"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

domingo, 29 de julio de 2018

*** Prensa que se lee en mi playa y lo que se deduce


Si en un post anterior decía que la arena es un medio estupendo para observar el carácter de los niños, sostengo que la prensa puede ser un eficaz instrumento para saber qué clase de veraneantes hay en una playa. No en cuanto a su carácter, como decíamos de los críos, pero sí de su procedencia.
He llevado a cabo una miniinvestigación y he descubierto que en Torrenostra se venden periódicos de Madrid, Bilbao, Pamplona, Valencia, Zaragoza, Castellón y Barcelona. Los he enumerado de más a menos ejemplares vendidos. Se supone que de esas ciudades y de su entorno proceden los veraneantes no nativos que pasan el verano en nuestras playas. Es decir, que madrileños, vascos, navarros, aragoneses y catalanes, además de los valencianos, forman el núcleo básico de nuestros visitantes. Y todavía hay empecinados en rotular y publicar únicamente en valenciano. ¡Vaya ojo clínico que tienen y que poco cuidan la actividad económica más importante de un pueblo sin otros ingresos significativos! Su lema es: antes la ideología que la economía. Así terminará luciéndoles el pelo.
Otro dato: también he detectado la existencia de nada menos que de 5 periódicos deportivos, 2 de Madrid, 2 de Barcelona y 1 de Valencia. Y según el dueño del único puesto de prensa son los diarios que más se venden. Un análisis superficial podría hacernos pensar que los españoles somos unos deportistas de tomo y lomo. Pues no. Hay otro dato más elocuente que lo contrarresta. ¿Qué deporte se practica en nuestras playas? El mayoritario con diferencia es el de esa especie de tenis que se juega al borde mismo del agua y al que se le puede llamar cualquier cosa menos deporte. O sea, que los españoles somos deportistas de sillón o meramente contemplativos. Alguien preguntará ¿y qué pasa con los Nadal, Gasol, Indurain…, acaso no son españoles? El refranero contesta a eso: toda regla tiene su excepción.
   Finalmente, el dato de la prensa extranjera y que es muy elocuente sobre el contingente de
veraneantes no españoles que pasan parte del verano en Torrenostra. Solo están a la venta 3
periódicos de más allá de los Pirineos y únicamente se venden unos pocos ejemplares de
Aujourd’hui, Le Monde (el que más me ha sorprendido) y La Gazzetta dello Esport. Y un solo
ejemplar del Corriere della Sera cuyo suscriptor es un matrimonio milanés que desde hace más
de treinta años pasan el verano entre los Abruzzo y la Costa de Azahar. Hay turistas de más
nacionalidades, he oído hablar en inglés, alemán, portugués y algún otro idioma más, pero  si
nos ceñimos a la prensa parece que el mayor contingente de guiris en nuestra playa (así se llama en lenguaje coloquial a los extranjeros) procede de Francia e Italia. Esto último me sorprende dada la gran cantidad de costas que tiene el país transalpino. Lo que sí parece, vista La Gazzetta es que también son muy deportistas, no sé si de sillón como nosotros. Bueno, al fin y al cabo fue la loba romana la que creo nuestras culturas y ambas lenguas tienen como madre el latín. Es lógico que nos parezcamos.