"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 25 de agosto de 2023

Libro IV. Episodio 10. Lo de Cataluña ha sido una ópera bufa

A la pregunta que se hacen en la tertulia de si la proclamación del Estado Catalán convertirá la región en otro polvorín como Asturias, la respuesta se produce en horas. El mismo día que el presidente de la Generalidad proclama la secesión de Cataluña, una compañía de infantería y una batería de artillería llegan a la Rambla de Santa Mónica de la Ciudad Condal y, cuando un capitán se dispone a leer el bando del estado de guerra, unos sublevados empiezan a disparar resultando muertos varios soldados. La respuesta gubernativa es el bombardeo del local desde donde han disparado. Ante la falta de apoyos, los secesionistas se rinden al día siguiente. El general Batet, que manda las tropas del Gobierno, deja pasar el tiempo esperando reducir a los rebeldes.​ En la mañana del 7, el presidente Companys comunica su rendición. El Estado Catalán ha durado 10 horas desde su proclamación. El pueblo respira, a Dios gracias lo de Cataluña solo ha sido una especie de ópera bufa, como lo califican en la tertulia de la perfumería.

En la fracasada rebelión mueren cerca de medio centenar de personas y más de tres mil son encarceladas y puestas bajo la jurisdicción de consejos de guerra. Los militares que se han unido a la insurrección son condenados a muerte, aunque su pena es conmutada por la de prisión perpetua. El presidente y el gobierno de la Generalidad son juzgados por el Tribunal de Garantías Constitucionales y condenados por rebelión militar a 30 años de prisión que no llegarán a cumplir. La autonomía catalana es suspendida indefinidamente y el gobierno de la Generalidad es sustituido por un Consejo designado por el poder central. Se clausura el Parlamento de Cataluña y alrededor de cien ayuntamientos son disueltos. Da la impresión de que la astracanada catalana ha concluido, y que la democrática República española no ha consentido ninguna clase de ataque a la unidad de la nación española.

Los Carreño están contentos porque el rápido desenlace de la intentona secesionista catalana significa que la Armada no tendrá que desplazar a ninguno de sus buques a esa región y, por consiguiente, Álvaro no corre peligro. Ahora, en lo que piensan es en las novedades traídas por el curso 1934-35; las más destacadas son que Jesús, como le sugirió su padre, ha dejado de preparar las oposiciones a vista de aduanas y se ha matriculado en primero de Farmacia; Eloísa, que acabó Magisterio, trabaja a jornada completa en la perfumería del señor Ramírez, mientras espera que se convoquen oposiciones; Concha, además de ayudar en casa, sigue yendo a un taller de la calle Santa Engracia a aprender corte y confección, y Andrés, con sus dieciséis años a cuestas, repite quinto de bachillerato. Pero lo que empieza mayormente a preocupar a los padres del clan es que Pilar, cumplidas ya veintisiete primaveras, siga soltera y sin compromiso. Para sus padres, a esa edad debería estar casada y con algún que otro crío. Julio tuvo la esperanza de que el notario que la invitó a cenar en el Ritz hubiese seguido saliendo con ella pero, ante la decepción de todos, el murciano solo apareció un día por la farmacia para despedirse y no han vuelto a saber de él. Pilar, a través de un conocido que también es notario, se ha enterado de que Luis tiene la notaría en Caravaca de la Cruz, un pueblo de la región murciana.

Lo que resta de año discurre con más pena que gloria, y burla burlando las navidades se asoman a la puerta. Lo mejor para los Carreño es que Álvaro está de vuelta a casa con permiso. Pasadas las Navidades y entrados en el nuevo año de 1935, la vida de los Carreño retoma el pulso acostumbrado. Álvaro se marchó a Ferrol para reintegrarse a su destino y el resto de hermanos siguen a lo suyo.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 11. Los flirteos de Pilar

viernes, 18 de agosto de 2023

Libro IV. Episodio 9. Un Carreño en la Revolución de Asturias

Desde el Gobierno consideran que la revuelta asturiana tiene tintes de guerra civil y adoptan una serie de medidas enérgicas. Los generales Goded y Franco, experimentados jefes militares, son llamados a Madrid para que, desde el Estado Mayor, dirijan la represión de la rebelión. Estos recomiendan que se traigan tropas de la Legión y de Regulares desde Marruecos. También son enviados varios buques de la Armada para bombardear algunos núcleos costeros. Noticias que son debatidas en la tertulia del Comercial. Con todas las noticias frescas sobre el conflicto, Julio llega a casa, se le nota excitado y nervioso y tiene motivos para ello.

   -Me acaban de contar que entre los barcos que el Gobierno ha mandado a Asturias está el crucero Libertad.

   -¿En el que está Álvaro? ¡Oh, Dios mío! ¿Y qué le puede pasar?

   -Mientras esté a bordo supongo que nada, pero si le toca desembarcar, Dios sabe.

Esa noche, la familia Carreño reza fervorosamente un rosario pidiendo al Señor que salvaguarde al primogénito. Y Julia, al día siguiente, va a postrarse a los pies del Cristo de Medinaceli, con fama de milagrero, para rezar por su hijo.

El despliegue de las tropas del Gobierno para sofocar la sublevación se hace por diversos frentes con los objetivos de tomar Oviedo y Gijón y pacificar los valles mineros. Cuando los insurrectos conocen el avance de las tropas gubernamentales, unido a las noticias del fracaso del movimiento revolucionario en el resto de España, cunde el desánimo entre los sublevados y en la noche del 11 de octubre el Comité Revolucionario Provincial ordena la retirada de la capital y se disuelve. Sin embargo, la desbandada no se generaliza y en pocas horas se forma un nuevo Comité dispuesto a continuar la lucha. Los combates prosiguen durante los días siguientes pero, finalmente el día 13, la ciudad de Oviedo es ocupada por las tropas del Gobierno, aunque los combates continúan en las cuencas mineras. El general López Ochoa y el líder de los mineros, Belarmino Tomás, alcanzan un acuerdo tras el que los insurrectos entregan las armas y se rinden. La Revolución de Asturias ha terminado, ahora comienza una sangrienta represión.

Días después de terminar la insurrección asturiana, los Carreño reciben carta de Álvaro en la que el primogénito les cuenta su participación en la revolución: … estábamos fondeados en Vigo de donde el 26 de septiembre zarpamos hacia Ferrol para dar comienzo al período de preparación para el ejercicio de tiro. Pero el día 6 de octubre el comandante recibió la orden de embarcar el Batallón de Infantería número 29 y, en cuanto estuviera a bordo, partir inmediatamente hacia Gijón para sofocar el movimiento revolucionario allí iniciado. El día 7, de madrugada, fondeamos en el puerto de El Musel, desembarcando las tropas y seguidamente ese mismo día, anocheciendo, bombardeamos el acantilado de Santa Catalina en el que se habían hecho fuertes los rebeldes. El día 10, y formando parte de la columna de desembarco del buque, hice tierra en Gijón en cuya población estuvimos prestando servicio de vigilancia y protección, hasta el día 25 en el que embarqué de transporte en el acorazado Jaime I saliendo ese mismo día para Ferrol donde llegamos en la misma jornada y reintegrándome inmediatamente a mi destino en el crucero Libertad…

Álvaro sigue contándoles cómo se sintió en su primera acción de guerra: angustia por lo que podía pasarle y ansiedad para no flaquear. Apenas si entró en combate pues, antes que ellos, habían  desembarcado los legionarios y regulares. En las dos semanas en tierra la mayor parte la dedicó al servicio de vigilancia y no tuvo que desenfundar la pistola reglamentaria. Al final hay una posdata que dice: Radio Macuto ha hecho correr el rumor de que es posible que nos manden a Cataluña.

La posdata de Álvaro tiene su razón de ser: al calor del clima revolucionario, el 6 de octubre, el presidente de la Generalidad, Lluís Companys, proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. El general en jefe de Cataluña, siguiendo órdenes del Gobierno central, proclamó el estado de guerra. En el resto de España flota una pregunta: ¿estamos ante otra revolución cómo la asturiana? Interrogante, que como no, comparten los Carreño, pues Álvaro puede volver a verse metido en el fregado. Y nunca se sabe lo qué puede pasar.

           

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 10. Lo de Cataluña ha sido una ópera bufa

viernes, 11 de agosto de 2023

Libro IV. Episodio 8. Suances

 Dado que Julia no solo desconoce Suances, sino toda la costa santanderina, pide a su amiga:

   -Cuéntame más, por favor.

   -Está al lado de Santillana del Mar, que a lo mejor te suena. Es un pueblo chiquito, pero, como te digo, encantador y muy tranquilo porque, aunque cuenta con unas playas estupendas, no tiene la fama de otras localidades santanderinas como San Vicente de la Barquera o Castro Urdiales.

   -¿Y será fácil alquilar una casita cerca de alguna de las playas?

   -Creo que no habrá problema. Te facilitaré la dirección de unos conocidos que viven allí, os ponéis en contacto diciéndoles que sois amigos nuestros y os pueden ayudar a alquilar una casa para el verano.

Julia lo habla con su marido y optan por probar lo de veranear en Suances. Los chicos protestan, pero, ante la decisión tomada por los padres, la protesta es más formularia que real. La pareja decide repartirse la prole puesto que la farmacia seguirá abierta en verano. Julia se llevará a Suances a los cuatro pequeños: Concha, Andrés, Ángela y Froilán. Julio se quedará en Madrid con los mayores: Pilar, Julián, Jesús y Eloísa y Paca. En cuanto a Álvaro sigue navegando a bordo del Libertad.

Julio, al tener más tiempo libre, asiste con mayor frecuencia a la tertulia del café Comercial. El tema más debatido, como no podía ser de otro modo, es la inestable situación política del país, aunque quizá la noticia más impactante es una que proviene de Alemania: el irresistible ascenso al poder de Hitler. 

Pocos días después de que la mitad de los Carreño se hayan ido a Suances, ocurre un suceso que provoca un controvertido debate en la tertulia del Comercial. Muere Hindenburg, el militar y estadista que ha sido presidente de Alemania en los últimos años, circunstancia que aprovecha Adolf Hitler para autonombrarse presidente del país, al tiempo que mantiene la cancillería, y se otorga el título de Führer. Los tertulianos liberales e izquierdistas lo tienen claro.

   -Siempre dije que el tío del bigotito a lo Charlot era un dictador como un pino y si alguien tenía duda habrá dejado de tenerla –afirma Iglesias.

   -Yo no sé si es un dictador, lo que sí sé es que está levantando Alemania y para eso has de tener al pueblo, al menos a la mayoría, apoyándote –arguye Rúas.

Julio que, sin abrir la boca, asiste al debate no sabe a qué carta quedarse. Por un lado, está convencido de que un político, que acapare demasiado poder, no es bueno para la sociedad; por otro, su experiencia como comerciante le dice que, para que un país prospere, ha de haber paz y trabajo y eso parece que Hitler lo está consiguiendo.

El mes de agosto discurre pronto y los Carreño que han estado en Suances retornan a Madrid. Cuentan y no paran de lo bien que se lo han pasado en el pueblo cántabro; vuelven encantados de sus playas, del clima tan agradable y de una gente muy amable, de tal manera que no les importaría repetir. De ninguna manera podían sospechar los Carreño el importante papel que iba a desempeñar el pueblecito cántabro en su vida, al menos en la de buena parte de la familia.

Ha comenzado el otoño y la zozobra que solivianta a buena parte de la sociedad española se acrecienta por la inestabilidad política de los gobiernos de Lerroux y la actividad de la derechista CEDA, partido al que los izquierdistas motejan de profascista. La agitación recorre el país, pero es especialmente en Asturias donde se materializa, pues de febrero a octubre se han declarado seis huelgas generales, afectando especialmente a las cuencas mineras. Además, en la región asturiana es donde la organización de la Alianza Obrera, formada por la UGT y el PSOE, ha logrado integrar plenamente a los anarquistas de la CNT. Y llevan tiempo preparando la insurrección contra el gobierno, robando armas de las fábricas de armamento de Oviedo y Trubia y acumulan otras muchas que han traído de Éibar, a través de una red creada por las Juventudes Socialistas, así como se han hecho con dinamita de las cuencas mineras.

Como estaba planeado, la huelga revolucionaria en Asturias se inicia en la madrugada del 5 de octubre y los mineros se hacen rápidamente con el control de toda la cuenca minera. Las acciones de los sublevados llevan a la rendición de muchos cuarteles de la Guardia Civil, a lo que se suma el triunfo de las milicias obreras en las inmediaciones de Oviedo sobre un batallón de infantería y una sección de Guardias de Asalto enviados por el gobierno. Pese a esas victorias revolucionarias, en la capital del Principado el movimiento insurreccional no triunfa plenamente, aunque las columnas de los mineros penetran en la ciudad y cercan varios cuarteles. En Gijón, la sublevación se ve condicionada por la falta de armas y municiones. A los tres días de iniciada la insurrección, buena parte de Asturias se encuentra en manos de los revolucionarios que organizan un Ejército rojo formado en su mayoría por mineros y obreros.

Todas las noticias sobre los movimientos revolucionarios asturianos son acogidos con temor por miles de familias españolas, entre ellas por los Carreño, pues tienen hijos en edad militar y su primogénito forma parte activa de la Marina española. Esperemos que todo quede en un intento, implora Julia al Cristo de Medinaceli.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 9. Un Carreño en la Revolución de Asturias

viernes, 4 de agosto de 2023

Libro IV. Episodio 7. Jesús estudiará Farmacia

Los Carreño, salvo Álvaro, están todos en casa dado que el ejército le ha dado a Julián la licencia indefinida, pues la controvertida reforma del ejército de Azaña ha reducido el servicio militar obligatorio a 12 meses y a 4 semanas para los bachilleres y universitarios.

   -Bien, hijo, ya era hora de que acabases la mili. ¿Qué piensas hacer? –quiere saber Julio.

   -Papá, he estado pensando en lo que hacíamos en Plasencia con la venta ambulante de los productos de la droguería. ¿Por qué no lo repetimos aquí con los productos de farmacia? Me he enterado de que en la provincia de Madrid hay muchos pueblos pequeños en los que no hay farmacia, podría ser un buen negocio vender en ellos medicinas y preparados sin que sus vecinos tengan que desplazarse a otra localidad. ¿Qué te parece?

   -Que es una buena idea, pero para eso necesitaríamos una camioneta que no tenemos. Déjame que haga números, que lo hable con Pilar y estudiaremos si es factible. ¿Y mientras tanto qué vas a hacer?

   -En SEPU me han ofrecido que siga con ellos trabajando la jornada completa y me han insinuado que en un plazo corto me pueden subir de categoría. Si no tienes inconveniente seguiré allí, más vale malo conocido que bueno por conocer.

Una vez resuelto el futuro inmediato de Julián, el padre del clan se fija como siguiente objetivo clarificar la situación de Jesús quien, a su juicio, está desperdiciando el hecho de ser bachiller.

   -Vamos a ver Jesús, esto ya lo hemos hablado antes, pero de ahí no hemos pasado. Creo que ya es hora de que resolvamos tu situación. Lo de las oposiciones a vista de aduanas no acaban de convocarse y, mientras, el tiempo va pasando. Opino que, por el momento, deberías olvidarte de esa salida y desempolvar tu título de bachiller. Ya ves lo bien que nos va con la farmacia gracias a Pilar, ¿pero qué puede pasar sin algún día tu hermana se casa y se va a vivir a otra ciudad? Ya sabes que ha salido a cenar con un chico que es notario. Suponte que sigan con la relación y se casan, se tendrá que ir adonde él tenga la notaría. Y si nos quedamos sin título, adiós farmacia y adiós modus vivendi. ¿Qué dices a eso?

   -Que sí, papá, que tienes razón, pero yo ¿qué pinto en todo eso?

   -Pues que eres el más idóneo para sustituir a tu hermana en el supuesto de que tenga que dejarnos y para eso deberías estudiar Farmacia.

   -Papá, que son cinco años de carrera y eso es mucho tiempo, y yo he perdido el hábito de estudio y… hago falta en la farmacia y… -A Jesús, que maldita la gracia que le hace la sugerencia de su padre, no se le ocurren más argumentos para rechazarla.

   -A ver, pongamos las cosas en su sitio. Son cinco años, pero podrías acortarlos matriculándote en más asignaturas de un curso. Lo de que hayas perdido el hábito de estudio, francamente, no me lo creo pues sigues preparándote para lo de la oposición de vista; en cuanto a que hagas falta en la farmacia, si sobra algo en esta familia son manos que ayuden a tu hermana. Por consiguiente, en septiembre debes matricularte en primero de Farmacia y de algunas asignaturas de segundo. La familia te necesita –remacha Julio, que se ha puesto serio.

Jesús, agacha la cabeza, sabe perfectamente que, cuando su padre alude a las prioridades familiares, las demás razones desaparecen como por arte de magia. Le joroba un montón, pero va a tener que estudiar Farmacia. Aquella noche, en la cama, Julio cuenta a su esposa las conversaciones mantenidas con sus dos hijos mayores en ausencia de Álvaro. Y ya metidos en harina piensan en el futuro del resto de la camada.

   -A mí me gustaría que Andrés fuese abogado, tiene buena planta –dice Julia.

   -¿Y qué tiene que ver la buena planta con estudiar Derecho, mujer? Además, con lo mal estudiante que es cualquier carrera le costará un siglo terminarla. Creo que se le daría mejor el comercio, tiene labia y desparpajo no le falta.

   -¿Y qué tendría que estudiar en la universidad para ser comerciante? –pregunta ella.

   -Ambos fuimos comerciantes y no estudiamos en ninguna universidad, pero admito que las cosas han cambiado y es posible que ahora haya estudios para ello. Lo preguntaré. Oye, ¿y Ángela, que sí que es estudiosa, no podría también hacer Farmacia?

   -Es una buena idea y creo que le gustará. ¿Y de Froilán, qué hacemos con él?

   -Yo lo veo como un brillante ingeniero pero, claro, falta mucho para eso.

   -Y una vez más nos hemos olvidado de Concha.

   -A Concha lo que hay que hacer es buscarle un buen marido –afirma Julio rotundamente.

Mientras los Carreño planean el futuro de sus hijos, el país ha entrado en un bucle de marcada inestabilidad política. El año ha comenzado con un gobierno encabezado por Lerroux, pero que solo dura hasta marzo. El líder radical forma nuevo gobierno que solo aguanta mes y medio, y al que sustituye el quinto gobierno radical, encabezado esta vez por Samper. Es el noveno gobierno desde el advenimiento de la II República, lo que supone un poder ejecutivo diferente cada cuatro meses. Paradójicamente, todos los partidos políticos parecen estar descontentos, tanto los de derechas como los de izquierdas, lo que es señal de la existencia de una grave y larvada enfermedad en la sociedad española.

Como la mayoría de los Carreño no se preocupa por la inconsistencia política, al llegar el verano la familia se plantea qué playa escoger para el veraneo. Una vez más no se ponen de acuerdo, la gente joven prefiere la costa mediterránea y los padres, que tienen el voto decisivo, están indecisos. El impasse termina resolviéndose de la forma más inesperada. Desde que el señor Damián empleó a Eloísa, el perfumista ha ido estrechando su amistad con Julio, amistad que ha trascendido a sus esposas. Ambas parejas, una vez a la semana, generalmente los sábados, salen a cenar y las mujeres suelen visitarse siempre que sus ocupaciones familiares lo permiten. Toman un refrigerio o una infusión y hablan de lo que suelen hacer dos amas de casa y madres de familia: de los problemas que dan los hijos, de lo cara que está la vida, de los cotilleos del barrio… Aunque últimamente, sus charlas están derivando hacia temas de más enjundia desde el momento en que dejaron atrás las formas de la creciente sociedad burguesa.

   -¿No cree usted, señora Carreño, que llevamos demasiado tiempo tratándonos para seguir hablándonos de usted? Lo de señora Carreño arriba, señora Ramírez abajo creo que es una antigualla. Prefiero que me llame como me bautizaron, María del Rosario, y como es un nombre tan largo las amigas, entre las que usted se cuenta, me llaman simplemente Charo.

   -Estoy de acuerdo contigo, Charo. Y puedes llamarme Julia.

A partir de ese momento, Charo y Julia es cuando se convierten en verdaderas amigas. A Julia le ha costado poco, pues no lleva en Madrid el tiempo suficiente para haber hecho nuevas amistades. Y Charo, pese a que vive en Madrid tras su casamiento, tampoco parece ser de muchas amigas. Ambas han percibido que, pese a que nacieron en regiones tan distintas y separadas, como la extremeña y la valenciana, y que han recibido formaciones muy diferentes, son más los lazos que las unen que los que las separan. Esta tarde, Julia está contando a su amiga la discusión que tuvieron en casa la noche anterior porque no se ponen de acuerdo donde ir a veranear y le pide su opinión.

   -¿Y ustedes…, perdón, y vosotros, dónde pasáis el verano?

   -Lo solíamos pasar en una casita que heredé de mis padres cerca de la playa valenciana de Las Arenas, pero desde que el médico le recomendó a Damián un clima más fresco vamos al norte. Hemos veraneado en Galicia, en la playa de Sanxenxo; en Asturias, en la de Ribadesella, y en los últimos años nos hemos decantado por un pueblecito santanderino, poco conocido pero muy agradable, Suances.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 8. Suances