"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 18 de julio de 2014

4.26. ¡Peligro!, una mujer despechada

   El bufete que lleva el contencioso contra el PAI de la Marina, y al que un anónimo informante le ha revelado que posee información sobre un rimero de sospechosas anomalías en el proceso urbanizador, vuelve a invitar a Tormo a una reunión para hablar de dicho informador. La primera sorpresa que se lleva Pascual es cuando le comunican el nombre del soplón: la delatora, pues se trata de una mujer a quien conoce aunque nunca cruzó palabra con ella, es la esposa de Agustín Badenes, el director local de Cajaeuropa.
   Tormo únicamente puede dar fe de quien es Carolina, ese es el nombre de la delatora, pero desconoce si las presuntas infracciones que denuncia son ciertas. Lo que también puede añadir es que su marido es el perejil de todas las salsas financieras que se cuecen en el pueblo, por lo que no descarta que la información que dice tener sea veraz.
- Lo que no acabo de comprender es por qué esa buena señora sale ahora con esas denuncias – comenta Tormo, ciertamente perplejo al descubrir la identidad de la confidente.
- Sobre la razón de que lo denuncie ahora no le hemos sacado nada en claro, esperábamos que tú pudieses arrojar más luz sobre sus reales motivos. En cuanto a la autenticidad de la documentación que nos ha entregado y la veracidad de su contenido hemos encargado a una agencia de investigadores privados que lo compruebe.
- Bien, si queréis haré algunas averiguaciones en el pueblo a ver si consigo enterarme de algo referente a esa buena mujer – se ofrece Tormo.

   En cuanto Pascual llega al pueblo pregunta a su madre quién podría informarle sobre lo que se cuenta en los corrillos locales acerca de Agustín Badenes y de su entorno.
- Quien mejor puede ponerte al día, hijo, es Rosario la Maicalles, pero te adelanto algo que es la comidilla de medio pueblo. Según cuentan, el banquero se ha liado con una jovencita que trabaja en la caja. Parece mentira, un señor que era un meapilas, que parecía tan formal y tan buen marido y mira por donde ha salido. Algunos hombres en cuanto comienzan a sentirse viejos se comportan como si fueran críos.
   La Maicalles le confirma el posible motivo de la delación de la mujer del bancario: el despecho. Le reitera lo que ya le dijo su madre: que el antiguo seminarista que fue Badenes, y hombre que siempre tuvo una intachable conducta conyugal, se ha encaprichado de una joven empleada que llegó a la sucursal de la caja hace unos meses. La chismosa no está segura de cuáles pueden ser los reales sentimientos del banquero, que es como le llaman en el pueblo. No sabe si se ha enamorado de la muchacha, si es un capricho pasajero, un efecto del síndrome de los cuarenta o, sencillamente, si solo es sexo. La realidad es que sea lo que fuere, el amancebamiento le ha hecho perder los papeles y con ello el sentido de la prudencia pues se comporta como un adolescente. La mujer de Badenes, como suele ocurrir, ha sido de las últimas en enterarse del engaño y, pese a su aire de mosquita muerta, el hecho de que su marido le haya puesto los cuernos y convertido en el hazmerreír de medio pueblo parece que le ha sentado como un tiro. No le perdona y ha jurado vengarse.

   El informe inicial de los investigadores, encargados de verificar la autenticidad de los primeros papeles remitidos al bufete por la señora de Badenes, es positivo; han constatado que son auténticos y que revelan un torrente de presuntas irregularidades de toda clase. El socio principal del bufete se pone en contacto con la informante para que les facilite el resto de la documentación que esté en su poder. Rápidamente alcanzan un acuerdo: por el pago de una cantidad, que al letrado le parece una ganga, la despechada Carolina les entregará todos los papeles que obran en su poder y que sacó de la caja fuerte que su marido tenía en casa antes de que éste la vaciara y se fuera del domicilio conyugal para irse a vivir con su nueva novia. Con la documentación en sus manos, los letrados se plantean qué hacer con ellos. El socio mayoritario informa al resto de asociados del bufete:
- He hablado con los representantes de Presslor Investment y su consigna es utilizar los documentos para infligir el mayor daño posible a BACHSA
- Lo que hemos de hacer es respetar la ley – opina el socio más joven -. Conocemos la existencia de presuntas infracciones de la normativa, por consiguiente se impone ponerlas en manos del órgano jurisdiccional competente.
- En mi opinión – tercia otro de los asociados -, deberíamos tomar dos medidas: filtrar la documentación a la prensa y, antes o después, hacerla llegar al juzgado.
   Después de un breve debate se impone la opinión del socio principal: hacer llegar la documentación, anónimamente, a un periódico que a buen seguro convertirá la información en noticia de primera plana.
- …, pero – añade el socio proponente - no enviarla toda de golpe. ¿Por qué?, los casos de corrupción son tan frecuentes que el eco que despierta el último en conocerse es tapado por el que se produce al día siguiente. Haremos entregas periódicas para mantener el mayor tiempo posible la atención de la opinión pública en el caso. De que la denuncia pase de las rotativas a los tribunales ya se encargará la fiscalía.

   La publicación de un reportaje en el que, según una fuente que el periódico no revela, se airean presuntas irregularidades en el proceso urbanizador de Senillar se convierte durante unos días en noticia de portada en la prensa escrita y en prime time en los informativos audiovisuales. Y todo ello avivado por una nota de redacción de El Mundo, diario que dio la primicia, de que en el supuesto de que siguiera recibiendo más información del anónimo remitente se apresuraría a publicarla. La información ocasiona un terremoto en el núcleo duro del consejo de administración de BACHSA.
- ¿Hasta dónde sabrán esos cabrones de periodistas? ¿Es posible que alguien les haya pasado algún papel comprometedor? – se pregunta un desconcertado Bricart.
- Lo importante no es saber quién filtró los papeles, sino analizar las consecuencias que su publicación puede ocasionarnos – puntualiza Arechabaleta.
- Noi potremmo comprare il giornalista – sugiere Montofarni.
- ¿Y qué vamos a sacar comprando a un periodista? – inquiere Huguet -. De momento solo habla de presuntas irregularidades, mientras se quede solo en eso…
- En vez de lamentarnos, deberíamos tomar algunas medidas – propone Cardona -. La primera es pedir a nuestros abogados que estudien hasta qué punto pueden dañarnos esas informaciones. Y esa acción es urgente, antes de que puedan publicarse datos documentales que pudiesen tener efectos administrativos y penales. La segunda…
- ¿Has dicho procedimento penale? – pregunta Montofarni visiblemente nervioso.
- No, necesariamente, pero si el caso llega a los tribunales es algo que podría ocurrir.
- Quello che mancava – concluye el italiano, desolado.

   Entre los partidos políticos el impacto que ha generado la publicación del reportaje no ha sido tan preocupante. La prensa solo habla de presuntas, la presunción siempre por delante, irregularidades. Sin embargo, Javier Blasco, el presidente local del PP y actual alcalde, acompañado por José Ramón Arbós, acude al comité ejecutivo regional de su partido para que les den instrucciones.
- Estad tranquilos, de momento no tenéis de qué preocuparos. Lo más posible es que solo sea un episodio más del periodismo amarillo que, para nuestra desgracia, tanto abunda hoy en día. Quizá se haya cometido alguna pequeña infracción de carácter administrativo, pero nada que no se pueda solucionar. Y en el peor de los casos se recurre, lo que supone que en más de una década no habrá resultados. Por tanto, tranquilizad a la gente y decidles que para eso estamos nosotros, para echaros un capote si falta hiciera.
   Jaume Pellicer, el secretario general de los socialistas locales, también rinde visita a Valencia para cambiar impresiones sobre qué posición tomar. Encuentra a la gente de la ejecutiva más combativa, no en balde están en la oposición.
- Este es el momento que estábamos esperando. Hay que hincarles el diente a los fachas hasta el tuétano si fuera preciso. Estamos estudiando presentar una denuncia ante los tribunales por prevaricación y cohecho.
- Ya os lo dije y lo mantengo. Si pretendéis que el partido se convierta en una de las partes demandantes en una posible querella, conmigo no contéis. ¡Joder, si es que hasta hace cuatro días, como aquel que dice, las resoluciones autorizando las urbanizaciones las firmaba yo como alcalde que era!