"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

martes, 18 de marzo de 2014

3.11. Prisma rectangular de barro cocido

   Sergio ha estado reflexionando sobre la última recomendación que le hizo Dimas, cuando le pidió que le aconsejara sobre cómo actuar mejor en su nuevo puesto de capataz. Llega a la conclusión de que nunca se ha detenido a analizar cuanto  sucede alrededor del mundo del ladrillo. Le queda claro que lo primero que precisa es información: ¿por qué se edifica en Senillar ahora y no se hizo antes?, ¿por qué el ritmo de la construcción es tan acelerado?, ¿por qué los precios de los apartamentos se disparan día tras día?, ¿por qué…? Ahora tiene la oportunidad de encontrar respuestas a sus interrogantes. El Ayuntamiento patrocina un ciclo de conferencias, bajo el título de “Senillar, presente y futuro”, que se impartirán los domingos por la mañana y cuya asistencia es gratuita. Su teórica finalidad es explicar, de manera sencilla y al alcance de todos, el fenómeno urbanístico en el que está inmerso el pueblo. El objetivo oculto, al que aspiran las autoridades locales, es extender entre sus convecinos la idea de que la urbanización de la zona costera es lo mejor que le ha ocurrido al pueblo. La encubierta finalidad del gobierno municipal pincha en hueso pues se han equivocado de medio a medio al elegir el conferenciante.

   Pascual Tormo es la persona menos indicada para conseguir el objetivo al que aspira el Ayuntamiento. Es un ecologista moderado y contrario al desarrollismo salvaje que ha invadido su pueblo, pero en estos momentos se debate entre sentimientos encontrados. Es consciente de que es uno de los contados senillarenses con capacidad y prestigio para encabezar un movimiento ciudadano de protesta ante los desmanes que se están produciendo, pero también sabe que hay muchos intereses creados y habrá una parte de del pueblo que, al estar involucrada en los mismos, los defenderá con uñas y dientes. Su propia familia es una de las que está interesada en el proyecto ya que es propietaria de una finca que los constructores han intentado comprarles en varias ocasiones. Además, como suele ocurrir en las pequeñas comunidades, están los lazos de parentesco, su madre es prima de Javier Blasco, el alcalde. Ninguno de esos argumentos logra calmar su desasosiego por no adoptar una actitud más valiente en contra del urbanismo desbocado que se está viviendo.

   Un conocido le ha comentado a Sergio que Tormo es un tío brillante y que tiene gran claridad expositiva. Sergio no lo duda y se inscribe. No sabe si va a encontrar las respuestas que busca, pero decide asistir a un par de charlas y en función del resultado optará por continuar o no. Como comienza a conocer bien las reacciones de Lorena y presume que no entenderá su verdadera motivación le da otras razones sobre su inscripción.
- Estas majara, ¿a quién se le ocurre ir un domingo a escuchar no sé qué rollos? Estarías mejor descansando que falta te hace y echándome un polvo mañanero que siempre sabe a gloria.
- No creas que me apetece ni tanto así, pero me lo ha sugerido el señor Francisco – prefiere citar a su patrón y no a Dimas - y no puedo desairarle. Le debo mucho.
- No le debes nada – salta como una tigresa Lorena -, lo que se dice nada de nada. Lo que te paga te lo ganas y bien ganado. Lo que tendría que hacer el Francisco es cotizar mejor las horas extras y no chupar la sangre a pipiolos como tú.

   Pascual Tormo, además de impartir lengua española y literatura en el CEU valenciano, dedica unas horas algunos fines de semana a dictar pequeñas charlas para elevar el horizonte cultural de sus convecinos. Lo hace de forma voluntaria y gratuita. Cuando el Ayuntamiento le propuso el tema del ciclo se sorprendió de que hubiesen pensado en él. Suponía que era de dominio público su apoyo a los movimientos ecológicos. No sabe si la invitación es porque los integrantes del gobierno municipal desconocen su faceta de conservacionista o porque buscan una voz crítica que compense, de alguna manera, el laissez faire, laissez passer de los políticos locales en cuanto atañe al urbanismo.
   Tormo, dejando a un lado sus prejuicios, decide que explicará a sus escasamente letrados alumnos lo que es el boom inmobiliario y todo lo que supone para el pueblo, la región y el país, tanto en sus aspectos positivos como negativos. Como acostumbra, en la primera charla inicia la exposición lanzando un anzuelo para concitar la atención de sus oyentes:
- Os propongo un acertijo, a ver si lo acertáis. ¿Sabéis qué es un prisma rectangular de barro cocido cuyas dimensiones permiten que se pueda manejar con una sola mano?
   Generalmente no hay respuestas a sus preguntas, sin embargo, y ante su sorpresa, un chico, a quien no conoce e inusitadamente joven en contraste con sus alumnos habituales, levanta la mano.
- Creo que es la definición del ladrillo.
- En efecto, el ladrillo. De él trata, en buena medida, el contenido del ciclo. Otra pregunta, ésta mucho más difícil. La palabra boom, que a muchos os sonará, es de origen inglés, ¿qué traducción tendría en español?
- Auge, también podría traducirse por expansión – responde el mismo joven de antes.

   Tormo esperaba que nadie supiera lo que significaba el anglicismo, el que al menos uno de los asistentes lo sepa le hace pensar que la media cultural del alumnado está creciendo.
- Acertada traducción. Bien, las palabras sobre las que he preguntado no son más que un mero pretexto introductorio a nuestro tema: el auge inmobiliario y su impacto en la sociedad civil. Como de costumbre, podéis interrumpirme en cuanto tengáis una pregunta que formular. ¿Alguna duda?
   Ante el silencio del auditorio, Tormo prosigue su explicación:
- Primero, una somera introducción. España siempre fue un país más bien pobre, con un paro muchos puntos por encima de la media europea y con escasa capacidad competitiva. A finales de los sesenta, la economía autárquica… –  hace una pausa, piensa que no debe utilizar vocablos que con toda seguridad no conoce su alumnado, por ello se apresura a rectificar – o, mejor dicho, la economía del tipo de Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo como, que había primado durante el franquismo se fue diluyendo en la medida que el país se fue abriendo al extranjero y el capital foráneo comenzó a invertir en nuestra nación. Fue con la llegada de la democracia cuando comenzó a fraguarse lo que ha venido a llamarse el milagro español, que no es otro que el espectacular crecimiento económico que se está produciendo. El país, que retraté antes en cuatro brochazos, está cambiando a ritmo vertiginoso. El dinero fácil, consecuencia del crédito barato, genera un auténtico derroche consumista. La amplia demanda de todo género de productos exige una intensa actividad industrial y comercial, lo que provoca una abundante oferta de puestos de trabajo. Y, sobre todo, el espectacular crecimiento inmobiliario se ha convertido en el principal motor de la nueva economía. Ese rosario de causas y efectos convergen en conseguir el logro de ese llamado milagro…
   La mayoría de los asistentes se aburren, son contados los que entienden todo cuanto el universitario les está explicando, Sergio es uno de esos pocos.