"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 17 de noviembre de 2017

27. ¿Torrenostra?, ¿dónde cae eso?



   En dos agencias sevillanas de viajes unos empleados, bien por ser novatos, poco profesionales o estar de guasa, al ser preguntados por sendos clientes sobre como viajar y donde encontrar alojamiento en Torrenostra han respondido:
-¿Torrenostra?, ¿dónde cae eso?
   Los dos clientes que han hecho esa gestión no es que sean demasiado viajados ni precavidos y no se han preocupado en dejar tras sí rastros de adónde quieren viajar, quizás porque piensan que no tienen nada que ocultar. El primero de ellos es Francisco José Salazar, el primogénito del antiguo Conseguidor, a quien su madre tras mucho insistir y rogar ha convencido de que lo mejor para la familia es que avise a su padre de que se ha descubierto su paradero y de paso pedirle ayuda para paliar su precaria situación. El joven ha accedido a regañadientes y lo ha hecho más por su madre que por lo que le pueda pasar a su padre si le echa mano la justicia o algunos personajes que lo andan buscando, ¡Dios sabe para qué!. Algo que no es que le quite precisamente el sueño. Anda escaso de caudales por lo que ha insistido en la agencia que quiere un viaje y un alojamiento lo más barato posible.
   En el mismo caso que el primogénito de Salazar está Rocío Molina, la pinturera mozuela sevillana, ahora ya no tan mozuela, por la que Curro perdió la cabeza en aquellos años gloriosos en los que apaleaba los euros como si fueran gavillas en una era y que fue la principal causante de que abandonara a su familia. El sindicalista Pepote el Salvaculos, que fue mentor de Salazar, ha terminado convenciéndola de que, pese a la malquerencia que ahora tiene a Curro, si le avisa del potencial peligro que corre tendrá la oportunidad de cobrarle el favor recordándole lo del montaje de una peluquería que le prometió el exsindicalista. Su presupuesto también es exiguo por lo que insiste en la agencia en que tanto el hotel como el viaje han de ser los más económicos.
   Los otros que también quieren contactar con Curro Salazar, más astutos y cautelosos, lo que han hecho ha sido meterse en internet y han tecleado torrenostra. hoteles. Visto la existencia de un único establecimiento hotelero, justo en el que se aloja el exsindicalista, han derivado su búsqueda hacia las poblaciones próximas: Torreblanca, Marina d´Or, Alcossebre, Orpesa del Mar, Benicàssim y hasta alguno ha buscado en Peñíscola y Castellón. En Torreblanca, el municipio al que pertenece Torrenostra y por tanto el más cercano al alojamiento de Curro, han encontrado poco donde elegir, solo hay hostales, pensiones y paradores de carretera. En cambio, en las otras localidades las ofertas son amplias y diversas.
   Uno de los que ha entrado en internet es Jaime Sierra, antiguo director de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), cuya cualidad más relevante para haber sido elegido por el grupo de Felipe Muñoz es que conoce personalmente a Curro y, sobre todo, que está en el paro lo que viene a decir que debe ser escasamente solvente, algo relevante en el supuesto de una sanción pecuniaria de la justicia o de una fianza si las cosas salen mal. El propósito de la camarilla es que contacte con Salazar y le ofrezca ayuda y dinero para que, en caso de que le capturen y tenga que declarar ante la juez instructora, dé la versión de los hechos que ellos han elaborado.
   Otro de los que andan con tiento es Alfonso Pacheco, funcionario del Cuerpo Superior Facultativo de Ingenieros de Montes y antiguo político de la Junta. Ha sido el elegido por el grupo formado por funcionarios públicos y que capitanea Gabriel Salcedo. La única baza que le ha hecho acreedor a ser el enviado estriba en que es paisano de Curro, aunque al ser bastante más joven no llegó a coincidir con el antiguo Conseguidor en los tiempos en que vivían en Zahara de los Atunes. Tiene un solo objetivo: convencer a Salazar, en el supuesto de que comparezca ante la justicia, de que declare que todos ellos, como funcionarios públicos, se limitaron a cumplir las órdenes que sus superiores jerárquicos les dieron. A cambio se comprometen a maniobrar para que su posible sentencia sea la más leve posible.
   Un quinto enviado que tampoco ha recurrido a las agencias de viajes es Pepillo Jiménez, más conocido como el Chato de Trebujena que era su nombre de guerra cuando fue profesional del mundo del boxeo. Al Chato se lo ha dado todo hecho la gente que lidera Juan Antonio Almagro, el exconsejero que estuvo en el grupo organizado por Felipe Muñoz y del que se apartó por no estar de acuerdo con su estrategia. Si envían al antiguo pugilista es porque pretenden que dé un correctivo a Curro con la amenaza añadida de que si no cierra la boca la siguiente paliza podría tener consecuencias irremediables.
   El sexto hombre que ha recibido el encargo de establecer contacto con Salazar es Carlos Espinosa, escogido por el grupo de empresarios que comanda Eduardo Gálvez. Espinosa es hombre curtido en viajes de todo tipo. Al contrario que el Chato no ha necesitado a nadie para organizar su viaje a la Costa de Azahar, zona que conoce bien porque durante un tiempo dirigió un hotel en la ciudad de Castellón de La Plana. Su misión es conseguir que Curro acepte irse al extranjero con el respaldo de la camarilla empresarial.
   Hasta hay un séptimo enviado que es el que tiene el encargo más drástico: liquidar a Curro si no se aviene a marcharse al extranjero y que es el plan B del grupo de Gálvez. Se trata de un georgiano de Anaklia llamado Grigol Pakelia, al menos ese es el nombre que figura en su pasaporte; mejor dicho, en uno de sus pasaportes. Llegó a España ejerciendo de chulo de dos jóvenes eslavas que terminó entregando a una de las mafias rusas que operan en la Costa del Sol a cambio de una sustanciosa compensación en la que se incluía su integración en la banda de hampones. Si sus jefes lo han elegido para realizar el trabajo encargado por Gálvez y sus amigos es porque quizá sea, de entre los integrantes de la banda, el que parece menos ruso. Los antepasados georgianos de su familia materna le han legado una piel cetrina y unos ojos oscuros, de tal forma que podría pasar por español, lengua que ha aprendido rápido con esa extraña facilidad que tienen los caucasianos para los idiomas. Viaja ligero de equipaje, quizá lo que más pesa en su bolsa es una Griazev-Shipunov GSh-18, pistola de última generación y que es una de las que equipa a las fuerzas especiales rusas, las temidas Spetnaz. Una característica única de la GSh-18 es el marco polímero compuesto de fibra de vidrio reforzada con poliamida, lo que reduce el peso de la pistola y aumenta su fiabilidad en las circunstancias más adversas. Otro de sus rasgos es su capacidad para perforar chalecos antibalas de segunda clase, algo que ninguna de sus competidoras en el mercado armamentístico ha conseguido, ni la austriaca Glock ni las alemanas SIG-Sauer y Heckler & Koch. Le han facilitado los datos personales de su objetivo y contemplando la foto de Salazar, Pakelia considera que no va a tener ninguna complicación en pasaportarlo, podrá liquidarlo con las manos o con su inseparable cuchillo plegable afgano, que no es la mejor arma blanca del mundo, pero que le sirve de recordatorio de uno de los episodios más dramáticos de su enrolamiento en el ejército ruso. Durante la guerra de Afganistán, un día los muyahidines tendieron una emboscada a su pelotón. Cuando uno de ellos le arrancó el cinturón, le bajó el pantalón hasta las rodillas y sintió el contacto de unos dedos ásperos en su pene comprendió horrorizado que iba a castrarle, algo que los muyahidines hacían a los prisioneros del Ejército Rojo; la inopinada llegada del resto de su destacamento lo salvó. Desde entonces guarda la llamada lohar afgana como si fuera el amuleto que le preserva intactas sus partes pudendas. La banda no ha necesitado ir a una agencia de viajes ni entrar en internet para organizar el viaje de su hombre a la Costa de Azahar, les ha bastado una inocente llamada telefónica a uno de sus compinches indicándole que su amigo Pako, es el nombre de guerra de Grigol por su relativa proximidad fonética con Pakelia, irá a pasar unos días con él.
   Siete son los enviados por las diferentes camarillas para entrevistarse o lo que sea con Curro. Dos que quieren ponerle en guardia de que su escondite ha sido descubierto y, al tiempo, pedirle dinero. Cuatro que pretenden pactar con él para que, en su caso, haga unas declaraciones previamente cocinadas o que se vaya al extranjero. Y uno cuyo objetivo es que se quede dónde está pero bajo unos palmos de tierra. Estos siete, no se sabe si galgos o podencos, son lo que se encaminan a una playa perdida, y demasiado tranquila al decir de algunos, del litoral que recibe el turístico apelativo de la Costa de Azahar. Quien primero llegue o quien primero hable con Curro, ¿se llevará el premio de lograr que acepte su propuesta?

PD.- Hasta el próximo viernes