"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 17 de septiembre de 2021

Libro II Episodio 110. Es de vidrio la mujer


   La noche del domingo Julia vuelve a dormir mal. Ha seguido dándole vueltas a lo que para ella significa Toni Cortés, y lo que para el galán puede significar ella. ¿Me querrá de verdad?, se pregunta una y otra vez. No me ha pedido que sea su novia, pero me ha dicho que está loco por mí, y eso es tanto como decir que me quiere. Y yo, ¿le quiero? No sé…, pero sí me gusta mucho y me causa sensaciones que hasta ahora no había conocido. Eso tiene que ser amor, ¿qué otro sentimiento podría ser si no?…

   Durante la mañana del lunes, cada vez que Julia oye la campanilla de la puerta mira quién entra en la droguería con una mezcla de temor y expectación, esperando que sea Toni. Un poco antes del mediodía quien aparece es el Bisojo a echar un vistazo a los últimos artículos para la tienda que han llegado. Mientras el viejo droguero inspecciona los nuevos productos, la joven continúa preocupada y abstraída, estado que no se le escapa al viejo.

   -¿Qué te pasa, Julina?, aunque a tu edad lo más probable es que sea un mal de amores –El Bisojo no sabe cuan certera es su suposición, y sorprendentemente la muchacha, que nunca ha hablado con el patrón sobre su vida privada, admite que ese es su problema.

   -Hay un mozo que me lleva a mal traer y no sé qué hacer.

   -Escucha, Julina, no sé mucho de amoríos, y además se me pasó el arroz hace tiempo, por lo que soy la persona menos indicada pa aconsejarte, pero una cosa sí puedo decirte: no se construye un negocio, y donde digo negocio puedes poner un noviazgo, no se construye dando muestras gratis. O sea, que aplícate el cuento.

   Durante la tarde, Julia continúa esperanzada de que Toni aparezca por la tienda en cualquier momento, pero el tiempo transcurre sin que el joven haga acto de presencia. Ni siquiera en la noche está esperándole en la puerta para acompañarla en su regreso a casa. Y lo mismo ocurre en los días siguientes, como si el galán se hubiese esfumado. Julia no deja de culparse por no haber acudido a la cita. La preocupación de la muchacha no se le escapa a Pilar que la conoce como si la hubiese parido.

   -Julia, hija, ¿qué te pasa?, ¿no estás bien?, ¿te encuentras indispuesta o tienes un problema en el trabajo?

  Puesto que, de diversas maneras, la maestra no hay día que no se interese por ella, un mediodía, durante el almuerzo, Julia apunta, solo apunta, que sí está preocupada y hace una pregunta sin entrar en detalles.

   -Pilar, usted que tiene mucha experiencia de la vida, ¿me podría decir si hay alguna regla para saber si un hombre que te requiere va con buenas intenciones o solo pretende pasar el rato?

   Pese a la falta de concreción de la joven, Pilar sospecha sobre quien puede ser el más que probable causante de la preocupación de Julia, y como el tal Toni le pareció desde el primer momento un gavilán, acude en socorro de la paloma.

   -Pues sí la hay, hija, y es tan simple como exacta. Si un hombre te respeta es que va en plan serio. Si no te respeta, solo pretende divertirse. Sobre eso hay un poemilla que escribió Cervantes en el Quijote que es muy ilustrativo al respecto –y la maestra declama-: Es de vidrio la mujer…, no me acuerdo bien cómo sigue. Lo buscaré y te lo copiare. Cervantes como poeta deja que desear, pero la moraleja del poema responde a tu pregunta.

   Por la tarde, Julia continúa con su obsesión mirando a la puerta cada vez que alguien entra y rumiando los consejos que le han ido dando. Se da cuenta de que el Bisojo y doña Pilar, cada uno a su manera, le han dado el mismo consejo: que no se entregue antes de casarse, que la honra de una mujer, una vez que se la han quitado, es irrecuperable. Si Toni vuelve a requerirla, tendrá que decirle que debe respetarla o si no que se busque a otra con la que pasar el rato. Sin embargo, lo que más sigue pesando en el hondón de sus sentimientos es que Toni no ha vuelto a aparecer, y se culpa de ello. Tomó una mala decisión al no ir al merendero y es posible que haya echado a perder lo que podría haber sido el amor de su vida. Pese a todo, sigue sin tener demasiado claro sus sentimientos por el joven. Le gusta, mucho, pero continúa sin saber si eso significa que está enamorada de él. Como sigue muy interesada por el joven, le pide a Lupe que indague más sobre el mozo

   Aquella misma noche, cuando Julia llega a su habitación encuentra un papelito encima de la mesilla de noche, es el poema cervantino del que le habló la maestra.

Es de vidrio la mujer,

pero no se ha de probar

si se puede o no quebrar,

porque todo podría ser.

Y es más fácil el quebrarse.

Y no es cordura ponerse

a peligro de romperse

lo que no puede soldarse

   Los versos no le gustan, considera que son demasiado explícitos y la rima le parece tosca, pero, como dijo Pilar, la moraleja que encierran no deja lugar a dudas. Al día siguiente, Lupe tiene nuevas sobre Toni y no son las mejores. Le confirma que la mala fama del mozo es conocida por media ciudad y que, al parecer, lo de la criada que empreñó es cierto. Además también es jugador y en más de una ocasión ha contraído deudas de juego que no ha podido saldar, han debido de ser sus padres quienes le han tenido que sacar del atolladero, y hasta en una ocasión se vieron forzados a vender una finca. Y lo último que ha podido averiguar es que se comenta que también está rondando a una moza llamada Assunçao Viqueira, hija única de una familia portuguesa afincada desde hace años en la ciudad donde regentan un comercio de importación de café y productos lusitanos a granel.

   -Una joya, vamos –resume Lupe que agrega-: Mira, Julina, aunque al principio me caías mal pues me quitaste el puesto de encargada, has terminao por ganarme. Lo digo porque no soy quien pa meterme en tu vida, pero ese mozo no te conviene. Ten cuidao con él porque, por lo que cuentan, con sus malas artes te la puede liar, y tú eres mu cándida.

   Todos los consejos, todas las referencias que recibe Julia van en el mismo sentido: Toni Cortés es tóxico y su compañía no puede depararle más que problemas y disgustos. A pesar de ello, en cuanto Toni vuelve a aparecer por la droguería, Julia lo olvida todo y solo tiene ojos para el joven que la mira cariñosamente y con una atractiva sonrisa en sus labios. Es viernes por la tarde y el mozo se ha colado en la trastienda. En cuanto entra Julia, la coge entre sus brazos, le levanta la barbilla y la besa, primero la frente, luego los ojos para finalmente darle un beso en la boca que la vuelve a dejar sin resuello. La joven ha de recurrir a su gran voluntad para desprenderse de los brazos del galán.

   -Toni, por favor, no puedes estar aquí. ¿Acaso quieres poner mi honra en entredicho?

   -Tu honra es la mía, paloma, pero si me porto como lo hago no es culpa mía, es tuya. Y lo es porque en cuanto te veo solo pienso en abrazarte, en comerte a besos, en acariciarte. Es un impulso que no puedo contener.

   -Pues tendrás que hacerlo. No podemos seguir así, ¿qué diría la gente si vieran cómo me tratas?

   -La gente que diga lo que quiera. Lo único que vale es lo que digamos nosotros y yo te lo he dicho y te lo repito: estoy loquito por ti, paloma mía, tesoro de mis entrañas, luz de mi vida… -Toni no continúa porque en el vano de acceso a la trastienda aparece Lupe.

   -No quisiera interrumpir, pero hay una clienta que pregunta por ti, Julina.

   -Ahora mismo voy –contesta la chinata con la cara arrebolada y un leve temblor de manos. Al desaparecer Lupe, le exige al joven-: Toni, vete, por favor, no te lo volveré a repetir.

   -No hará falta, paloma mía, solo decirte que el domingo estamos invitados a una merienda en casa de Asun, una amiga que tiene muchas ganas de conocerte. Y para que no me hagas lo del domingo pasado, iré a buscarte con otro compañero para llevarte a casa de los Viqueira. ¡Y no me falles, corazón!

   Lo que resta de jornada a Julia se le pasa en un suspiro. Su cabeza es un torbellino y sus sentimientos fluctúan de la ilusión a la desesperanza. Toni le ilusiona, no puede negarlo, nunca ha sentido por un hombre lo que le hace sentir el joven galán, aunque continúa sin tener demasiado claro si lo que siente por él es amor. Y eso la desespera porque su cabeza se ve incapaz de controlar sus sentimientos y porque es consciente de que el joven puede arruinar su honra, su futuro, su vida. Es de vidrio la mujer, recuerda.

   Cuando cierra la tienda, Julio, a falta de Pilar, la está aguardando para acompañarla hasta casa. La muchacha le saluda con un apagado ¡hola! El mañego nada más verla intuye que la joven continúa con problemas y sospecha quien es el causante, pero no hace la menor alusión al respecto. Se limita a acompañarla sin darle siquiera conversación. Cuando llegan a casa de Pilar, la joven le pregunta:

   -¿No quieres entrar a saludar a tu madre?

   -No, la veré el domingo. Buenas noches y que tengas felices sueños.

   Julia agradece al hombre su comportamiento y su tacto y por eso le da un cariñoso beso en la mejilla.

   -Buenas noches, Julio. Eres un buen hombre y un buen amigo. Gracias –y desaparece en el interior de la casa.

   Esa noche, por si no tenía más problemas en los que meditar Julia tiene otro: ¿qué hago, acepto o no la invitación para ir a casa de la tal Asun? Y de pronto recuerda que Toni dijo que era en casa de los Viqueira. Debe de ser la chica que, según cuenta Lupe, está rondando Toni, la tal Assunçao. ¿Cómo puede rondarla y decirme que está loco por mí? Eso no puede ser, o engaña a esa chica o me engaña a mí… o a ambas. Ahora está utilizando la lógica y los sentimientos se han hecho a un lado. No, no debo ir, se está burlando de mí…, pero ¿y si de quien se burla es de la portuguesa?, ¿cómo saberlo? Tras mucho meditarlo llega a la conclusión de que la única forma de enterarse es acudiendo a casa de los Viqueira. Irá y verá cómo se comporta Toni de quien comienza a dudar que sea verdad que la quiere de manera honesta. Y yo, ¿le quiero o es otro sentimiento que no sé definir? En todo caso, he de tener cuidado; es de vidrio la mujer, vuelve a recordar.

 

PD.- Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro II, Julia, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 111. Al fin se quitó la máscara