"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 30 de septiembre de 2022

Libro III. Episodio 164. El desembarco de Alhucemas

    Como han hecho en años anteriores, los Carreño se han ido dos semanas a Los Caños de Meco. La quincena de playa discurre plácidamente, con solo un pequeño lunar: Julia le ha comprado un bañador a Pilar como premio por sus buenas notas, bañador que la joven se niega a ponerse. Se trata de un traje de baño negro de una pieza con mangas, perneras y un mínimo escote.

   -Mamá, te doy las gracias por el regalo, pero no pienso ponerme ese maillot que es del tiempo de doña Juana la Loca. Se iban a reír de mí hasta los cangrejos.

   -Entonces, ¿cómo piensas bañarte, desnuda?

   -Con el bañador que me compré en una boutique madrileña de Serrano. Y que es del tipo que usan todas mis amigas. Mañana cuando me lo ponga ya verás cómo te gustará.

   -¿Y qué hago con el maillot, me lo como?

   Cuando al día siguiente, Julia ve a su hija con el nuevo bañador casi le da un síncope, pues el traje deja al descubierto brazos y piernas y su escote casi llega al principio del canalillo entre los pechos. Madre e hija tienen una pelotera que solo la intermediación de Álvaro consigue apaciguar. El chico consigue calmar a su madre explicándole que el bañador es la última moda entre la gente joven y que considera lógico que Pilar lo prefiera al que le ha regalado. Julia, mal que bien, da su brazo a torcer; piensa que quizá sea cierto que se ha quedado anticuada.

   En cuanto termina la quincena, la familia regresa a casa, pues han de realizar los preparativos para la marcha de Álvaro, que debe estar en la Escuela Naval el primero de agosto; luego, como de costumbre, irán a Pinkety.

   El 29 de julio Álvaro se despide de los suyos. Julio ha querido llevarlo en la Fiat, pero el chico se ha empeñado en irse solo. A partir de ahora debe acostumbrarse a andar por la vida sin tacatacas ni escoltas. La despedida es un momento emocionante para todos. Julia y Paca no pueden contener las lágrimas, Julio siente un nudo en la garganta y los hermanos salen a la puerta de la casa para dar a su tato una despedida coral. Álvaro llega a San Fernando y desde el primer momento congenia con el ambiente, la disciplina y el compañerismo de la Escuela. Así se lo dice a los suyos, a quienes escribe semanalmente, contándoles las mínimas incidencias que se producen en el centro. Incluso acepta como algo natural las novatadas que los alumnos de los cursos superiores gastan a los principiantes.

   A primeros de septiembre, Julio se sorprende al llegar a la tertulia pues hay un debate vivísimo. El objeto del mismo es la noticia que ha aportado el comandante Liaño, como todas las que versan sobre la guerra de África: el último día de agosto se reunieron en Algeciras el general francés Pétain y el español Miguel Primo de Rivera. El objetivo: trazar un plan de acción conjunta contra Abd el-Krim para terminar la guerra del norte de Marruecos. Como suele suceder, entre los tertulianos hay dos bandos: los que creen que es una pérdida de tiempo y los que opinan que eso puede suponer el fin de la rebeldía rifeña.

   -¿Y usted qué opina, comandante? –pregunta Julio, para quien la opinión del militar es la única válida en el asunto.

   -Esa reunión tendría que haberse producido antes, pero más vale tarde que nunca. Si los ejércitos de ambas naciones atacan conjuntamente a las fuerzas de Abd-el.Krim, los rifeños ya no tendrán al Protectorado francés como santuario donde guarecerse. Si ocurre eso, los días de la guerra de África están contados.

   El resultado de la reunión de los dos generales produce la histórica resolución de que los ejércitos de ambas naciones atacarán la rebeldía rifeña. Como explica el comandante Liaño a sus contertulios, poniéndose melodramático.

   -Primo de Rivera que, al principio de su dictadura, tuvo intención de limitar la presencia española a las zonas contiguas a Ceuta y Melilla, que son de soberanía española, ha cambiado de opinión ante la presión de sus compañeros de armas y ha decidido acabar con la rebelión de Abd el-Krim, y para eso ha llegado a un acuerdo con los franceses. Primo ha tomado una decisión arriesgada: realizar una operación anfibia con un desembarco masivo de tropas franco-españolas en alguna de las zonas de asentamiento de la cabila de Beni Urriaguel que constituye el foco principal de la rebelión.

   El 8 de septiembre, el ejército y la marina española y, en menor medida, un contingente francés, realizan un desembarco en la mediterránea bahía de Alhucemas, lugar elegido para el ataque. Va a ser la primera vez en la historia militar que intervendrán de manera conjunta en apoyo al desembarco fuerzas aéreas, navales y de tierra, bajo un mando unificado. En Plasencia, el comandante Liaño sigue al minuto la operación. Ha arrumbado su vieja radio de galena de corto alcance y se ha comprado un moderno aparato de radio, de la prestigiosa marca alemana Telefunken, que le permite sintonizar las principales emisoras de radio. Como tampoco tiene nada mejor que hacer, está pegado al aparato la mayor parte de la jornada para luego contarlo a sus amigos del casino. 

   -Puesto que la operación, además de inédita es de gran envergadura y en su preparación han participado múltiples agentes, parece que el plan del desembarco llegó a los oídos de Abd el-Krim, por lo que mandó fortificar y minar la zona en la que se iba a producir la invasión. Esta circunstancia, de la que a su vez se enteró el Alto Estado Mayor español, le obligó a cambiar el lugar previsto del desembarco, optando por playas al oeste de la bahía de Alhucemas. El primer objetivo era apoderarse de dichas playas; el segundo objetivo era tomar algunas de las calas adyacentes o bien aprovechar el éxito inicial para profundizar y ampliar la cabeza de puente.

   -¿Y cómo se ha producido el desembarco? –pregunta el doctor Lavilla.

   -Se han empleado barcazas de madera tipo K, compradas a los británicos. Apoyados por los cañones de las escuadras española y francesa y el bombardeo de la aviación, la primera oleada de tropas desembarcó bajo un intenso fuego enemigo. Enseguida se descubre que la playa de la Cebadilla está minada. Detonadas las minas, comenzó la segunda oleada, emprendiéndose un trabajoso avance hasta ocupar las alturas que dominan la playa. En un primer momento desembarcaron unos 9000 hombres y durante el resto del día se desembarcó el material pesado. Al caer la tarde, la artillería rifeña reanudó un fuego graneado contra nuestras tropas y la escuadra, causando numerosas bajas y alcanzando a los acorazados Alfonso XIII y Jaime I, que sufrieron daños menores. La artillería rifeña fue respondida por un ataque aéreo español, y al final del día unos 13000 hombres estaban ya en tierra habiendo ocupado las playas y algunas calas, posteriormente continuó el avance, ocupándose la línea de alturas que dominan la bahía. El 30, tras un nuevo periodo de mal tiempo, se inició la fase final de la penetración terrestre. Una vez dominada la bahía de Alhucemas, solo faltará asegurar los territorios contiguos para derrotar definitivamente a las fuerzas del Abd el-Krim.

   -¿Y cuántas fuerzas han intervenido en el desembarco? –quiere saber Galiana.

   -Han sido dos brigadas reforzadas de infantería, tres baterías de artillería, dos banderas de la Legión, tres tabores de regulares y unidades de ingenieros, intendencia y sanitarias que fueron trasportadas en dos convoyes, uno que partió de Ceuta y otro de Melilla. Además, y también por primera vez en la historia militar, varios carros de combate fueron desembarcados para apoyar el asalto de la infantería.

   -¿Y los moros cuántas fuerzas tenían? –vuelve a preguntar el ferretero.

   -Se estima que Abd el-Krim cuenta con unos 9000 hombres dotados de armamento ligero, aunque también cuentan con ametralladoras pesadas y algunos cañones que cogieron a nuestras tropas en la derrota de Annual. 

   Julio, que es uno de los que con más atención escucha a Liaño, interviene para narrar lo que le ha contado en una llamada telefónica su hijo Álvaro, pues lógicamente en la Escuela Naval se sigue al minuto la operación.

   -La armada española ha colaborado, además de con los acorazados citados por el comandante, con cuatro cruceros y el porta-hidroaviones Dédalo, amén de otras unidades de menor rango como cañoneras y torpederos, más los buques de transporte de tropa y apoyo logístico. Y los franceses apoyan la operación con un acorazado, dos cruceros, dos torpederos y un remolcador con globo cautivo.

   -¿Y nuestras tropas quién las mandaba? –pregunta don Romualdo.

   -El mando unificado lo ostenta el general Primo de Rivera, y como jefe ejecutivo de las fuerzas de desembarco el general Sanjurjo. De los demás, solo recuerdo otro nombre, el del coronel Franco al mando de los tercios legionarios.

   -¿Será el fin de la guerra de África? –pregunta Julio.

   -Si la operación se desarrolla como está planificada, es más que probable que, de una vez por todas, se acabe la pesadilla de la guerra contra los rifeños –pronostica Liaño.

   Parece que a pesar de las detalladas explicaciones del comandante sobre el desembarco de Alhucemas, hay tertulianos que quieren saber más. Es el caso de Galiana el ferretero, que pregunta:

   -Antes ha mencionado bombardeos aéreos, ¿qué participación ha tenido la aviación?  

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro III, La segunda generación, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 165. Préstamo para un Ford T