"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 12 de diciembre de 2014

CAPÍTULO II. Arroz y gambusias 2.1. De parte del señor alcalde se hace saber



   El alguacil del pueblo, que también ejerce de pregonero, detiene la bicicleta en la intersección de las calles Rabal y San Roque y toca el rudimentario clarín, emblema de su función. Una vez que algunas vecinas han salido a las puertas de sus casas comienza el bando:
- De parte del señor alcalde se hace saber – pausa para cerciorarse de que ha conseguido la atención de los convecinos -: que mañana por la noche, a las nueve y en la sala de plenos del Ayuntamiento, habrá reunión de los propietarios de fincas de la Marina y la marjalería. Si el público no cabe la reunión se realizará, una hora más tarde, en el cine Novedades. Por la importancia del asunto que se va a tratar, el señor alcalde pide que acudan todos los vecinos afectados – vuelve a tocar el clarín, toma aliento y prosigue con otra información -. Esta noche, a las nueve y en San Isidro, se convoca a los regantes que tienen acciones del pozo de la partida del Torreón – y da otro clarinazo. Fin del bando.

   El motivo de la reunión que ha pregonado el alguacil ha supuesto otra fricción entre el alcalde y el jefe de Falange, discrepancia auspiciada en la sombra por el patriarca de los Arbós. Paco Vives sostiene que se trata de una actuación encaminada a mejorar la salubridad municipal y por tanto es competencia plena del Ayuntamiento. José Vicente Gimeno insiste en que ha recibido un encargo directo del Jefe Provincial del Movimiento y, por consiguiente, no puede declinar el cumplimiento de una orden del mando, le corresponde llevarla a cabo. Al final, gracias a la intervención del juez municipal, llegan a una solución de compromiso: el acto lo presidirán conjuntamente, el alcalde lo abrirá y el jefe lo cerrará.
   Los propietarios concernidos por el bando han acudido mayoritariamente y la reunión, como se había previsto, tiene que celebrarse en el cine. Entre los asistentes está Lolita, flanqueada por su amiga Fina, ambas son propietarias de sendos majales. En el escenario se ha montado una improvisada mesa y sentados tras ella las autoridades locales. El acto comienza con más de media hora de retraso porque continuamente están entrando asistentes y no lo hacen precisamente en silencio. Paco Vives abre el acto:
- Señoras y señores…, vecinos todos, he convocado esta reunión para tratar un asunto de gran importancia, no solo para los que estáis aquí, sino para todo el vecindario. Cómo sabéis, en este pueblo hay muchos mosquitos. En verano son una plaga y lo malo no son sus picaduras, lo peor es que contagian las tercianas y otras enfermedades. Aquí, que tenemos mucho terreno con aguas estancadas, las tercianas y el tifus son males que hay que combatir. El Gobierno Civil ha dado orden de que en todos los pueblos que tengan terrenos pantanosos se pongan en marcha medidas para combatir los mosquitos. De eso se trata…, de matar mosquitos… – evidentemente el alcalde no es un Demóstenes y comienza a repetirse –. Y a continuación, los detalles del plan los explicará Gimeno. He dicho.

   José Vicente no se queda sentado en la silla, como ha hecho el alcalde, se levanta y rodeando la mesa se planta en el centro del escenario justo al borde del foso. Mira a los asistentes sin decir nada, en pocos segundos el runrún que emergía del patio de butacas es sustituido por un silencio sepulcral. Entonces, comienza a hablar:
- Convecinos, camaradas, ante todo quiero expresaros mi…, nuestro agradecimiento por vuestra asistencia. El problema que vamos a debatir esta noche será imposible llevarlo a cabo sin vuestra colaboración, por eso vosotros sois los auténticos protagonistas de este acto, realmente sois los que deberíais de estar aquí arriba – con el arranque de su discurso el joven político ya se ha ganado a la mayor parte de los asistentes que le escuchan embelesados -. Desde antes de nuestra Gloriosa Cruzada hasta nuestros días las enfermedades infecciosas han experimentado en nuestra patria un notable repunte y significan un azote para la población, especialmente para los más débiles como los niños, mujeres y ancianos. La difteria, la viruela, el tifus exantemático y, lo que más de cerca nos afecta, el paludismo, son epidemias que han causado y siguen provocando muchas bajas. El Régimen Nacionalsindicalista y, al frente del mismo, el Caudillo ha dicho ¡basta! Basta de enfermedades, de sufrimientos, de muertes inútiles. Naturalmente, solo con palabras no se solucionan los problemas, hay que ponerse en marcha, hay que arremangarse y ponerse al tajo. Y eso es lo que me… nos ha ordenado el Jefe Provincial del Movimiento y Gobernador Civil. Como sabéis, ya se ha iniciado la campaña nacional de vacunación contra la viruela y en breve comenzarán otras campañas de vacunación para las demás enfermedades. Pero como ha dicho antes el señor alcalde, a quien quiero agradecer su inestimable colaboración, aquí tenemos un problema específicamente local y somos nosotros quienes debemos de colaborar para intentar solucionarlo… - Gimeno sigue explicando a su entregada audiencia el aludido problema local que no es otro que el paludismo, las tercianas de las que habló Vives. Esa enfermedad infecciosa, explica a su escasamente ilustrado auditorio, es transmitida al hombre por la picadura del mosquito anopheles, que abunda en aquellas zonas donde existe agua encharcada o con escasa corriente, como ocurre en la marjalería y, sobre todo, en el contiguo humedal.
- Lolita, ¿qué puñetas es ese mosquito del que habla Gimeno? – pregunta Fina.
- Pues es un mosquito; mejor dicho, es la hembra del mosquito, que cuando está infectada y te pica puede transmitirte el paludismo – le explica Lolita.
  
   Gimeno prosigue con su disertación: los científicos han descubierto que hay un pececito, la gambusia, originario de América, que se come los mosquitos y sus huevos, y es una especie increíblemente resistente ya que tolera toda clase de aguas incluso salobres como las del humedal. El Instituto Oceanográfico de Madrid, otra insigne obra del Régimen, ha conseguido con notorio éxito la aclimatación de gambusias americanas que, a través de una acción conjunta de los Ministerios de Gobernación, Obras Públicas, Agricultura y de la Secretaría General del Movimiento, se distribuirán en todos los pueblos en los que el paludismo es una enfermedad endémica. En ese supuesto está Senillar. El suministro, transporte y distribución de los mencionados peces corre a cargo de los citados organismos oficiales, pero su implantación en las acequias y canales de la marjalería y en las lagunas del humedal de la Marina deberá de hacerlo el vecindario. Es una tarea a la que están llamados todos los hombres de buena voluntad, especialmente aquellos que sean propietarios de fincas en las mencionadas partidas. Para eso, el Ayuntamiento y la jefatura local han confeccionado una relación de propietarios y se tomará nota de aquellos que no presten su colaboración en tan patriótica empresa. Este aviso a navegantes alerta a más de uno que no estaba por la labor. Cuando Gimeno termina su discurso un rotundo aplauso trufado de vivas y bravos corona su intervención.

   Estaba programado que el acto concluyera con la disertación del jefe, pero ante la sorpresa de todos, especialmente de Gimeno, el acalde vuelve a levantarse. Tiene una sorpresa con la que nadie contaba.
- Vecinos. Además de lo que os he dicho antes, el Ayuntamiento que presido va a poner en marcha un proyecto que, por un lado, ayudará a terminar con los puñeteros mosquitos y, por otro, puede representar una nueva fuente de riqueza para el pueblo…
   Se produce un silencio expectante entre el auditorio, lo de la nueva fuente de riqueza ha concitado automáticamente la atención de los presentes y la perplejidad del jefe local que masculla por lo bajo: a ver por dónde va salir este tarugo. Vives, tras apurar un vaso de agua, prosigue su intervención: 
- Como os decía, cuando me explicaron lo de los bichos esos de las gambusias me se ocurrió que si parte de la Marina pudiéramos transformarla en tierra de cultivo habría menos aguas estancadas y por tanto menos mosquitos. Estuve en la Dirección Provincial del Ministerio de Agricultura y un ingeniero agrónomo que conoce la zona me informó que sería posible…, esperar que lo tengo aquí apuntado – saca un papelito y lee - … roturar una parte de las tierras, hasta ahora vírgenes, de la zona pantanosa para convertirlas en tierras de cultivo, pero dadas las características del terreno, y de que el agua de la zona es solo semidulce, el único cultivo que podría prosperar sería… - Paco hace una pausa. Se diría que está aprendiendo rápidamente los trucos de la oratoria – el arroz.