"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

martes, 9 de septiembre de 2014

4.36 Escampar no escampa


   El juez Rafael Correa ha declarado el secreto del sumario del caso Tornasol, pese a ello la instrucción tiene más agujeros que un queso Emmental por los que se cuelan un chorro de datos que alimentan a la prensa que ha hecho del caso uno de sus temas estrella. En el ámbito local, la noticia de que los integrantes del actual y del anterior Ayuntamiento están presuntamente implicados en posibles sobornos incrementa las habladurías populares: que si en una caja de las oficinas municipales han encontrado no sé cuántos millones de pesetas, que si varios de los empresarios concernidos han huido al extranjero, que los concejales del equipo de gobierno se están pensado dimitir, que hay una mano negra que lo está moviendo todo, que… La imaginación popular se desborda, en buena medida es lógico ya que desde el final de la ya lejana guerra civil el pueblo no vivía unas jornadas tan controvertidas como las actuales.

   En los partidos políticos comienza una carrera cuya meta no es otra que intentar salvarse de la quema que se avecina. Los que están en el poder para mantenerlo y los que militan en la oposición para suplantar a los anteriores. Los que pueden buscan blindarse ante el temor de que se desate una caza de brujas. Aquellos que lo tienen peor son los que no están aforados ni cuentan con grandes recursos para entorpecer la investigación que el juez Correa ya ha puesto en marcha. Entre ellos están los políticos locales y los representantes de BACHSA en el pueblo. Por ese motivo José Ramón Arbós convoca una reunión en un hotel de Albalat elegido para ocultarse de los reporteros que continúan intentado entrevistarle. A la cita acuden su socio Amador Garcés, el alcalde Javier Blasco y el concejal de urbanismo Guillem Armengol. Vuelve a faltar uno de los convocados: Agustín Badenes.
- ¿Qué sabes de Agustín? – es lo primero que inquiere el alcalde.
- Sigo sin saber nada, parece como si se lo hubiese tragado la tierra – contesta Arbós -, pero lo que ahora importa es como solucionamos esta papeleta.
- Yo he hablado con un amigo que es profesor de la facultad de Derecho de Valencia – explica Armengol - y me ha dicho que antes de que el juez de Madrid me cite a declarar debería buscarme un buen abogado,
- Pues para ese consejo no hace falta ser catedrático – ironiza Arbós -. Yo ya lo tengo. Es quien nos explicó lo de la diferencia entre imputado y acusado.
- A mí – interviene Blasco – me han aconsejado lo mismo en el partido y, además, me han insistido en que no haga ninguna declaración a la prensa.
- Yo creo que nos estamos preocupando demasiado – apunta Garcés -. Tened en cuenta que en esta cacería nosotros no somos más que piezas pequeñas y no creo que se esté montando todo este pollo por unos políticos locales o por unos comisionistas de pueblo. Somos poco arroz para tanto pollo.
- Bueno – interviene otra vez Arbós -, ya oísteis el otro día a mi abogado. Aquí se trata de negarlo todo. Ah, y otra cosa: nada de entrevistas ni declaraciones a la prensa y menos a la tele. Y sobre el fondo del asunto: de momento capear buenamente el temporal y esperar a ver si escampa.

   Escampar no escampa. Al contrario, la tormenta arrecia por días y se complica en todas sus vertientes. La última noticia que se conoce del magistrado Correa es que ha mandado una comisión rogatoria a Andorra y otra a Suiza, paraísos fiscales o al menos países con una legislación laxa en el control de fondos de procedencia incierta, y dónde al parecer podrían haber evadido parte de su fortuna los miembros del consejo de BACHSA. En esta ocasión el auto pone de los nervios a los socios de la almendra central de la empresa.
- Esto se está poniendo del color de la tinta del calamar – comenta muy gráficamente Oriol Bricart.
- Cierto es. Y lo que temo es que se pueda poner peor – puntualiza Juan Antonio Cardona.
- Mientras solo nos toquen el bolsillo… - apunta Rodrigo Huguet para añadir -. A nadie nos gusta que nos saquen los cuartos, pero a lo que tengo miedo es a la cárcel, he oído historias que le ponen a uno los pelos de punta.
- A mí todo esto me preocupa, pero solo hasta cierto punto – comenta Íñigo Arechabaleta -. En esta mierda de país la justicia funciona de puta pena y además el dinero todo lo puede. Lo que realmente me encocora es no saber quién es el canario que ha cantado todo lo que publica la prensa. Le daría una buena mano de hostias y luego se lo cedería a nuestros amigos italianos para que terminaran de pasarlo por la túrmix. Por cierto, ¿dónde coño está el signore Montofarni? Hace días que no se le ve el pelo.
- Se volvió a Italia más cabreado que una mona – contesta Bricart que dirigiéndose a Cardona pregunta -. Antes has dicho que se puede poner peor, ¿a qué te refieres?
- Según nuestros abogados es casi seguro que Correa nos acuse, al menos, de blanqueo de capitales, fraude fiscal, cohecho y tráfico de influencias. Si es así, va a dictar prisión provisional para todos nosotros.
- ¡No! – grita Huguet para añadir con evidente preocupación -. ¿Y eso no hay forma de pararlo?
- Depende del juez – responde Cardona encogiéndose de hombros.
   Los temores se confirman. El magistrado Correa dicta una resolución mediante la cual impone prisión preventiva a los consejeros de BACHSA. Para los miembros que integran el directorio de la empresa el juez decreta prisión incondicional, comunicada y sin fianza. En el auto el juez justifica dicho acto procesal estableciendo que hay fuertes indicios de culpabilidad, que puede existir riesgo de fuga y que los acusados pueden destruir pruebas necesarias para el desarrollo del proceso. Para el resto de los miembros del consejo la prisión será eludible previo pago de una fianza de cien millones de pesetas, cada uno. Además de la prisión provisional, el magistrado también ha acordado la retirada del pasaporte, la prohibición de salir de España y la obligatoriedad de presentarse ante la sala semanalmente. Si violasen cualquiera de los mandatos del auto los acusados entrarían en prisión.

   Ahora toca a los políticos. El juez llama a declarar al actual alcalde y al concejal de urbanismo, así como a los que tuvieron ambos cargos en la anterior legislatura. Al parecer los indicios de los posibles delitos cometidos por los políticos locales no son tan concluyentes como los que han llevado a la cárcel a los empresarios por lo que el magistrado, tras interrogarles, les deja en libertad con cargos. Por el contrario, el juez, a petición de la fiscalía, decreta prisión provisional eludible mediante el pago de una fianza de cuarenta millones de pesetas y la retirada de su pasaporte para el consejero autonómico del Territorio por presunta falsificación de documentos públicos, entre otros el estudio medioambiental necesario para la autorización del PAI de la Marina de Senillar, y por presunto cohecho. Es la noticia que más destacan los medios porque, hasta el momento, es el político encausado de mayor relieve. En los corrillos locales, uno de los aspectos que más llama la atención de lo que se va conociendo sobre las providencias que está tomando el juez Correa son las elevadas sumas que se piden como fianza para eludir la cárcel.
- Cuarenta quilos por un consejero es mucha pasta. Hay algunos meses que no llego a ganarlo – ironiza uno de los operarios que trabaja en el tajo en la cuadrilla que dirige Dimas.
- Pues si te parece mucho cuarenta millones por un politicastro, ¿qué te parecen cien por cada uno de los mandamases de BACHSA? – arguye otro.
- ¿Y qué pasa con la pasta de la fianza, ya no vuelven a verla? – pregunta otro.
- Eso depende – contesta Dimas -. Una vez que se ha pagado la fianza, el dinero permanece en una cuenta bancaria designada por el juzgado hasta la celebración del juicio sin que nadie pueda tocarlo. Y cuando acaba el juicio el acusado puede recuperarla siempre que sea absuelto o que se den otras circunstancias que no conozco en detalle, pero que supongo que serán las que imponga el juez.
- ¿Sabéis lo que os digo? – se pregunta en plan retórico otro operario para inmediatamente darse la respuesta -. Que a esos chorizos no se les tendría que devolver ni una peseta. Dios sabe la de millones que han robado. Lo dicho, ni una puta peseta.