"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 20 de mayo de 2016

28. Los lunes de Grandal



   Los domingos, Ponte suele remolonear más que de costumbre porque la casa está más silenciosa. Felisa, su asistenta, no viene los fines de semana por lo que no hay nadie más que él que altere la quietud del piso. De todas formas, se dice, hoy no puedo estar demasiado en la cama porque el Jefe, así han empezado a llamar a Grandal, les ha convocado a una reunión en su casa a media mañana. Se levanta y prepara el desayuno. Recuerda que los domingos, cuando aún vivía su mujer, salía a comprar churros que luego tomaban con chocolate que había preparado su esposa. ¡Qué tiempos aquellos! Después de desayunar y de lavarse los dientes, se vuelve a meter en la cama y abre el ordenador. Hoy toca El País. El titular central del órgano de Prisa de 29 de noviembre, a tres columnas, reza así: Rajoy cierra su mandato con una leve reducción del paro. Pues no es que se haya lucido mucho, dice en voz alta como suele, pero menos da una piedra. La fotografía que viene debajo, con unas personas tendidas en el suelo, lleva un pie que la explica: Al menos 14 muertos en otro tiroteo en EEUU. Esto de los yanquis no hay manera de arreglarlo mientras se empeñen en mantener la cultura de que en la mayoría de familias haya una o varias armas. Así les luce el pelo. Y en el faldón, el titular es: España, un país más viejo y menos poblado. Como parte interesada en la noticia también lee el subtítulo: Por primera vez desde 1944, los nacimientos son menos que las muertes. Mira por donde he aquí una noticia más cierta que los impuestos. Que se den una vuelta por el barrio y cualquiera podrá comprobar que es tal y como lo cuentan. Vaya problema que van a tener mis hijos y toda su generación, ¿quién coño les va a pagar sus pensiones? En la parte superior de la columna de salida viene una información del exterior: El Congreso de Brasil abre proceso de destitución de Rousseff. Otra que, posiblemente, ha metido la mano en la caja del pan, se dice. Y debajo una perla más sobre el interminable rosario catalán: La Generalitat mantiene su desafío tras la anulación del Constitucional. Ya me extrañaba que hoy no dijeran nada sobre los separatistas, a estos no los para ni Casillas de portero.
   Los cuatro detectives aficionados se han reunido en casa de Grandal. El Jefe tiene que comunicarles nuevas directrices.
- En los últimos días nos hemos dispersado demasiado con la noticia del hallazgo del furgón y con las averiguaciones de Luis sobre la prensa colombiana. Creo que es el momento de que reconduzcamos nuestras investigaciones y que las centremos en aquello que puede darnos fruto con más rapidez y efectividad. Me refiero al seguimiento de los empleados del museo que, con más probabilidad, han podido tener acceso a manipular las cámaras de seguridad. Hasta el día de hoy, Manolo ha sido el único que ha logrado averiguar donde vive el objetivo que tenía asignado. Bien, esos seguimientos hay que reactivarlos. Además, tenemos que reordenar las actuaciones de la próxima semana. ¿Alguna pregunta?
- Por mi parte, ninguna – responde Ballarín. Álvarez y Ponte asienten.
- Bien, pues el inmediato reparto de misiones va a quedar así. Luis, tienes que hacerte con el domicilio del objetivo que tienes asignado. Amadeo, lo mismo, averigua donde viven los dos fulanos que te han tocado. Manolo, como tú ya has cumplido con tu misión, lo que vas a hacer es seguir buscando a los García Reyes. Sé que es un embolado de cuidado, pero hay que hacerlo. Quizá en unos días pueda darte algunas informaciones que te servirán de ayuda. En cuanto a lo que a mí respecta, también voy a pegarme a los dos tipos del museo que viajan en sus propios vehículos, a ver si me llevan hasta sus domicilios. A esos dos los he dejado para mí porque seguir a un coche por Madrid es algo que requiere una cierta práctica. ¿Quedan claras las asignaciones de tareas? ¿Alguna pregunta?
   Solo Ponte levanta la mano:
- Jacinto, he pensado que lo único que me queda por hacer para encontrar alguna pista sobre los García Reyes es visitar los poblados chabolistas donde se asientan núcleos gitanos y preguntar por ellos, ¿qué te parece la idea?
   Grandal se toma unos minutos para reflexionar sobre la propuesta de Ponte.
- De entrada, no me parece mal, pero por el momento la vas a posponer. Esos poblados no son seguros, abundan en ellos los camellos y por tanto los yonquis y te pueden dar un disgusto. Será mejor que lo dejes hasta que cualquiera de nosotros pueda acompañarte.
- Entonces, me quedo sin deberes esta semana y me voy a aburrir – alega Ponte -. Por ello te voy a pedir algo: que me dejes acompañarte en el seguimiento de tus objetivos. Te prometo que estaré calladito y que no te molestaré, me limitaré a observar y hacerte compañía.
   A Grandal la propuesta no parece hacerle demasiada gracia, pero accede.
-  Bueno, Manolo, pero como has prometido estarás callado y no incordiarás, ¿de acuerdo? Entonces, el martes, a las tres que es cuando cierra el museo me esperas…; a ver, tú que vives por esa zona dime un sitio donde pueda aguardar en doble fila sin armar el taco. Tendrá que estar cerca de Cristo Rey para que podamos acceder de forma fácil a la Avenida de la Victoria.
   A Ponte solo le falta batir palmas como un niño. Al fin va a ver convertida en realidad esa frase que tantas veces ha oído repetir en las películas de acción: siga a ese coche.
- Me puedes esperar en Joaquín María López, en el tramo comprendido entre Isaac Peral e Hilarión Eslava, es un trozo de calle que tiene escaso tráfico y donde no hay demasiado problema para aparcar en segunda fila. Luego, desde Hilarión Eslava se puede torcer a la izquierda para acceder a Cea Bermúdez y de allí a la zona del Arco del Triunfo hay un paso – detalla Ponte.
- De acuerdo, y lo que puedes hacer el lunes, Manolo, es darte otra vuelta por los alrededores del museo a ver si consigues más información.
- Jacinto, si me permites. Lo que acabas de mandarle a Manolo para el lunes tendrá que posponerse a otro día. Los lunes el museo está cerrado, por tanto se supone que los trabajadores no acudirán al curro ese día – Es Ballarín quien ha hecho la precisión, al tiempo que piensa que Grandal habrá sido un buen policía, pero como organizador deja mucho que desear. No saber o no recordar el dato de los lunes no dice mucho a su favor.
- Es verdad, me había olvidado que los lunes no abren – admite Grandal sin dar mayor importancia a su olvido.
- Entonces, ¿qué hago el lunes? – quiere saber Ponte.
- Un día de vacaciones no nos vendrá mal – sugiere Grandal.
- A mí se me ocurre, Jacinto, que el lunes podría darme una vuelta por algún poblado chabolista a ver si doy con la pista de los García Reyes – propone Ponte.
- Me parece bien, pero ya te he dicho que no debes ir solo y yo no te puedo acompañar, mi agenda del lunes la tengo muy ocupada – precisa Grandal.
   Posiblemente Ponte, que es quien hace más años que conoce al excomisario, sea el único que sabe el pequeño misterio de los lunes de Grandal. Ese día es el que dedica a su novia, aunque hablar de novia quizá resulte excesivamente rebuscado. El antiguo policía, que lleva separado casi dos décadas de la que fue su esposa, tiene un arreglo con Chelo, una rubia de frasco de cuarenta y pocos años que todavía está de buen ver. La dama en cuestión ejerce de azafata, acompañante de lujo o escort como también se les llama; en fin, que es una puta de altos vuelos y que suele trabajar a destajo los fines de semana con los clientes que vienen a Madrid a pasar el weekend. Los lunes, Grandal la recoge y durante veinticuatro horas a la semana conviven como si fueran un matrimonio convencional. Salen a comer, van al cine, al teatro, o si a Chelo no le apetece patear la calle se quedan todo el día en casa donde ella pasa las horas viendo la tele o leyendo el Hola, Diez Minutos, Lecturas o cualquier otra revista del corazón de las que es una adicta. Mientras que él es quien prepara la comida y trata de satisfacer sus pequeños caprichos hasta donde llegan las posibilidades de su pensión. De eso van los lunes de Grandal.
- Manolo, para lo de los gitanos cuenta conmigo el lunes – se ofrece Ballarín.