En contra de lo que decía en el post del
pasado lunes, el fallo cometido, al recordar erróneamente las fechas en que iniciaron
su noviazgo los progenitores de la familia que voy a novelar, ha ocasionado un
daño mayor del que esperaba. He tenido que rehacer el guion del Libro I de la
nueva novela, al tiempo que no he tenido más remedio que desechar páginas que
ya había escrito. Novela que, según mis cálculos y si no cometo más errores,
podré comenzar a colgar en el blog hacia mediados de otoño cuando termine la
que estoy publicando en estos momentos, Una
playa demasiado tranquila.
En compensación, tengo una buena noticia, tras darle una y mil vueltas al título de la narración, aún sin escribir, al final me he decidido por uno, aunque de momento tiene carácter provisional. Si no cambio de idea la próxima novela que colgaré en este blog se titulará Los Carreño, que es uno de los apellidos reales de la familia que protagoniza la historia. Creo que ese título ya indica que se trata de una familia y en consecuencia la historia versará sobre una saga familiar. Y por otro lado es corto y alude al contenido de la novela, pues los Carreño son los personajes protagonistas de la novela.