El protagonista
clave de la nueva novela es pasivo puesto que se trata del propio Tesoro
Quimbaya. De él hemos hablado en posts anteriores. Ahora toca hablar de los
otros personajes, los activos.
Por un lado, están los policías que
investigan el caso al que han bautizado como “Caso Inca”. Son los inspectores
Eusebio Bernal, de la policía judicial, y Juan Carlos Atienza, de la Brigada de
Patrimonio Artístico. Sus compañeros les han puesto de mote “El Dúo Sacapuntas”
porque tienen un cierto parecido con una pareja de humoristas que triunfó en televisión
española en los años noventa.
Por otro, están cuatro jubilados, uno de los
cuales es el único testigo presencial del robo lo que les impulsa a realizar
una investigación paralela a la policial con la ingenua pretensión de ayudar a
desentrañar el enigma del atraco. Son Jacinto Grandal, excomisario de policía,
Luis Álvarez, exempleado del Canal de Isabel II, Amadeo Ballarín, dueño de una
ferretería en la que ya no trabaja y Manuel Ponte, que fue empleado de
Iberdrola.
Otro grupo de personajes destacados son los
autores del robo, pero de estos no podemos hablar porque le quitaríamos todo el
misterio e intriga a la trama.
Hay otros protagonistas relevantes puesto
que aparecen en muchos episodios: algunos de los principales periódicos
madrileños que lee, y apostilla muchas mañanas, uno de los viejos del cuarteto
de policías aficionados.
Además de los citados, hay más personajes
pero son secundarios: algunos empleados del Museo de América, ciertos
compinches de los atracadores, varios familiares de los vejetes, unos
comerciantes chinos, una familia de gitanos, etc. Hay hasta protagonistas
institucionales, como la Embajada de Colombia o el Ministerio español de
Asuntos Exteriores.
Todos ellos orbitan, de una u otra manera,
alrededor del robo del tesoro que es la auténtica estrella de la novela.