"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 4 de enero de 2019

85. Rumores, bulos, cotilleos, patrañas…


   El 21 de agosto Grandal madruga, tiene mucho tajo por delante y solo le quedan diez días para resolver el caso de la muerte de Curro Salazar, si es que lo consigue. Mientras se rasura la cerrada barba con la maquinilla eléctrica piensa que el difunto exsindicalista está dando tanta guerra después de muerto como la dio de vivo. “Está claro que no era un individuo anodino. Vivió a contracorriente y su muerte y el misterio que la rodea también es algo fuera de lo usual”. Deja de pensar en el zahareño porque tiene otros asuntos que atender. Ha de ir al hotel donde ha quedado con Anca en toparse con ella y el nini de su novio como si fuera por casualidad. Antes de eso ha de hablar con Bellido para ver si puede hacer algo para que los agentes de la UCO no sigan atosigando a la pobre patrona del Hostal Los Prados tal y como le prometió a Ramo que haría. Llama al sargento pero su móvil está apagado o fuera de cobertura como informa la voz metálica de la central de comunicaciones. “Debe de estar en el Juzgado de Instrucción a ver si se entera de las declaraciones de Espinosa y Pacheco” se dice. Luego llama a Álvarez para que le cuente como van las investigaciones en los campos de golf de la provincia, pero quien contesta es Ponte.
-Soy Manolo, es que Luis va conduciendo. Vamos por la A-7, la autovía del interior, en dirección a Borriol donde está el campo de golf de La Coma, así es como nos han dicho que le llaman aquí, y luego iremos al campo del Grao de Castellón. Hemos dejado para otro día ir al golf de San Jorge porque al estar más lejos creemos que es el que menos posibilidades tiene que haya estado en él Espinosa. Oye, dice Luis ¿qué si nos preguntan cuál es nuestro hándicap qué decimos?
-Dile a Luis que no pregunte pavadas. Ya se os ocurrirá algo. Y ahora os dejo, tengo mucho qué hacer.
   Otra de las tareas pendientes del excomisario es que ha quedado con Ramo para que le cuente los chismes que circulan por Torreblanca acerca del fallecimiento de Salazar. Se han citado en una cafetería de Marina d´Or. El viejo torreblanquí  ha preferido que fuera allí para evitar miradas indiscretas y poder hablar con más tranquilidad. Debido a que su familia no le aconseja conducir por carreras muy transitadas, ha tomado una vía rural, el Camí de l´Atall, por la cual puede llegar desde Torreblanca a la Marina sin necesidad de tocar la peligrosa N-340. Ramo incluso lleva unas notas sobre los rumores y bulos que corren por el pueblo sobre el caso de Martínez el Andaluz, como le llamaban, y del que le ha informado cumplidamente Julieta la Espardenyera.
-Hay rumores y bulos de todos los tipos y colores, desde los que parecen medianamente creíbles hasta los que cuentan las historias más disparatadas. No puedes imaginarte lo cotillas que son mis paisanos y cuanta imaginación le echan.
-Supongo que pasa como en todas las sociedades pequeñas y cerradas en las que cuando ocurre algo fuera de lo habitual la imaginación de la gente se dispara –Grandal le quita importancia para que Ramo no pueda sentirse mal, al fin y al cabo esos cotillas de los que habla son su gente o, al menos, lo fueron.
-Sí, claro. Te resumo lo que me ha contado la Espardenyera que, como os dije, es mi fuente principal. Al principio, se extendió la noticia de que la muerte de Salazar había sido producto de las fracturas que había sufrido cuando le dieron la paliza, pero en cuanto intervino la Guardia Civil y, sobre todo, el Juzgado de Instrucción, todo cambió. A partir de ahí se dispararon los rumores de que Martínez el Andaluz no había fallecido de muerte natural sino que lo habían asesinado. Y en cuanto se supo su auténtica identidad y su papel en el caso de los ERE los chismes se intensificaron y la posibilidad del asesinato tomó fuerza. La versión más extendida, y te la resumo, es que alguien vino de Sevilla y se lo cargó. Todo eso sin aportar ninguna clase de datos. No se dan nombres, ni horas, ni cómo lo mataron. Esa no solo es la versión más extendida sino también la mayormente aceptada.
-¿Hay otros rumores que aporten nombres del posible asesino?
-Por supuesto. Hay un bulo que cuenta que el asesino es el hijo del muerto, el chico que está aquí. Según cuentan mató a su padre porque estaba resentido con él por haberles abandonado y dejado en la miseria. Otro rumor con nombre incorporado apunta que la asesina es la novia, la tal Rocío. Se lo cargó por despecho. Al parecer, Salazar se había liado con Anca la Potranca, como la conocen aquí, y a la andaluza eso le había sentado a cuerno quemado.
-¿Los autores de esos chismes no se han parado a pensar que fue el hijo quien avisó del estado de Salazar? Y los que achacan la muerte a Rocío Molina por celos a Anca, no han pensado en qué si eso fuera así, ¿cómo es que estuvieron juntas ambas mujeres en el episodio del maletín del fallecido? Esos chismorreos no tienen ni pies ni cabeza.
-Naturalmente, pero esa es la sustancia de que están hechos la mayoría de bulos. Ah, hay otro rumor que también le pone nombre al asesino, en este caso el autor sería Vicentín. La Espardenyera cree que este bulo está propagado por los rivales de los Fabregat, clan que es muy poderoso pero que también tiene muchos enemigos. ¿Motivo? Los celos. Aquí puede haber algo de verdad y no me refiero al asesinato en sí. Ese niñato es incapaz de matar una mosca, como lo es de hacer algo de provecho. Un perfecto inútil, vamos. Lo que sí podría ser cierto es que posiblemente hubo un amago de romance o, al menos, un lío de los de aquí te pillo, aquí te mato entre Curro y Anca. Hay testigos que afirman que los vieron comer juntos y muy amartelados en un restorán de Alcossebre. Dan fechas, lugares y otros datos, y algunos de esos testigos son personas creíbles.
-He hablado con Anca en dos ocasiones y no me ha contado que tuviera una aventura con Salazar. Si eso fuera verdad quizá podría aportar alguna luz al caso, aunque… -Grandal deja la frase al aire.
-Pues quizá sea conveniente que hables una tercera vez –apostilla Ramo.
-¿Hay más bulos? –quiere saber el excomisario.
-Alguno más, pero son tan disparatados que me resisto a contártelos.
-Bueno. Sigue pegando la oreja a los chismes de tus paisanos y báilale el agua a la Espardenyera para que te siga informando. Ahora me tendrás que perdonar, pero tengo otra cita y no quiero llegar tarde. Nos vemos esta tarde en la partida y seguimos comentando.
   Cerca del mediodía, Grandal se dirige al Hotel Balneario Marina d´Or. El establecimiento suele tener muchos visitantes porque, aparte de sus propios huéspedes, es mucha la gente que visita el que, según la propia propaganda, es el mayor balneario de agua marina de Europa que cuenta con un circuito de piscinas, jacuzzis, hot tubes, baños de vapor y helioterapia. El expolicía se coloca en un punto estratégico desde donde puede controlar las entradas al hall. Poco después de las doce ve entrar a la pareja, les deja que den un par de vueltas por las instalaciones y luego hace como si se topara con ellos fortuitamente.
-¡Vaya, qué casualidad, mi camarera favorita! –Nada más decirlo se da cuenta de que acaba de meter la pata. Dado lo celoso que es Vicentín no se extraña de la mirada asesina que le ha dirigido el joven. Trata inmediatamente de corregir su error-. Al decir favorita he querido decir que tanto yo como el resto de mayores a los que nos atendías siempre te consideramos que eras la empleada más eficaz y eficiente del hostal. No comprendo como la taruga de la dueña te ha podido despedir. Ella se lo pierde. ¿Y qué hacéis por aquí?
-Don Jacinto, usted tan caballeroso como siempre. A veces se lo comento a Vicente, las personas mayores suelen ser más detallistas que los jóvenes. Ah, cariño –Hace días que Anca no llamaba cariño al nini que empieza a distender el gesto cariacontecido que se le ha puesto-, no te he contado que el señor Grandal nos está ayudando a Rocío y a mí colaborando con nuestros abogados para que la juez retire los cargos que pesan contra nosotras. Y todo eso por nada, solo por hacernos un favor. Nunca se lo agradeceremos bastante y tú también tendrás que estarle agradecido si al final consigue sacarnos de ese apuro –La rumana ha jugado fuerte y ha puesto al joven torreblanquí en la tesitura de tener que dirigirse a Grandal, algo que no pensaba hacer.
-Muchas gracias, señor, cualquier cosa que se haga por mi novia es como si lo hicieran por mí. De verdad.
-No me agradezcáis nada. Esto para mí es una especie de entretenimiento. Como no me gusta la playa y aquí hay poco más en qué matar el tiempo…, pero ¿qué hacemos aquí de pie? Vamos a sentarnos y os invito a lo que queráis. Hasta la hora del almuerzo no tengo nada mejor que hacer.
   Y sin dar pie a que Vicentín pueda rechazar la invitación les conduce a la cafetería.
-Me han dicho que aquí preparan unos cócteles, cosa rica.
-La verdad es que yo soy más de cerveza –declara el joven.
-Pues creo que cervezas tienen las de media Europa. El otro día me tomé una genuina Pilsener checa hecha con malta de Moravia que era una auténtica pasada. ¿Te apetecería probarla?
   Con el cuento de la cerveza, parece que Grandal se ha hecho con la aceptación, al menos momentánea, del joven nini que se ha puesto a presumir de lo mucho que sabe de cuestiones cerveceras y que alardea que incluso sabe tirarla mucho mejor que la mayoría de bármanes. De ahí a charlar del brete en el que está metida su novia, y casi en la misma medida también él, ha transcurrido un suspiro… El excomisario conduce la conversación con la pericia que le da el haber estado en muchas situaciones parecidas hasta que la hace desembocar en lo que es su objetivo: ver si el nini le proporciona alguna información sobre los sucesos del día de autos que no le dieron Rocío ni Anca y que pueda ayudarle a desenredar la madeja de la muerte de Curro Salazar.

PD.- Hasta el próximo viernes

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