"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

martes, 4 de febrero de 2014

2.47. Las elecciones no sólo se ganan en las urnas

   El pleno de la junta directiva del PP está reunido en Villa Elvira. A su propietario, José Ramón Arbós, le encanta presumir de mansión. La reunión, cuya dirección recae teóricamente en Javier Blasco presidente local del partido, se celebra en el estudio-biblioteca del anfitrión. Los siete miembros de la ejecutiva están sentados alrededor de una mesa baja llena de botellas y bandejas de fiambre y galletitas saladas. El motivo de la junta no es otro que el mismo que ha llevado a reunirse a las demás fuerzas políticas locales: debatir sobre el resultado de los próximos comicios y los hipotéticos pactos poselectorales.
  
   Arbós, quien parece llevar la voz cantante, explica las impresiones que tiene sobre los posibles resultados electorales:
- Creo que tenemos más probabilidades que nunca de obtener un excelente resultado. Lo del váyase usted, señor González está calando. Y son muchos años de felipismo. Además, la gente empieza a estar harta de los chanchullos y choriceos en que se han visto involucrados los sociatas en los últimos tiempos y eso también podría notarse a nivel local y, quizá, hasta en el de la comunidad. En cuanto a la reunión que he mantenido con los del Bloc d´Acció Nacionalista, su presidente me aseguró que de ninguna manera pactarán con los capullos del PSOE, pero que tampoco quieren firmar un acuerdo preelectoral con nosotros porque temen que eso les restaría votos.
- Lo que yo dudo –opina uno de los asistentes – es que presentándose por su cuenta o yendo con nosotros consigan sacar algún concejal. A esos del BANS no les vota ni el Tato.
- Pues yo discrepo – afirma el presidente del partido -. Si se presentaran coaligados con nosotros siempre nos podrían aportar algún voto.
- Respetando todas las opiniones, creo que lo que planteó el BANS a José Ramón es una buena idea. Si se presentan con nosotros dejarán todo el voto nacionalista con un solo referente, los pancatalanistas del UNES. Y como no saquemos mayoría absoluta, ya os podéis imaginar lo que pasará, que los chicos de Armengol pactarán otra vez con los rojelios y nosotros volveremos a quedarnos a la luna de Valencia – sentencia otro miembro de la directiva.
- Lo que dice Vicente es cierto, al menos en parte, pero no es algo predeterminado – afirma Arbós -. Estamos dando por sentado que la gente del UNES sólo pactará con el PSOE, pero eso no tiene por qué ser así. Armengol es muy político y, algo más importante, le gusta mucho el dinero. Esos dos factores dejan un portillo abierto para poder asaltar la fortaleza del poder municipal – afirma José Ramón poniéndose pretencioso.

   Arbós no termina de redondear su argumentación con lo que consigue que el resto de conmilitones se queden mirándole esperando a que concluya su exposición. Como no lo hace, Blasco le insta:
- Remata la faena, José Ramón, y no nos dejes con la miel en los labios. ¿De qué coño de portillo hablas?
- Veréis, le he dado muchas vueltas a la posibilidad de que nuestro presidente – Arbós habla para todos, pero a quién mira es a Blasco – coja la vara de la alcaldía. Los socialistas llevan demasiados años montados en el machito y creo que ha llegado el momento de enviarlos a la oposición. Lo ideal sería que sacáramos mayoría absoluta, pero si no ganamos en las urnas, podemos hacerlo en los despachos. Parece que hay bastante consenso en que la gente del BANS va a tener difícil sacar algún escaño, en cambio es probable que los del UNES obtengan uno o dos concejales. Sostengo que no debemos cerrarnos a pactar con ellos, si fuera preciso. Todo el mundo tiene un precio y sería cuestión de saber cuál es el de los uneros. Y si me apuráis, concretaré más. Se trata de saber cuánto nos costará comprar a Armengol. Ahí está la llave para que Javier pueda ser el próximo alcalde de Senillar – sentencia José Ramón.
- Esos son más de izquierdas que Santiago Carrillo – asegura Blasco -. No creo que quieran pactar con nosotros aunque les diéramos todas las mamandurrias posibles y alguna más.
- No pongas la mano en el fuego, Javier, que te la puedes quemar – replica Arbós -. Repito que todo el mundo tiene un precio y Armengol y su gente no son la excepción a la regla. Lo que propongo es que me autoricéis, llegado el caso, a negociar con los del UNES, a ver qué piden y si estaremos en situación de poder dárselo. Los resultados de una negociación de ese porte pueden dar frutos inesperados.
- Frutos no sé si daría, pero de lo que sí estoy convencido es que si esa negociación se hiciera pública muchos de los nuestros no nos lo perdonarían – afirma Blasco de manera rotunda.
- Hombre, Javier, ya puedes imaginarte que no voy a hablar con Armengol en el casino tomando una copa. La negociación sería secreta y por persona interpuesta. Por otra parte ellos, por motivos obvios, tendrán tanto o más interés que nosotros en que se no sepa nada. Y en el peor de los casos, si algo se filtrara siempre podríamos negarlo.
- Bueno, ¿qué os parece la propuesta de José Ramón? – pregunta Blasco mirando al resto de compañeros.
   Tras breve conciliábulo, se llega al acuerdo de mandatar a Arbós para que, en función del resultado electoral, inicie conversaciones con los del UNES de manera absolutamente reservada y mejor aún a través de algún intermediario.

   Días después se hace pública la noticia de la ruptura del pacto de gobierno entre los nacionalistas de izquierda y los socialistas. El suceso ha sonado a campanas de gloria en el PP, más aún después de oír a su correligionario más ilustre.
- Compañeros, no diréis que no soy un tío de palabra. Os dije que maniobraría para influir en los del UNES y ya veis el resultado: han dejado a los capullos del PSOE compuestos y sin novia – se ufana Arbós, atribuyéndose el mérito de la rotura del pacto, a lo que añade -. Y esto no es más que el principio de la traca.
- Eres la rehostia, José Ramón, ¿cómo lo conseguiste?
- Manitas que tiene uno – alardea Arbós.
- Bueno, una cosa es que el UNES haya partido pajitas con los sociatas y otra muy distinta es que accedan a formar gobierno con nosotros si la cosa se pusiera a tiro – Blasco trata de rebajar la euforia de su tropa, aunque personalmente es quien tiene más motivos para estar como unas castañuelas.
- Totalmente de acuerdo, Javier – admite Arbós -, pero principio requieren las cosas. De momento ya tenemos a Armengol en la oposición y los rojelios se han quedado en minoría. Podría ser un anticipo de lo que pudiera ocurrir en la próxima legislatura.
- No sé de qué tengo más ganas, si de gobernar o de ver a los sociatas en los bancos de la oposición – confiesa uno de los asistentes.
- Más ganas que yo no creo que tengas – reconoce el presidente -, pero desalojar a los rojelios del Ayuntamiento no va a ser una empresa fácil, porque eso de que los nacionalistas acepten pactar con nosotros no lo tengo nada claro. Recordad que siempre que tienen ocasión nos arrean unos palos que tiembla el Cristo.
- Razón no te falta, Javier, pero ese problema tiene una solución relativamente fácil – contra argumenta Arbós – y es que le demos a Armengol una peseta de más de lo que vaya a darle el PSOE. ¿Acaso es necesario que os recuerde que las elecciones no sólo se ganan en las urnas?