"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 14 de enero de 2022

Libro III. Episodio 127. Un acrónimo: Interplás

   Julia cuenta diariamente a su marido las reuniones que está manteniendo con Rafael Gil, el aparejador, y Felipe Reyes, el tapicero, con la finalidad de crear una empresilla que se dedique al interiorismo.

   -Aunque me lo explicaste sigue sin quedarme claro que es eso del interiorismo.

   -Podríamos decir que es el arte de acondicionar y decorar los espacios interiores de la arquitectura.

   A Julio le parece que es una pérdida de tiempo, está convencido de que no van a tener clientes, pero por no disgustar a su esposa le dice que por él adelante. El aparejador demuestra sus dotes de artista diseñando un anuncio que insertan en los periódicos locales y regionales. Al tiempo que hacen correr la noticia de la creación de Interplás -así han bautizado a la empresa, con el acrónimo de interiorismo y Plasencia- entre la burguesía local y regional. Julia ha tenido que vetar otro cartel que Rafael pretendía pegar en paredes y cristaleras de cafés y tabernas.

   -¿Y por qué no quieres que lo pongamos? –reclama Rafael.

   -Rafa, nuestros clientes, por decirlo en plata, han de ser los ricos de toda la vida y esos no van a los cafés, como mucho van al casino o al círculo, y desde luego no pisan las tabernas.

   -Felipe, ¿tú qué piensas? –pregunta Rafael dirigiéndose al tapicero.

   -Que no lo tengo claro –se escabulle Felipe.

   -Entonces, estamos empatados a votos –sigue insistiendo el aparejador.

   -Perdona, Rafa, y te lo digo cariñosamente, pero no hay empate que valga. Esta es una empresa en la que hay un socio mayoritario y en última instancia se hace lo que ese socio decide –El aparejador se calla, ahora sabe por qué Julia tuvo tanto interés en tener la mayoría de acciones.

   Han discurrido unas cuantas semanas y el tiempo parece darle la razón a Julio, Interplás no ha tenido un solo cliente. A pesar de que los socios han hecho llegar a los estamentos acomodados de la ciudad que es un buen momento para renovar y modernizar sus hogares, la mayoría de ellos más bien vetustos, la respuesta ha sido el silencio. Algo que ha dejado tocada a Julia pues confiaba que el negocio del interiorismo tendría una cierta salida, dado que en la ciudad y comarcas aledañas hay fortunas para redecorar sus mansiones y para más. Vista la ausencia de demandas y de que no se vislumbra que vaya a haberlas en un futuro próximo, los socios se dan un plazo para finiquitar su aventura empresarial: si cuando acabe mayo no han tenido ningún cliente disolverán la sociedad.

   Al mismo tiempo que el proyecto de Julia parece estar en trance de disolución, la familia del Pino está de luto; la vieja matriarca, doña Carlota, que nunca ha querido irse a Madrid con su hijo y su nuera, ha fallecido repentinamente. Manolo del Pino y su esposa regresan precipitadamente de la capital al conocer la noticia. Los Carreño han ido al entierro de la finada y asistido al funeral, actos en los que se han limitado, como exige la costumbre, a dar el pésame al matrimonio del Pino. Días después aprovechando que la joven señora del Pino ha encargado a la droguería un paquete de cirios, Julia va personalmente a llevárselos.

   -Gracias, Julia, no tendrías que haberte molestado, podías haberlos mandado con alguien de la tienda.

   -Es que tenía ganas de charlar un rato contigo sin tanta gente alrededor. ¿Qué tal lo está pasando Manolo?

   -Aunque siempre estuvo muy enmadrado, menos mal de lo que creía.

   -¿Os volvéis enseguida a Madrid?

   -Ojalá pudiéramos, pero antes Manolo tiene que ponerse al día en todo lo relativo a la testamentaría, hablar con el administrador, visitar los colonos, echar un vistazo a las fincas…; en fin, que tiene tarea para días. Y mientras, aquí me tienes metida en esta casona que es un horror, con unos muebles de estilo castellano del año de Maricastaña, paredes con cuadros que parecen de la escuela de Zurbarán y con unos cuartos de baño que mejor no te cuento… Lo que te digo, un horror, más tétrica y fúnebre no puede ser, tanto que estoy deprimida desde que llegué. Le insinué a Manolo si no sería mejor que nos alojásemos en casa de mis padres, mi habitación de soltera sigue libre, pero se negó en redondo. Dice que este ha sido siempre el hogar de los del Pino y que no podemos hacerle un feo al apellido yéndonos a vivir a otro sitio. Y menos mal que me ha dicho que si quiero cambiar algo de la decoración puedo hacer lo que me plazca.

   Es oír decoración y a Julia, que ha ido a visitar a su antigua amiga sin otras intenciones, se le enciende la máquina de pensar.

   -Verás, Maribel, quizá pueda echarte una mano en mejorar la decoración de la casa –Y le cuenta a su amiga lo de Interplás.

   -Una empresa así hacía falta en la ciudad, y solo a ti se te podía ocurrir. Me podríais echar una mano para alegrar este mausoleo.

   -Dime si tienes una idea preconcebida de como querrías decorar la casa, ¿o prefieres que te presentemos un proyecto de lo que podemos hacer con este caserón?

   -Algunas ideas sueltas sí tengo, pero lo que me falta es la idea global de cómo quedaría el conjunto. Eso es lo que no acabo de tener claro.

   -Estoy pensando que quizá lo mejor sería que viniera a verte con mis socios, que nos contaras las ideas que tienes y nosotros trataríamos de engarzarlas en un proyecto global. ¿Qué te parece?

   -De acuerdo. Y gracias, Julia, me acabas de dar un motivo para que mi estancia de estos días no se convierta en un tedio insoportable. Veo que ni los años, ni los niños te han quitado la chispa que ya tenías cuando viniste a casa de mis padres, hace ya… ¿cuántos años?

   -Casi once, lo recuerdo como si fuese ahora porque era la primera vez que asistía a una merienda en un hogar como el de tu familia.

   Aquella misma tarde, Julia llama a sus socios para contarles la noticia de que es posible que vayan a tener un primer cliente. Al día siguiente los tres responsables de Interplás visitan a la señora del Pino. Maribel les describe las vagas ideas que tiene para redecorar la añeja mansión familiar. Mientras va desgranando su explicación, Rafael y Felipe van tomando notas, entretanto Julia está más pendiente de las sensaciones que parece sentir su amiga al describir sus planes. Quedan que en unos días le presentarán unos bocetos y un proyecto provisional de la redecoración global, así como una previsión del presupuesto.

   Las siguientes noventa y seis horas son para Julia el periodo de tiempo en el que ha estado más ocupada y con más nervios desde hace mucho. Intuye que si consiguen acertar en lo que Maribel piensa sobre cómo convertir la vieja casona de los del Pino en un hogar moderno, el futuro de Interplás puede ser viable. Sabe muy bien que uno de los mayores estímulos para la gente acaudalada es intentar epatar a sus afines. Le ha contado a su marido la petición de Maribel y le ha pedido -siempre lo hace- que si no tiene inconveniente en que Lupe se quede sola durante los próximos días atendiendo la tienda de regalos, pues ella va a dedicarse en cuerpo y alma a ayudar a sus socios.

   -Cariño, ya sabes que lo que tú hagas siempre me parece bien. Y de antemano te anuncio que si consigues el encargo de la Quirós –Julio suele llamar a Maribel por su apellido de soltera- es posible que tenga que comerme mi pronóstico de que lo del interiorismo sea una pérdida de tiempo.

   Los casi cuatro días que los socios emplean para elaborar el proyecto de transformación del interior de la casona de los del Pino ponen a prueba el temple de Julia, pues se pasa buena parte del tiempo limando las diferencias entre Rafael y Felipe. El aparejador ve el proyecto pensando en combinar la solidez y la estilización de líneas, mientras el tapicero lo ve imaginándoselo cargado de ornatos entelados y tapizados. Julia, echando mano de paciencia y mano izquierda, logra que al fin no triunfe una tendencia sobre otra sino que haya una mixtura. Recordando la decoración del Titanic les convence que lo mejor es inclinarse por el modernismo, lo que le encanta a Felipe, pero a lo que se opone Rafael. Al final llegan a un acuerdo: las zonas de tránsito de la casona las tratarán con una decoración estilizada, en cambio las habitaciones privadas las decorarán al estilo art nouveau. Al final del segundo día descubren que les falta otro punto de vista, el de un ebanista, pues uno de los elementos fundamentales, en lo que se han puesto de acuerdo para hacer la casona más acogedora, es que las paredes deberían estas paneladas con maderas nobles, lisas en unas dependencias y talladas en otras. Ahí es Felipe quien aporta la solución.

   -Conozco a un ebanista, Evaristo Mercader, que es un artista de la madera. Creo que su experiencia y su saber hacer nos podrían venir de primera –Ni lo discuten, encargan a Felipe que se ponga en contacto con el ebanista para que se una a ellos.

   Al día siguiente los socios de Interplás, con la inestimable ayuda del ebanista que se revela como un artista -tal como lo había calificado Felipe-, consiguen finalizar el proyecto de interiorismo que presentarán a la señora del Pino. Donde no han tenido tantos problemas ha sido en el cálculo del presupuesto, en eso la estrecha colaboración entre Julia y Rafael ha sido decisiva para calcular el coste de los materiales, la mano de obra y el margen de beneficios.

   Al quinto día los socios de Interplás, al que acompaña el ebanista, se presentan en casa de los del Pino y le muestran y desmenuzan a Maribel el proyecto global de interiorismo para transformar la rancia casona familiar en un hogar acogedor, cálido y moderno. A la señora de la casa le seduce el proyecto desde el primer momento, aunque discute alguno de los bocetos. Rafael y los dos artesanos toman nota de las modificaciones que le gustarían a la señora del Pino y le prometen que en veinticuatro horas harán los cambios oportunos y que Julia volverá a presentarle el proyecto adaptado a los deseos de la señora.

   -Julia, ¿crees de verdad que el proyecto le ha gustado? –pregunta el aparejador al salir.

 

PD.- Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro III, Los hijos, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 128. Os vais a pillar los dedos