"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

domingo, 15 de julio de 2018

*** La arena y el carácter infantil


   En mis ya lejanos tiempos de estudiante de pedagogía en la Complutense, recuerdo que una de las figuras de la historia de la educación que más me impactó fue la italiana María Montessori. No tanto porque sus ideas fueran revolucionarias ni porque le diera un vuelco a los paradigmas educativos, me impresionó por la sencillez y, al mismo tiempo, funcionalidad y eficiencia de su metodología. Y especialmente porque con recursos muy de andar por casa conseguía unos resultados espléndidos, sobremanera en el campo de la educación infantil y la educación especial. ¡Quién hubiera dicho que unos modestos tapetes, manteles y bandejas pudieran dar tanto juego! En mis primeros años de docencia, trabajé con niños pequeños y tuve oportunidad de emplear, entre otros recursos montessorianos la caja de arena, otro de sus artilugios tan simple como didáctico.
   Viene esto a cuenta porque en este tórrido verano tengo el papel de acompañante suplente en el cotidiano cometido de llevar los nietos a la playa. Rol de suplente porque es tarea habitual de la generación intermedia entre los críos y yo. Solo cuando aquella falla me toca a mí. Y he podido observar como juegan los pequeños en la playa. Reparten su tiempo, half and half, entre el baño y el juego en la arena. Y es precisamente en esta última donde mejor demuestran sus capacidades y limitaciones. Y hasta me atrevería a decir que su carácter más innato.
   Dado que no me baño, solo me remojo, y que no soy lector de playa, ocupo mi tiempo libre en observar a los críos. Están los que hacen sus construcciones con el mimo de un arquitecto en ciernes. Los que se limitan a cavar un hoyo y como mucho lo llenan de agua. Los que se divierten destrozando las edificaciones de los demás. Los que dirigen la construcción y los que se conforman con el secundario papel de acarrear más arena. Y hasta los que solo corretean por la playa detrás de una pelota. Para un observador atento se pueden sacar muchas conclusiones, quizá equivocadas quizá certeras, viendo jugar a los críos en la playa.
   Si tienes hijos, nietos o sobrinos obsérvales cómo se comportan en la arena y sacarás unas conclusiones que pueden sorprenderte. Haz la prueba.