, aquella que pudiendo ser natural se presenta bajo la sospecha y la duda y que son aquellos casos en los que, por acontecer la rápida muerte de una persona aparentemente sana o porque las circunstancias de lugar y tiempo impiden un diagnóstico preciso, la hacen sospechosa de criminalidad siendo en este caso preceptivo la práctica de la autopsia. El deceso de Salazar lo podríamos incluir en este último supuesto, muerte sospechosa de criminalidad, lo que en principio requiere la existencia de uno o varios agentes externos -Grandal hace un parón para tomarse el culito del clarete del Burgo de Osma que todavía queda en el vaso.
   Nadie dice nada ni hay ninguna clase de pregunta, por lo que el excomisario continúa con su explicación.
-Decía antes que el caso Pradera arranca con la muerte no natural de Salazar, pero sus raíces o antecedentes hay que buscarlos en otro caso, el llamado caso ERE del que habréis visto infinidad de informaciones en los medios, pues dado que en él están metidos buena parte de los políticos andaluces, aparece continuamente en los telediarios y en las portadas de la prensa. Hagamos una sinopsis sobre el mismo… -y Grandal hace un resumen del caso ERE, también llamado EREgate o caso del fondo de reptiles. Se trata de una red de corrupción política vinculada a la Junta de Andalucía que gobierna el PSOE desde 1980, hace la friolera de 36 años. El origen del caso ERE estuvo en la investigación de presunta corrupción en la empresa municipal Mercasevilla. Una compañía privada iba a abrir una escuela de hostelería en terrenos de dicha empresa por lo que recibió una subvención de 900.000 euros de la Junta de Andalucía. El empresario se sorprendió cuando dos personas le exigieron la mitad de la subvención a cambio de garantizarle posteriormente otra subvención para dar cursos de formación. Dos exdirectores de Mercasevilla y el exdelegado provincial de empleo de la Junta fueron condenados por este caso. A partir de la investigación en dicha empresa municipal salieron a la luz presuntas irregularidades que se ampliaron a otros campos como el de los falsos prejubilados y las ayudas fraudulentas a empresas. En el 2001, la Junta de Andalucía, que entonces presidía Manuel Chaves, inició un procedimiento para respaldar económicamente a empresas con problemas de continuidad que se veían obligadas a presentar expedientes de regulación de empleo. Los ERE eran para realizar prejubilaciones o despidos… La correspondiente investigación desarrollada por la jueza Mercedes Alaya, del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, con la colaboración de la Guardia Civil, sostiene que existieron graves deficiencias en la gestión de las ayudas a los ERE puesto que se concedieron prejubilaciones presuntamente fraudulentas, pagadas a personas que nunca habían trabajado en las empresas afectadas. Asimismo, se dieron subvenciones a empresas que no estaban presentando un ERE e incluso a personas que no llegaron a crear ninguna empresa. También se pagaron comisiones, muy por encima del valor de mercado, a intermediarios entre la Junta y los trabajadores, que fueron a parar a aseguradoras, consultoras, bufetes de abogados y sindicalistas relacionados con la Junta, entre ellos Salazar…, y termina la explicación añadiendo…
-Todo ello, en caso de probarse, supone un fraude de cientos de millones, aunque las cifras varían en función de la fuente. Asimismo, la juez Alaya no descarta el pago de sobornos a cargos políticos de la Junta por parte de los comisionistas.  
-Sé lo que es la prejubilación, pero no lo de los falsos prejubilados, ¿de qué se trata exactamente? –pregunta Ballarín.
-Como sabes, la prejubilación es una fórmula de finalización de contratos laborales, utilizada por acuerdo entre las empresas, los trabajadores y, en su caso, la Administración si participa en la financiación de estas. Es una fórmula legal ampliamente extendida, pero su uso en este caso está cuestionado por la policía judicial que lo investiga. Se produce el fraude al incluir, como prejubilados en los ERE de las empresas beneficiadas del fondo, a personas que no han tenido relación laboral con esas empresas o al sostener que lo habían hecho por unos periodos de tiempo mayores que los reales. De las primeras 183 irregularidades investigadas, 141 corresponden a trabajadores que cobraban una prejubilación mayor de la que les correspondería, y 126 eran individuos infiltrados que jamás trabajaron en esas empresas. En cuanto a las ayudas fraudulentas a empresas, teóricamente en crisis, se realizaban de forma totalmente discrecional, sin ningún tipo de trámite ni control gubernamental o parlamentario. Las manejaba a su arbitrio, según la investigación de la juez Alaya, el Director General de Empleo de la Junta, un tal Francisco Javier Guerrero actualmente en prisión provisional.
-Como diría un andaluz, ¡ojú, vaya tela! –exclama Álvarez.
-Desde luego. Y para terminar, decir que la causa troncal del caso ERE acumula cerca de 300 investigados, de los cuales 22 son exaltos cargos de la Junta de Andalucía implicados en la llamada pieza política.
-¿Y cuánta pasta se llevaron esos sinvergüenzas a la bolchaca? –quiere saber Ramo.
-En ese capítulo parece que nadie se pone de acuerdo, desde los que hablan de poco más de cien millones hasta los que lo elevan a varios miles. La única cifra que he visto recogida en la prensa es la de la partida presupuestaria de los ERE, denominada fondo de reptiles, y que estuvo dotada con algo más de ochocientos cincuenta millones de euros durante más de diez años. Pues bien, esas son las raíces del caso Pradera, y en ese entramado Salazar se movía cómo pez en el agua haciendo de comisionista, de conseguidor y de hombre para todo. Cuando se descubrió el pastel fue uno de los primeros en dar con sus huesos en la cárcel, pero salió al cumplirse el plazo de la prisión provisional y huyó. Naturalmente, había un montón de gente preocupada por lo que pudiera contar si hacía un pacto con la fiscalía y empezaba a cantar.                                                            
-Lo has dejado muy claro, el caso ERE es el antecedente del caso Pradera –resume Ramo.
-Sus raíces, más bien –sentencia Ballarín.

PD.- Hasta el próximo viernes en que publicaré, en el capítulo 29, el episodio 120. De Alvito a Torrenostra