"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

domingo, 23 de abril de 2017

*** En abril, aguas mil



En el mes de abril, según el refranero español, aguas mil. Claro que ese aforismo servía antes del cambio climático, en cambio este año los días abrileños han dejado poca agua en las resecas tierras de la península ibérica. No sé a santo de qué traigo aquí abril, lluvia y clima. Quizá sea porque a finales de mes, exactamente el 28, colgaré en el blog el último episodio de “El robo del Tesoro Quimbaya”. Han pasado algo más de catorce meses desde que inicié el novelesco relato del supuesto robo de una de las más preciadas muestras del arte indígena sudamericano que se exponen en el madrileño Museo de América.
No me despido de mis lectores. Tengo en el taller de mi imaginación el embrión de una nueva novela, muy distinta y distante de la sustracción de las joyas precolombinas. Solo tienen un nexo que las une: los protagonistas son los cuatro jubilados que tanto hicieron para acelerar el desenlace del robo del tesoro. Nos seguiremos viendo o, mejor dicho, leyendo si los lectores tienen a bien hacerlo. En cualquier caso, y una vez más, gracias a los que abren el blog.