"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 5 de agosto de 2016

50. Elecciones 2015: lío general, gordo e inédito

   Grandal y Ponte, tras dejar a la familia gitana que les ha facilitado el paradero actual del Tío Josefo, el patriarca de los García Reyes, recogen en Marina d´Or a Chelo que se muestra un tanto desencantada de la urbanización.
- Vicki la había puesto tanto por las nubes que la verdad es que me ha decepcionado un poco. Hay muchos bloques y están demasiado juntos para mi gusto y la playa tampoco es como para tirar cohetes, es mejor la de Benidorm. Lo que sí es una pasada es el hotel-balneario. No sé porque no habéis querido entrar, os hubiera gustado. No podéis imaginaros como está decorado y, según me ha contado un señor muy amable, la de celebraciones que hacen y además…
   Chelo sigue contando cuanto ha visto en la llamada Ciudad de Vacaciones. Es increíble la cantidad de datos que ha podido recopilar en las pocas horas que ha durado su visita. Grandal y Ponte apenas la escuchan, cada uno de ellos tiene otras cuestiones más interesantes en qué pensar. El excomisario ya está planeando como mover los hilos en Madrid para encontrar a los García Reyes, mientras Ponte, a falta de otro tema más interesante, sigue dándole vueltas al interrogante de si los gitanos votan y a quien.
   Al volver al Hotel del Golf se plantean si retornar ese mismo domingo a Madrid, pero dado lo avanzado de la tarde deciden que es más sensato esperar al día siguiente. El lunes, veintiuno, Ponte se ha levantado tan temprano como acostumbra. Desayuna y, como no ve a ninguno de sus dos compañeros de viaje, se entretiene echando una ojeada a la prensa que encuentra en la cafetería. Siente curiosidad por conocer lo que dicen los medios escritos sobre los resultados electorales que, a groso modo, ya conoce por los informativos de la televisión. Comienza con El País, cuyo el titular a cuatro columnas que abre la portada dice: La pérdida de la mayoría del PP abre espacio a los pactos. Y debajo un gráfico con la nueva composición del Congreso. En la columna de salida tres subtitulares, el primero reza así: La gobernabilidad del país depende de posibles acuerdos. El segundo: Los dos grandes partidos apenas superan el 50 %. Y el último pone: Ada Colau refuerza su liderazgo con una clara victoria. Luego coge El Mundo. En primer lugar aparecen las fotos de los líderes de los cuatro partidos que más escaños han logrado. El titular principal, a cinco columnas, es: España tumba el bipartidismo y deja en el aire el Gobierno. En el faldón otro titular: Iglesias: “Lo que se ha votado es un cambio de sistema”. Después pasa al ABC. Ocupa casi toda la primera portada una composición gráfica del mapa de España mostrando cual ha sido el partido ganador en las diferentes provincias y un titular: España deja en el aire su gobierno. Casi el mismo titular que El Mundo, piensa. En el faldón dos subtitulares: El PP gana las elecciones y es el más votado en 38 de las 52 provincias, pero sus 123 escaños no suman mayoría absoluta con los 40 de Ciudadanos. El segundo dice: El empuje de Podemos, al lograr 69 diputados, compensa el peor dato del PSOE; con 90 escaños, solo vence en seis circunscripciones, lo que limita las opciones de Sánchez. Y para terminar ojea un periódico local, El Mediterráneo. El gran titular, a cinco columnas, es mucho más sinóptico que los de los rotativos de ámbito nacional: Lío general. Debajo las fotografías de los cuatro líderes principales. En el faldón dos noticias, una local: Cuatro partidos llevan diputados de Castellón al Congreso. Y otra regional: Oltra y Podemos superan al PSPV, mientras el PP resiste. Cuando comprueba los escaños que corresponden a cada formación no puede menos que pensar que a partir de ahora los partidos tendrán que ponerse las pilas, si quieren gobernar, para formalizar pactos entre dos, tres o más formaciones. Se van a imponer gobiernos a la italiana, se dice. A ver si con ello cambia la situación para mejor, es su último pensamiento, puesto que Grandal y Chelo, hechos unos pimpollos, acaban de encontrarle. Han terminado de desayunar y están prestos para el viaje de vuelta.
   Entre unas cosas y otras, no se ponen en marcha hacia Madrid hasta media mañana. Esta vez han cambiado las posiciones dentro del coche, Chelo se ha instalado detrás armada con un montón de revistas gráficas y Grandal y Ponte van delante, tienen que hablar sobre cómo encontrar al Tío Josefo.
- En cuanto lleguemos, voy a hacer unas llamadas a ver si hay suerte y en alguna comisaría o puesto de la Guardia Civil los tienen localizados – explica Grandal.
- ¿Y si no es así? – quiere saber Ponte.
- Pues que tendremos que volver a patearnos los núcleos chabolistas de los suburbios. No queda otra.
- Oye, Jacinto, se me acaba de ocurrir que quizá podamos seguir otra pista. Si el nieto del Tío Josefo siguiera enfermo, como nos dijo el pariente, podríamos mirar en los hospitales. Si localizamos al nieto también encontraremos al abuelo – sugiere Ponte.
- ¡Coño, Manolo!, estás saliendo un alumno aprovechado. Tus habilidades deductivas son de nota.
- Eso se lo dirás a todas – replica Ponte con humor, pero sin poder ocultar cuanto le ha satisfecho el reconocimiento de Grandal hacia sus aptitudes detectivescas.
- Mira, es lo primero que haré. Llamar a los centros de la seguridad social para ver si está el nieto del Tío Josefo. Por cierto, ¿sabes cómo se llama el chaval?
- Si no recuerdo mal, creo que Frasquito.
- Supongo que eso de Frasquito vendrá de Francisco, o sea, que será Francisco García. ¿Su segundo apellido será Reyes o llevará el de su madre? ¿Tú sabes cómo manejan los gitanos lo de los apellidos de la prole?
- Jacinto, de los cañis sé mucho menos que tú. Yo creo que lo mejor es preguntar por el clan de los García Reyes, también conocidos como los Estepeños.
- Bueno, si el crío en cuestión está hospitalizado, y siendo el hijo mayor del primogénito del patriarca, la mitad de la familia estará en su habitación y la otra mitad en los pasillos. No puedes imaginarte lo solidarios que son los calés con sus parientes enfermos – asegura Grandal.
   Como parece que ya se lo han dicho todo respecto a los planes inmediatos de búsqueda de los gitanos, Ponte cambia de tercio.
- ¿Y qué me dices de los resultados electorales? En toda mi vida, y ya es larga, no había visto un reparto de escaños como el de esta vez. Parece que se acabaron las mayorías absolutas.
- Solo sé lo que he visto en los telediarios. No me ha dado tiempo a hojear la prensa. Esta mañana – y baja la voz señalando atrás – la princesa estaba juguetona.
   Ponte le hace un resumen de lo que ha leído en la prensa y termina su compendio plagiando el titular de El Mediterráneo:
- Como dice el periódico de aquí, tenemos como resultado un lío general.
- Lío general, gordo e inédito – Grandal añade más adjetivos.
- ¿Qué puede pasar? – inquiere Ponte.
- Vaya usted a saber. Lo que está claro es que con esos resultados no puede haber un gobierno monocolor. Tendrá que ser un multipartito, como dicen los italianos. Ahora va a ser un buen momento para ver la cintura de nuestros políticos, sobre todo de los dos grandes partidos. Veremos si son capaces de hacer una grosse koalition, al estilo de los alemanes o formar un tripartito.  Porque que se junten cuatro lo veo más complicado.
- O sea, que tendrán que negociar – resume Ponte.
- No les queda otra.
- ¿Y si las negociaciones fracasan?
- Entonces, lo mejor que pueden hacer nuestros políticos es marcharse del país. Yo lo he pensado más de una vez. Tenemos unos políticos que solo piensan primero en sus intereses personales, después en los de sus familiares y amigos, luego en los de aquellos a quienes deben favores o que se los puedan hacer en el futuro, en cuarto lugar en su partido, en quinto, aunque pueda parecer sorprendente, en los de sus rivales políticos por si algún día están en la oposición y puedan necesitarles y, en última posición, en la gente de la calle, incluidos los pobres jubilados como nosotros.
- Yo creía que era un escéptico en lo que atañe a la política y a los políticos, pero veo que tú me ganas de largo – confiesa Ponte.
- Porque he tenido que convivir con ellos durante muchos años. Hay alguno bueno, pero es tan difícil encontrarlo como lo de la aguja en el pajar.
- O sea, que hoy nuestros prohombres estarán comenzando a negociar.
- A negociar o a ver como se hacen la santísima entre ellos, nunca se sabe con esa clase de pájaros.