"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 11 de agosto de 2023

Libro IV. Episodio 8. Suances

 Dado que Julia no solo desconoce Suances, sino toda la costa santanderina, pide a su amiga:

   -Cuéntame más, por favor.

   -Está al lado de Santillana del Mar, que a lo mejor te suena. Es un pueblo chiquito, pero, como te digo, encantador y muy tranquilo porque, aunque cuenta con unas playas estupendas, no tiene la fama de otras localidades santanderinas como San Vicente de la Barquera o Castro Urdiales.

   -¿Y será fácil alquilar una casita cerca de alguna de las playas?

   -Creo que no habrá problema. Te facilitaré la dirección de unos conocidos que viven allí, os ponéis en contacto diciéndoles que sois amigos nuestros y os pueden ayudar a alquilar una casa para el verano.

Julia lo habla con su marido y optan por probar lo de veranear en Suances. Los chicos protestan, pero, ante la decisión tomada por los padres, la protesta es más formularia que real. La pareja decide repartirse la prole puesto que la farmacia seguirá abierta en verano. Julia se llevará a Suances a los cuatro pequeños: Concha, Andrés, Ángela y Froilán. Julio se quedará en Madrid con los mayores: Pilar, Julián, Jesús y Eloísa y Paca. En cuanto a Álvaro sigue navegando a bordo del Libertad.

Julio, al tener más tiempo libre, asiste con mayor frecuencia a la tertulia del café Comercial. El tema más debatido, como no podía ser de otro modo, es la inestable situación política del país, aunque quizá la noticia más impactante es una que proviene de Alemania: el irresistible ascenso al poder de Hitler. 

Pocos días después de que la mitad de los Carreño se hayan ido a Suances, ocurre un suceso que provoca un controvertido debate en la tertulia del Comercial. Muere Hindenburg, el militar y estadista que ha sido presidente de Alemania en los últimos años, circunstancia que aprovecha Adolf Hitler para autonombrarse presidente del país, al tiempo que mantiene la cancillería, y se otorga el título de Führer. Los tertulianos liberales e izquierdistas lo tienen claro.

   -Siempre dije que el tío del bigotito a lo Charlot era un dictador como un pino y si alguien tenía duda habrá dejado de tenerla –afirma Iglesias.

   -Yo no sé si es un dictador, lo que sí sé es que está levantando Alemania y para eso has de tener al pueblo, al menos a la mayoría, apoyándote –arguye Rúas.

Julio que, sin abrir la boca, asiste al debate no sabe a qué carta quedarse. Por un lado, está convencido de que un político, que acapare demasiado poder, no es bueno para la sociedad; por otro, su experiencia como comerciante le dice que, para que un país prospere, ha de haber paz y trabajo y eso parece que Hitler lo está consiguiendo.

El mes de agosto discurre pronto y los Carreño que han estado en Suances retornan a Madrid. Cuentan y no paran de lo bien que se lo han pasado en el pueblo cántabro; vuelven encantados de sus playas, del clima tan agradable y de una gente muy amable, de tal manera que no les importaría repetir. De ninguna manera podían sospechar los Carreño el importante papel que iba a desempeñar el pueblecito cántabro en su vida, al menos en la de buena parte de la familia.

Ha comenzado el otoño y la zozobra que solivianta a buena parte de la sociedad española se acrecienta por la inestabilidad política de los gobiernos de Lerroux y la actividad de la derechista CEDA, partido al que los izquierdistas motejan de profascista. La agitación recorre el país, pero es especialmente en Asturias donde se materializa, pues de febrero a octubre se han declarado seis huelgas generales, afectando especialmente a las cuencas mineras. Además, en la región asturiana es donde la organización de la Alianza Obrera, formada por la UGT y el PSOE, ha logrado integrar plenamente a los anarquistas de la CNT. Y llevan tiempo preparando la insurrección contra el gobierno, robando armas de las fábricas de armamento de Oviedo y Trubia y acumulan otras muchas que han traído de Éibar, a través de una red creada por las Juventudes Socialistas, así como se han hecho con dinamita de las cuencas mineras.

Como estaba planeado, la huelga revolucionaria en Asturias se inicia en la madrugada del 5 de octubre y los mineros se hacen rápidamente con el control de toda la cuenca minera. Las acciones de los sublevados llevan a la rendición de muchos cuarteles de la Guardia Civil, a lo que se suma el triunfo de las milicias obreras en las inmediaciones de Oviedo sobre un batallón de infantería y una sección de Guardias de Asalto enviados por el gobierno. Pese a esas victorias revolucionarias, en la capital del Principado el movimiento insurreccional no triunfa plenamente, aunque las columnas de los mineros penetran en la ciudad y cercan varios cuarteles. En Gijón, la sublevación se ve condicionada por la falta de armas y municiones. A los tres días de iniciada la insurrección, buena parte de Asturias se encuentra en manos de los revolucionarios que organizan un Ejército rojo formado en su mayoría por mineros y obreros.

Todas las noticias sobre los movimientos revolucionarios asturianos son acogidos con temor por miles de familias españolas, entre ellas por los Carreño, pues tienen hijos en edad militar y su primogénito forma parte activa de la Marina española. Esperemos que todo quede en un intento, implora Julia al Cristo de Medinaceli.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 9. Un Carreño en la Revolución de Asturias