"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 15 de abril de 2016

18. Masacre en París



   El periódico El Mundo del nueve de noviembre trae como noticia de cabecera: El Gobierno prevé tomar el control de los Mossos y cortar la liquidez a Cataluña. Ponte ya se ha hecho a la idea de que lo de la independencia de Cataluña debe ir en serio y, por consiguiente, es lógico que los medios le presten su diaria atención, pero sigue encontrando muy cansina tanta reiteración informativa. También hay un vídeo que es más de lo mismo: El Parlament catalán vota la propuesta de independencia. Nada, que no hay manera de que desistan, se dice el viejo. O les paran aplicando la ley a rajatabla, que es lo que debe hacer una sociedad democrática, o estos terminarán saliéndose con la suya aunque se conviertan en Kosovo dos. ¡Manda carallo, como diría Pedrito Caselles! El otro vídeo de la portada lleva como título una frase del historiador británico Paul Preston: Franco es comparable con Hitler. Hombre, piensa Ponte, el Ranas no es que fuera precisamente una monja de la caridad, pero compararlo con el nazi creo que es pasarse varios pueblos. Supongo que lo que se trata es de publicitar el libro. En la columna de la izquierda le atrae un titular que recoge una frase de un tal Luis Garicano: El sistema educativo ha sido el gran fracaso de la democracia. No sé quién es ese fulano, dice Ponte en voz alta, pero tiene más razón que un santo. Lo he comprobado en mi propia casa, sé mucha más geografía y tengo mucha mejor ortografía que mis hijos y eso que fueron a un colegio de pago, no como yo que fui a una escuela pública.
   Han pasado tres semanas y la investigación sobre el Caso Inca sigue encallada. La Interpol no ha facilitado más informes sobre las bandas especializadas en robos de objetos de arte y las dos pistas más prometedoras siguen sin dar frutos: el furgón robado sigue sin aparecer y no han encontrado al posible cómplice de los asaltantes que cegó las cámaras de seguridad. Así lo constatan los tres inspectores encargados del caso.
- Esto no avanza ni a tiros – se lamenta Bernal.
- No, y además se van cerrando uno tras otro los caminos que aún teníamos abiertos. El último de ellos – informa Atienza – es la información que hemos recibido en la Brigada esta mañana. No hay, a fecha de ayer, ningún indicio de que en el mundo de los peristas se haya producido algún movimiento sobre la venta de piezas del tesoro.
- Malheureusement, tengo que decir lo mismo – afirma Blanchard -. Tampoco París ha enviado mucha más información sobre la banda de albanokosovares en la que operan varias mujeres. Desde hace algún tiempo se les ha perdido el rastro. Y hablando de rastros, hay una pista de la que no me habéis hablado, la del taxi en la que huyeron dos de los voleurs. ¿Qué pasa con ella?
- Esa pista no iba a ninguna parte – aclara Bernal -. Encontramos el coche al día siguiente en una de las salidas de la M-30. Fue robado la noche anterior al asalto. El dueño del taxi no lo encontró cuando por la mañana del día de autos fue a por él. Presentó la correspondiente denuncia inmediatamente. El taxista también está limpio, no hemos encontrado el menor indicio que le relacione con el robo.
- Lo que me cuesta entender es que todavía no hayáis encontrado al posible cómplice de los atracadores en el interior del museo – se lamenta el inspector francés.
- Es la tachuela que más nos duele – acepta Atienza -. Hay que conocer el funcionamiento de las cámaras y como dejarlas fuera de uso y eso, entre el personal del museo, son contados los que saben hacerlo. Puesto que las cámaras ya no funcionaban cuando entró el turno de mañana, solo hay cuatro personas que pudieron hacerlo: los vigilantes del turno de tarde del día anterior o los de la mañana del día de autos. Los hemos investigado a fondo, pero todos están más limpios que una patena. También podrían haberlo hecho, al menos teóricamente, dos técnicos de la empresa que lleva la seguridad del museo y que estuvieron revisando algunos aparatos en la sala de control dos días antes de producirse el robo. Nuestros expertos dicen que es posible, pero poco probable. En todo caso, también los hemos investigado a fondo y no hemos encontrado nada que les pueda incriminar.
- Supongo que habréis investigado sus movimientos bancarios – deja caer el francés.
- También hemos investigado si el Papa es católico – es la destemplada respuesta de Bernal ante la impertinente suposición del gabacho.
- Bueno – Atienza intermedia para que el roce sea solo eso, una escaramuza que no vaya más allá -, tenemos por delante el fin de semana. Nos vendrá bien un descanso si es que no hay novedades.
   No parece que ese viernes vaya a ser de mucho descanso, al menos en el país vecino. Poco después de las 20H30 GMT las agencias informativas se llenan de noticias preocupantes desde París. Al parecer, se ha registrado una explosión en el Estadio de Francia donde se está desarrollando un partido amistoso de fútbol entre Francia y Alemania. Casi al mismo tiempo, la información se amplía con la noticia de un tiroteo en las terrazas de dos bares en pleno centro de la ciudad. Prácticamente sin solución de continuidad, los medios informan sobre el secuestro de al menos cien personas en la conocida sala de espectáculos Bataclán, sita en el bulevar Voltaire, llevado a cabo por sujetos desconocidos. En los primeros momentos la confusión es enorme, pero un dato empieza a consolidarse: se trata de una acción terrorista, posiblemente yihadista pues los atacantes que han entrado en la sala de fiestas lo han hecho al grito de Alá es grande. Al principio se habla de veinte muertos, pero las cifras comienzan a dispararse a medida que se conocen más datos.
   Cuando Atienza, que está con su pareja, coge su móvil ve que tiene varias llamadas perdidas, así como diversos mensajes. Todos proceden del mismo número, el de Blanchard. Le llama:
-  ¿Sabes lo que está pasando en París? – pregunta el francés cuyo tono revela gran preocupación.
- Me ha llamado un compañero de la Brigada y me lo ha contado. He puesto la tele, pero veo que todos los canales siguen con su programación de los viernes – contesta Atienza -. ¿Tu familia se ha visto afectada?
- Heuresement, no. He hablado con mi mujer y están todos bien. Respecto a vuestra televisión, pon la Noche en 24 horas, es el único programa que está dando información en directo de lo que tiene toda la pinta de ser un ataque terrorista del yihadismo, pero te llamo por otra cuestión. He intentado comunicarme con mi servicio y no ha habido manera. Sus teléfonos comunican constantemente o parecen bloqueados. Les he puesto un mail, mensajes de texto, whatsapps y nada. Necesito ponerme en contacto con ellos por si mi presencia en París fuera necesaria. He estado en la embajada, pero aquello es un caos y no he conseguido que nadie me ayudara. Por eso te llamo, he pensado que a través de alguno de vuestros departamentos que tenga enlace directo con algún organismo de mi país podría contactar con la sede de mi servicio.
- Bueno, te puedo facilitar el acceso a la Dirección General, aunque…, se me acaba de ocurrir algo mejor. Déjame hacer una llamada.
   Atienza marca un número.
- ¿Lupe? Soy Juan Carlos Atienza, ¿está Quique? ¿Qué está de servicio en la Casa? Oye, hazme un favor, llámale y dile que le envío a un colega francés que está trabajando con nosotros en el Caso Inca. Se llama Michel Blanchard y necesita ponerse en contacto urgentemente con su servicio en París. No lo ha conseguido ni siquiera en su embajada. Que mire de echarle una mano. ¿Qué te repita el nombre? Será mejor que cojas papel y lápiz.
   Hecha la petición de ayuda, Atienza llama a Blanchard.
- Michel, coge un taxi y que te lleve al Centro Nacional de Inteligencia. Está en la carretera de A Coruña. En la entrada te identificas y preguntas por Pérez Recarte, es un compañero y amigo que trabaja allí. Ya he hecho la gestión para que te esté esperando. Tienen el mejor sistema de comunicaciones del país. Si no consigues contactar con tu gente desde allí no lo conseguirás en otra parte.
- Muchas gracias, Juan Carlos, eres un amigo.
- De nada, hombre, hoy por ti, mañana por mí, como decimos en estos pagos. Ah, si tienes que volver a Francia me pones un whatsapp. En caso contrario, hasta el lunes. Oye, y si podemos echarte una mano en cualquier otra cosa no tienes más que decirlo.