La acusación del consejero delegado de
BACHSA de que desde Cajaeuropa se ha filtrado la noticia del interés de la
empresa en la urbanización del litoral de Senillar es rechazada de plano por el
director general adjunto de la caja. Como Oriol Bricart no puede probar la
imputación, su enfrentamiento con Gaspar Moltó queda en tablas. Ambos
directivos hacen de la necesidad virtud y concluyen en que lo mejor para sus
respectivas entidades es acortar los tiempos e impulsar los trabajos previos a
la urbanización de la costa lo más rápidamente posible. Les urge iniciar la
compra de terrenos antes de que los desconocidos compradores que se les han
adelantado adquieran las mejores fincas y, al mismo tiempo, encarezcan
notablemente el precio de las mismas.
Rodrigo Huguet e Íñigo Arechabaleta son
los dos directivos que la empresa constructora envía a Senillar con el encargo
de poner inmediatamente en marcha la operación de compra de terrenos e iniciar
los contactos previos para incoar el proceso de recalificación de los mismos.
Los constructores se reúnen con sus representantes en la población, Amador
Arbós y José Ramón Garcés.
- Supongo que tendréis preparao todo el operativo para la
adquisición de terrenos, es así, ¿no? – ante el mudo asentimiento de sus
comisionados, Arechabaleta les insta –. Explicarnos los detalles pues.
Es Garcés quien le
da cumplida respuesta:
- Hemos formado un equipo de cinco corredores de fincas, es
como aquí se llama a los agentes de la propiedad inmobiliaria – aclara
innecesariamente -, para que comiencen a ponerse en contacto con los
propietarios de terrenos que se encuentren en la franja de un kilómetro y medio
a partir de la línea costera.
- A ese equipo – añade Arbós -, que dirigirá Amador, me
sumaré yo cuando haya algún propietario que se muestre especialmente reacio a
vender. Por tanto vamos a ser siete personas las que nos dedicaremos a la
compra de fincas.
Interviene Huguet
para conocer otros detalles que afectan al operativo:
- ¿Qué pasa con esos misteriosos compradores que se nos han
adelantado, se han hecho con muchas fincas?
- No tantas cómo pretendían – informa Garcés -. En ello han
sido decisivos los rumores que hice circular sembrando dudas entre la gente
sobre la solvencia de unos compradores que siguen sin dar la cara. En los
primeros días compraban con suma facilidad porque pagaban a tocateja, pero se
ve que han tenido problemas de tesorería, pues en cuanto han dejado de poner
los billetes encima de la mesa y han ofrecido pagar a plazos las ventas se han
ralentizado considerablemente.
- ¡Una idea cojonuda lo de sembrar bulos! ¿Y a cuánto está
ahora el metro cuadrao? – pregunta Arechabaleta.
- Empezó pagándose a quinientas el metro, eso duró unos
días, luego comenzó a subir el precio y en este momento está estancado en mil
pesetas, aunque temo que esa cota pronto quedará atrás – contesta Garcés.
- Pues hay que aplicarse en las compras antes que los
propietarios se suban a la parra. Debéis comenzar comprando en la partida de El
Torreón, será el primer sector en el que construiremos – informa Huguet, que
añade-. Al estar algo más alejado de la costa y ser fincas de secano podréis
adquirir los terrenos a precios más bajos.
- ¿Comprar en El Torreón? – pregunta un desconcertado Arbós
-. Yo…, nosotros creíamos que lo que más os interesaba era la partida de La
Marina, que es donde están los marjales.
- Por supuesto que nos interesa, y finca que se ponga a tiro
en ese sector no hay que dejarla escapar, pero creo que hemos empezado mal. Lo
primero que deberíamos haber hecho es contaros los principales acuerdos que
aprobó hace unas fechas el consejo sobre la estrategia a seguir en Senillar. A
ver, Íñigo, hazles un resumen a nuestros amigos.
Arechabaleta hace
una breve sinopsis de los acuerdos tomados por el consejo de BACHSA respecto a
la urbanización del litoral:
- Como ha dicho Rodrigo, empezaremos a construir en la zona
norte, en lo que aquí llamáis la partida de El Torreón. Además de lo que él ha
contao, hay otro factor a tener en cuenta: según nuestros técnicos, ese es el
sector que tiene más probabilidades de que la recalificación del suelo sea más
fácil de conseguir. Respecto al humedal, de momento ni mencionarlo, no hay que
levantar la liebre, aunque, como también ha dicho Rodrigo, comprar todos los
marjales que os ofrezcan, pero sin pagar una peseta de más respecto a las
ofertas que hagáis en otras zonas.
- Perdona que te interrumpa, Íñigo, - se excusa Garcés -,
pero no creo que nos vendan una sola finca a menos de mil leandras el metro.
- Mil pesetas es un buen precio – admite Huguet -, apalancaros
en esa cantidad todo el tiempo que podáis. Haced correr la especie de que no estamos
dispuestos a pagar ni una peseta de más por encima de las mil. Y mientras sea
posible aguantad el tirón.
- Bien, prosigo – continúa Arechabaleta -. Lo primero que
construiremos serán urbanizaciones de bajo coste para poder vender a precios
más baratos que en Albalat y, sobre, todo, que en Benialcaide. En una fase
posterior, y cuando los figuras del marketing hayan lograo que el público sepa
situar a Senillar en el mapa, edificaremos apartamentos de mejores calidades y emprenderemos
igualmente la construcción de plazas hoteleras. Otra cuestión, las
adquisiciones se harán a tocateja, lo cual os debería facilitar enormemente
vuestra labor y de paso chafarles la guitarra a esos compradores desconocidos
que nos han querido madrugar. ¿Entendido, pues? Rodrigo, ¿me he dejao algo en
el tintero?
Huguet toma el
relevo de su socio en las explicaciones a sus representantes locales:
- Correcto, Íñigo, sólo añadir que, en principio, además del
nombre de BACHSA, también aparecerá el de una empresa inmobiliaria, que
acabamos de constituir, denominada Mercantil Urbanizadora Senillar, sociedad
anónima, que será la encargada de urbanizar. Por cierto, su acrónimo es MUSSA,
os lo digo para que os vayáis familiarizando con el nombre. Y hay otro asunto
de la mayor trascendencia del que aún no hemos hablado: la cuestión de la
recalificación de los terrenos. Tenéis que poneros en contacto inmediatamente
con vuestros amigos del Ayuntamiento para instarles a que recalifiquen cuanto
antes, sobre todo, los terrenos de la partida de El Torreón. Recordadles, en petit comité, que hay mucho dinero a
ganar, e insistir en que habrá pasta para todos. Como sé que todo ello no
siempre es fácil de manejar con la debida discreción, y no es que dude de
vuestra capacidad, lo mejor será que nos organicéis una reunión con la gente
del consistorio.
- Mejor que sea una comida, Rodrigo, con la panza llena es
cuando se hacen los mejores negocios pues – sugiere Arechabaleta quien, dado el
diámetro que tiene su cintura, tiene toda la pinta de ser un adicto a la buena
mesa.
Terminada la reunión, y una vez que se deshace de Garcés, lo primero que
hace Arbós es llamar a Badenes:
- Agustín, me parece que nos hemos columpiado. ¿Sabes
lo que nos acaban de confirmar los tíos de BACHSA?, pues que van a comenzar a
construir en la partida de El Torreón.
- ¡No jorobes! Este es el segundo palo que nos dan
en pocos días. Primero fueron los cagados del departamento de créditos de la
central llamándome la atención por la cuenta de crédito que te concedí y
obligándome a recortarla y ahora esto. También es mala suerte, con lo bien que
iba todo.
- ¿Qué hacemos? – pregunta un Arbós al que la
camisa no le llega al cuello.
- De momento, que no compren ni un marjal más,
pero que sigan ofertando por fincas de la zona de El Torreón, siempre que la
operación sea a plazos. El cash que nos queda en la cuenta ya es muy poco, pero
tranquilo, José Ramón – el bancario intenta levantar la moral de su oculto
socio -, que la cuenta atrás ya comenzó y verás cómo nos vamos a forrar.