"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

domingo, 24 de junio de 2018

*** El Mediterráneo es otra cosa


   No hay color, aunque quizá habría tenido que decir no hay calor. Me refiero a la diferencia entre la meseta castellana, donde se asienta Madrid y en la que habitualmente resido, y la costa del Mediterráneo occidental, donde se ubica Torreblanca; aunque más preciso sería decir Torrenostra, una playa demasiada tranquila como la bautiza un personaje de la novela que publico semanalmente en este blog. Puestos a comparar y teniendo como referencia el día de hoy, 24 de agosto de 2018, los datos son elocuentes: en la capital de España la máxima será de 36º y la mínima de 22º, en Torrenostra tendremos una máxima de 28º y una mínima de 18º. Si a ello añadimos que vivo en una preciosa villa (el postrer vestigio de pasados tiempos mejores) que está a 40 metros de donde mueren las olas, algo impensable con la legislación costera vigente, la brisa marina está garantizada. O sea, que el insoportable calor veraniego para mí solo es un mal recuerdo… porque, en efecto, el Mediterráneo es otra cosa.