"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 23 de agosto de 2024

Libro IV. Episodio 62. Teruel existe


   El final de 1937 es tristón para los Carreño de Madrid, aunque días antes del fin de año reciben una gratísima noticia: la última carta de Boris Wourky les da a entender que su hermano mayor ha recuperado a los que estaban en Santander y que ahora viven juntos en algún lugar de Andalucía.

   -Ya podría habernos dicho en qué lugar exacto viven –se queja Eloísa.

   -Si están en Andalucía con el tato seguro que será en algún puerto, y la ciudad que más opciones tiene es Cádiz, puesto que es la capital departamental del sur –deduce Julio.

   Tras las últimas confrontaciones entre ambos ejércitos, los Estados Mayores preparan sus estrategias de cara al invierno: los nacionalistas intentarán por enésima vez conquistar Madrid que se define como la tumba del fascismo; los gubernamentales están planeando atacar una de las ciudades que, como saliente rocoso, penetra en territorio republicano y que está pobremente defendida. Y, si el ataque tiene éxito, puede causar incontables quebraderos de cabeza a los nacionales.

   El 15 de diciembre los republicanos atacan Teruel, una ciudad sin industrias ni valor geoestratégico alguno. Los nacionales son lentos en reaccionar, lo que aprovecha el Ejército popular para, en un par de días, cercar la ciudad y una semana después iniciar la conquista del casco urbano. Pese la defensa de los sitiados, las tropas republicanas conquistan la ciudad, tras rendirse el coronel Rey d’Harcourt en el último bastión en el que también se encuentra el obispo de Teruel,  monseñor Anselmo Polanco.

El inesperado ataque obliga a Franco a cancelar su prevista ofensiva sobre Madrid, debiendo acudir al frente turolense.

   En la España republicana, la noticia es acogida con júbilo, pues es la primera capital de provincia reconquistada por la República. En la España nacionalista, la noticia cae como un jarro de agua fría y, muy especialmente, sobre el Generalísimo. La contraofensiva nacional no consigue llegar a tiempo para auxiliar a los últimos defensores debido al crudo invierno. Después de la rendición, se evacua a la población civil que todavía queda y la situación se invierte, los republicanos pasan a ser sitiados y los nacionalistas a ser sitiadores. Naturalmente, en las tertulias los sucesos de la batalla de Teruel son los más comentados.

  -El General Dávila ha iniciado la contraofensiva sin las prisas de salvar a una guarnición que se ha rendido –informa Infantes, que añade-. Y en las filas republicanas parece que cunde la fatiga y se multiplican los casos de insubordinación.

   -Los nuestros han hecho una corrección de líneas –cuenta alguien en el café Gijón-, sin embargo la defensa de la ciudad sigue siendo fuerte, y tras una semana de ataques de los fascistas, las posiciones apenas se han movido   

   En la nevada meseta turolense, la contienda muestra su cara más fea, pues a unos durísimos enfrentamientos se une un frío glacial que corta el resuello. Hacía años que los más viejos del lugar no recordaban unas nevadas y un frío tan extremo, pues los termómetros llegan a registrar temperaturas de hasta -16 grados.

   En la tertulia de la perfumería están más interesados en la última noticia de la que ha informado Radio Nacional de España: se está dando el primer paso para la configuración del nuevo estado que se ha ido formando en la zona nacional. En enero del 38 se promulga la Ley de la Administración Central del Estado por la que se crea una estructura administrativa para la normalización política, aunque el poder real sigue estando en manos de Franco que cuenta con el apoyo unánime del ejército.

   -El 31 de enero, Franco ha constituido su primer gobierno civil –comenta Valdés-. Y, aunque el general Dávila ha sido nombrado ministro de Defensa, Franco sigue reservándose la dirección de todas las operaciones militares. Gana poder Serrano Súñer, el cuñado de Franco, que ha sido nombrado ministro de la Gobernación y que también controla la prensa. La mayoría de ministerios residirán en Burgos, pero otros radicarán en otras ciudades. Los ministerios de Justicia y de Educación Nacional tendrán la sede en Vitoria, el de Orden Público en Valladolid, el de Industria y Comercio en Bilbao y, finalmente, en Santander estarán los de Obras Públicas y de Organización y Acción Sindical.

   La última batalla en la larga lucha por Teruel comienza a mediados de febrero. Los Cuerpos de ejército Marroquí y de Galicia atacan la ciudad, en un clásico movimiento de pinza, y los nacionales penetran en los arrabales de Teruel que, en pocos días, se ve cercada, por lo que las tropas republicanas quedan sin suministros. El mando republicano ordena a El Campesino, cuya división es la última fuerza, que abandone la plaza. La mañana del 22 de febrero los  nacionales entran en Teruel sin apenas encontrar resistencia.

   En la trastienda de la perfumería, los contertulios comentan las fotos que están insertando los periódicos sobre los efectos de la batalla.

   -La ciudad ha quedado devastada con decenas de edificaciones destruidas. Y hay numerosos heridos, prisioneros y gran cantidad de material bélico que los rojos abandonaron en su huida.

   Por el contrario, en el café Gijón la batalla de Teruel se ve desde otra perspectiva.

   -Teruel es una plaza sin valor, lo importante es que la batalla ha sido una prueba para que nuestro ejército demuestre su capacidad para organizarse y efectuar operaciones solventes frente a un enemigo mejor armado y apoyado por fascistas y nazis.

   En la cámara de oficiales del Canarias, se analiza la batalla dándole otro enfoque.

   -Al final, Teruel se ha convertido en una batalla de desgaste ​ donde ambos ejércitos han consumido demasiados recursos y hombres para reconquistar una plaza sin valor alguno, salvo el propagandístico. Para Franco, abandonar Teruel podía suponer un desprestigio político. Para la República significaba la obtención de una victoria contra el hasta ahora invencible ejército nacional.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 63. Si no eres casto se cauto