Grandal y Ponte, tras dejar a la familia gitana que les ha facilitado el
paradero actual del Tío Josefo, el patriarca de los García Reyes, recogen en
Marina d´Or a Chelo que se muestra un tanto desencantada de la urbanización.
- Vicki la había puesto tanto por las
nubes que la verdad es que me ha decepcionado un poco. Hay muchos bloques y
están demasiado juntos para mi gusto y la playa tampoco es como para tirar
cohetes, es mejor la de Benidorm. Lo que sí es una pasada es el hotel-balneario.
No sé porque no habéis querido entrar, os hubiera gustado. No podéis imaginaros
como está decorado y, según me ha contado un señor muy amable, la de
celebraciones que hacen y además…
Chelo sigue contando cuanto ha visto en la llamada Ciudad de Vacaciones.
Es increíble la cantidad de datos que ha podido recopilar en las pocas horas
que ha durado su visita. Grandal y Ponte apenas la escuchan, cada uno de ellos
tiene otras cuestiones más interesantes en qué pensar. El excomisario ya está
planeando como mover los hilos en Madrid para encontrar a los García Reyes,
mientras Ponte, a falta de otro tema más interesante, sigue dándole vueltas al
interrogante de si los gitanos votan y a quien.
Al volver al Hotel del Golf se plantean si retornar ese mismo domingo a
Madrid, pero dado lo avanzado de la tarde deciden que es más sensato esperar al
día siguiente. El lunes, veintiuno, Ponte se ha levantado tan temprano como
acostumbra. Desayuna y, como no ve a ninguno de sus dos compañeros de viaje, se
entretiene echando una ojeada a la prensa que encuentra en la cafetería. Siente
curiosidad por conocer lo que dicen los medios escritos sobre los resultados
electorales que, a groso modo, ya conoce por los informativos de la televisión.
Comienza con El País, cuyo el titular a cuatro columnas que abre la portada
dice: La pérdida de la mayoría del PP
abre espacio a los pactos. Y debajo un gráfico con la nueva composición del
Congreso. En la columna de salida tres subtitulares, el primero reza así: La gobernabilidad del país depende de
posibles acuerdos. El segundo: Los
dos grandes partidos apenas superan el 50 %. Y el último pone: Ada Colau refuerza su liderazgo con una
clara victoria. Luego coge El Mundo. En primer lugar aparecen las fotos de
los líderes de los cuatro partidos que más escaños han logrado. El titular
principal, a cinco columnas, es: España
tumba el bipartidismo y deja en el aire el Gobierno. En el faldón otro
titular: Iglesias: “Lo que se ha votado
es un cambio de sistema”. Después pasa al ABC. Ocupa casi toda la primera
portada una composición gráfica del mapa de España mostrando cual ha sido el
partido ganador en las diferentes provincias y un titular: España deja en el aire su gobierno. Casi el mismo titular que El
Mundo, piensa. En el faldón dos subtitulares: El PP gana las elecciones y es el más votado en 38 de las 52
provincias, pero sus 123 escaños no suman mayoría absoluta con los 40 de
Ciudadanos. El segundo dice: El
empuje de Podemos, al lograr 69 diputados, compensa el peor dato del PSOE; con
90 escaños, solo vence en seis circunscripciones, lo que limita las opciones de
Sánchez. Y para terminar ojea un periódico local, El Mediterráneo. El gran
titular, a cinco columnas, es mucho más sinóptico que los de los rotativos de
ámbito nacional: Lío general. Debajo
las fotografías de los cuatro líderes principales. En el faldón dos noticias,
una local: Cuatro partidos llevan
diputados de Castellón al Congreso. Y otra regional: Oltra y Podemos superan al PSPV, mientras el PP resiste. Cuando
comprueba los escaños que corresponden a cada formación no puede menos que
pensar que a partir de ahora los partidos tendrán que ponerse las pilas, si
quieren gobernar, para formalizar pactos entre dos, tres o más formaciones. Se
van a imponer gobiernos a la italiana, se dice. A ver si con ello cambia la
situación para mejor, es su último pensamiento, puesto que Grandal y Chelo,
hechos unos pimpollos, acaban de encontrarle. Han terminado de desayunar y
están prestos para el viaje de vuelta.
Entre unas cosas y otras, no se ponen en marcha hacia Madrid hasta media
mañana. Esta vez han cambiado las posiciones dentro del coche, Chelo se ha
instalado detrás armada con un montón de revistas gráficas y Grandal y Ponte
van delante, tienen que hablar sobre cómo encontrar al Tío Josefo.
- En cuanto lleguemos, voy a hacer
unas llamadas a ver si hay suerte y en alguna comisaría o puesto de la Guardia
Civil los tienen localizados – explica Grandal.
- ¿Y si no es así? – quiere saber
Ponte.
- Pues que tendremos que volver a
patearnos los núcleos chabolistas de los suburbios. No queda otra.
- Oye, Jacinto, se me acaba de ocurrir
que quizá podamos seguir otra pista. Si el nieto del Tío Josefo siguiera
enfermo, como nos dijo el pariente, podríamos mirar en los hospitales. Si
localizamos al nieto también encontraremos al abuelo – sugiere Ponte.
- ¡Coño, Manolo!, estás saliendo un
alumno aprovechado. Tus habilidades deductivas son de nota.
- Eso se lo dirás a todas – replica Ponte con humor, pero sin poder
ocultar cuanto le ha satisfecho el reconocimiento de Grandal hacia sus
aptitudes detectivescas.
- Mira, es lo primero que haré. Llamar a los centros de la seguridad
social para ver si está el nieto del Tío Josefo. Por cierto, ¿sabes cómo se
llama el chaval?
- Si no recuerdo mal, creo que Frasquito.
- Supongo que eso de Frasquito vendrá de
Francisco, o sea, que será Francisco García. ¿Su segundo apellido será Reyes o
llevará el de su madre? ¿Tú sabes cómo manejan los gitanos lo de los apellidos
de la prole?
- Jacinto, de los cañis sé mucho menos que tú. Yo creo que lo mejor es
preguntar por el clan de los García Reyes, también conocidos como los
Estepeños.
- Bueno, si el crío en cuestión está hospitalizado, y siendo el hijo
mayor del primogénito del patriarca, la mitad de la familia estará en su habitación
y la otra mitad en los pasillos. No puedes imaginarte lo solidarios que son los
calés con sus parientes enfermos – asegura Grandal.
Como parece que ya se lo han
dicho todo respecto a los planes inmediatos de búsqueda de los gitanos, Ponte
cambia de tercio.
- ¿Y qué me dices de los resultados electorales? En toda mi vida, y ya
es larga, no había visto un reparto de escaños como el de esta vez. Parece que
se acabaron las mayorías absolutas.
- Solo sé lo que he visto en los telediarios. No me ha dado tiempo a
hojear la prensa. Esta mañana – y baja la voz señalando atrás – la princesa
estaba juguetona.
Ponte le hace un resumen de lo
que ha leído en la prensa y termina su compendio plagiando el titular de El
Mediterráneo:
- Como dice el periódico de aquí, tenemos como resultado un lío
general.
- Lío general, gordo e inédito – Grandal añade más adjetivos.
- ¿Qué puede pasar? – inquiere Ponte.
- Vaya usted a saber. Lo que está claro es que con esos resultados no
puede haber un gobierno monocolor. Tendrá que ser un multipartito, como dicen los italianos. Ahora va a ser un buen
momento para ver la cintura de nuestros políticos, sobre todo de los dos grandes
partidos. Veremos si son capaces de hacer una grosse koalition, al estilo de los alemanes o formar un
tripartito. Porque que se junten cuatro
lo veo más complicado.
- O sea, que tendrán que negociar – resume Ponte.
- No les queda otra.
- ¿Y si las negociaciones fracasan?
- Entonces, lo mejor que pueden hacer nuestros políticos es marcharse
del país. Yo lo he pensado más de una vez. Tenemos unos políticos que solo
piensan primero en sus intereses personales, después en los de sus familiares y
amigos, luego en los de aquellos a quienes deben favores o que se los puedan
hacer en el futuro, en cuarto lugar en su partido, en quinto, aunque pueda
parecer sorprendente, en los de sus rivales políticos por si algún día están en
la oposición y puedan necesitarles y, en última posición, en la gente de la
calle, incluidos los pobres jubilados como nosotros.
- Yo creía que era un escéptico en lo que atañe a la política y a los
políticos, pero veo que tú me ganas de largo – confiesa Ponte.
- Porque he tenido que convivir con ellos durante muchos años. Hay
alguno bueno, pero es tan difícil encontrarlo como lo de la aguja en el pajar.
- O sea, que hoy nuestros prohombres estarán comenzando a negociar.
- A negociar o a ver como se hacen la santísima entre ellos, nunca se
sabe con esa clase de pájaros.