"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 9 de junio de 2023

Libro III Episodio 199. La Ley del divorcio

   A la pregunta de Ramírez de quién es el Africano, el perfumista bisbisea:

   -El Rey.

   En los primeros días, Julio ha intervenido poco en la tertulia, solo lo ha hecho cuando le han preguntado, pero hoy ha llegado el momento de hablar, pues se está debatiendo un tema sobre el que tiene las ideas muy claras: el gobierno ha disuelto la Compañía de Jesús y ha expropiado sus bienes. La discusión provoca que los contertulios se dividan en dos bandos, los que están a favor y los que se posicionan en contra.

   -Ya era hora de que expulsaran a esas cucarachas que lo único que pretenden es cargarse a la República –afirma el frutero, que presume de socialista, porque se apellida Iglesias como el fundador del Partido Socialista Obrero Español.

   -Con todos mis respetos, señor Iglesias –Julio extrema la cortesía, pues es la primera vez que interviene-, pero eso no es verdad. Los jesuitas, como las demás órdenes religiosas, no se meten en política porque ese no es su cometido y más todavía una orden que, si en algo destaca, es en la enseñanza. Basta citar centros tan prestigiosos como Deusto o Comillas y, en un país como Estados Unidos, mayormente protestante, cuenta con universidades de enorme prestigio como Georgetown o Fordham –A Julio esa información se la ha pasado Álvaro-. Además, le recuerdo que la Compañía es de origen español, pues la fundó un vasco, San Ignacio de Loyola –Julio ha soltado la parrafada con una pasión que sorprende a sus contertulios.

   -Vaya, Carreño, no tenía ni idea de que tenemos un meapilas en la tertulia, dicho sea sin ánimo de ofender –arguye Iglesias.

   -Pues si llamándome meapilas no pretende ofenderme, no sé qué coño dirá cuando sí lo pretenda.

   -Señores, señores, no perdamos los papeles. Les recuerdo que un principio de la tertulia es poder discutir de todo, pero guardando siempre las formas. Por tanto, lo mejor será que cambiemos de tema. ¿Qué opinan sobre la ocupación de parte de China por el ejército japonés? Las últimas noticias dicen que en cualquier momento los nipones pueden ocupar Shanghái –Como descubrirá pronto Julio el relojero suele arrogarse el papel de árbitro cuando una discusión se encona.

   A casa de los Carreño ha llegado, desde Cartagena, carta de Álvaro. Les cuenta que sigue en la Escuela de submarinos donde muchos días se hacen a la mar, recalando en puertos como Santa Pola o Alicante. Está asignado al submarino B-5 y hasta el día de la fecha llevan realizadas veinte inmersiones, lo que le ha servido para saber que la vida bajo el mar no es lo suyo, por lo que, tras el cursillo, y si le es posible, no piensa volver a pisar un sumergible. Afortunadamente, el curso terminará a fines de enero.

   En febrero, la Iglesia católica organiza numerosas protestas contra la orden gubernamental de retirar los crucifijos de las escuelas. El matrimonio Carreño participa en la que se realiza en Madrid que partiendo de la Plaza de Colón llega a la Puerta del Sol, donde los organizadores de la marcha leen un escrito exigiendo la anulación del decreto que regula dicha medida. A la marcha, además de los padres, han asistido los hijos mayores de la familia, salvo los que se han quedado de turno en la farmacia y Julián a quien el ejército no le ha dado permiso para unirse a la marcha.

   Nueva carta de Álvaro. Desde primeros de febrero, está en la Escuela Aeronáutica de Barcelona para efectuar el cursillo de aviación, asistiendo a conferencias sobre bombardeos, navegación, radio y tácticas aéreas; también efectúan vuelos en aparatos tipo Savoia-Marchetti y Dornier, acumulando un total de 18 horas y 5 minutos de vuelo. Así como los submarinos no le gustaron nada, los aviones le han encantado. Se está pensando en si especializarse en aviación naval, aunque hay un problema: la armada española no posee portaaviones, solo un portahidroaviones, el Dédalo, que ha sido el primer buque portaaeronaves de la Armada Española.

   El 24 de febrero el debate de la tertulia del Comercial se anima ante la noticia de que unos días antes, Adolf Hitler se ha presentado como candidato a la presidencia de Alemania por el partido nazi. Los tertulianos conservadores muestran sus simpatías por el político austriaco, en cambio los que presumen de izquierdistas o liberales manifiestan su decidida repulsa por el personaje y lo que representa. La discusión no dura demasiado porque ese mismo día hay una noticia de enorme calado en la política nacional que revoluciona el gallinero: las Cortes acaban de aprobar el dictamen de la Ley del divorcio. Los tertulianos, independientemente de su ideología política, están de acuerdo en calificar la ley como un verdadero disparate que solo acarreará problemas familiares y sociales. Hay una excepción, Esteban Infantes, jefe de negociado del Ministerio de Fomento.

   -Pues caballeros, siento disentir, pero a mí me parece que ya era hora de que este país se alineara con la mayoría de las naciones desarrolladas en las que el divorcio es una realidad desde hace años. No estoy de acuerdo con buena parte de la legislación desarrollada por la República, pero este no es el caso. Lo de casarse para toda la vida es una antigualla que solo pervive en los estados menos evolucionados.

   -No para los católicos –afirma Rúas el relojero-. Cuando el matrimonio se celebra entre personas bautizadas, la unión se eleva a uno de los siete sacramentos de la Iglesia católica y no se puede romper. Por consiguiente, esa ley no regirá para los que somos católicos practicantes.

   Julio está en un tris de intervenir para apoyar la postura de Rúas, pero al ver que no hay respuesta por parte de Infantes se calla. Al salir del café, Ramírez le cuenta que Infantes está casado con una casquivana que le pone los cuernos con el primero que le dice dos palabritas, por lo que no es raro que apoye el divorcio. Debe de estar ansioso de quitarse de en medio a su adúltera cónyuge.

   Esa noche, en la sobremesa que los Carreño hacen tras cenar, Julio muestra su irritación por lo que califica como nuevo desmán republicano, la Ley del divorcio que atenta contra uno de los pilares de una sociedad como Dios manda, la indisolubilidad del matrimonio. Nadie opina lo contrario al estar educados en la fe cristiana. Solo hay una excepción, Pilar, que trata de ocultar su alegría por lo que estima que es un paso de gigante en el camino de la plena emancipación femenina. Por supuesto ni se le ocurre discutir con su padre, sabe perfectamente que contra la fe no hay razonamientos que valgan.

   En marzo la tertulia toca de refilón una noticia que en España pasa desapercibida, pero que en Estados Unidos, país en el que ha ocurrido, ha generado un terremoto social: el secuestro del hijo de veinte meses de Charles Lindbergh, el primer aviador que cruzó el Atlántico. Por el contrario, le dedican más tiempo a la constitución del gobierno del Estado libre de Irlanda, presidido por Éamon de Valera.

   -¿Quién dijo hace unos días que los ingleses son como los bulldogs que cuando muerden no sueltan la presa? –pregunta Valdés, el funcionario de Gobernación.

   -No les ha quedado otra, los irlandeses llevan luchando ni se sabe cuánto tiempo para independizarse. Les han dado la libertad porque les estaba costando un río de sangre, que si no…

   El 28 Álvaro termina el cursillo de aviación y cesa en la Escuela de Aeronáutica quedando en situación de disponible forzoso hasta que le sea asignado un nuevo destino, por lo que el marino regresa a Madrid. En casa la mayoría de las preguntas que le formulan tienen el mismo contenido:

   -¿Y ahora dónde te mandarán?

   -Donde la Armada estime oportuno, pero lo más probable es que me destinen a alguno de los buques de la flota.

   El 31 de marzo, le llega la notificación oficial: su nuevo destino es el crucero Príncipe Alfonso en el que ya estuvo embarcado cuando hizo prácticas. El buque está fondeado en la base naval de Cartagena, donde deberá presentarse el 7 de abril. Julio aprovecha esa semana para ver la mayoría de las películas que están en cartelera, así como dos obras de teatro: El otro, de Miguel de Unamuno y que interpreta la famosa actriz, Margarita Xirgu; y El místico, cuyo autor es Santiago Rusiñol y su principal intérprete Enrique Borrás. La pieza unamuniana no le gusta, en cambio le encanta la obra de Rusiñol. El 6 de abril se despide de la familia y marcha a Cartagena.

   La tertulia del Comercial de hoy, 12 de abril, tiene entre manos un asunto teutón: dos días antes el presidente Paul von Hindenburg ha sido reelegido por el pueblo alemán, y tan o más importante es el hecho de que ha derrotado por amplia mayoría a Adolf Hitler, el líder del partido nazi. La política exterior no suele interesar demasiado a los contertulios, pero sí la nacional, por eso se interesan más por lo que ocurre unos días después: el 19 de abril en las provincias Vascongadas, los alcaldes aprueban el anteproyecto de Estatuto vasco, lo que vuelve a encender las iras de los tertulianos.

   -Ya volvemos otra vez a las andadas como cuando el Estatuto de Cataluña. Si los Reyes Católicos levantaran la cabeza no reconocerían a esta España. ¿Por qué ese interés en desunir lo que lleva quinientos años o más unido? –se lamenta Ricardo Gutiérrez.

   -Yo le diré por qué, señor Gutiérrez, porque tenemos unos diputados que ni son patriotas ni aman a España –responde Magín Chaves, el sastre.

   -Mi hijo mayor, que como saben es oficial de la Marina, me cuenta que en las fuerzas armadas el enfado es monumental, pues si tuvieran que elegir entre una España roja y una rota, elegirían sin dudarlo la primera –les cuenta Julio.

   .No lo dudo, los militares son muy suyos, pero en tocante a patriotismo están entre los primeros –comenta Esteban Infantes.

   Que se lo digan a mi hijo, piensa Julio.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro III, La segunda generación, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 200. Si vis pacem, vigila milites