"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 7 de junio de 2024

Libro IV. Episodio 51. Carta desde Inglaterra


   En la farmacia de Gran Vía ha ocurrido un hecho sorprendente: el cartero ha dado a Pilar, pues su nombre es el que aparece en la dirección del sobre, una carta, abierta por la censura y con algunas tachaduras, de un tal Mr. Boris Wourky y que proviene de Sttafordshire, U.K. Pilar, cuyo fuerte no es el inglés, se pregunta ¿y qué puede querer un británico de mí? Intrigada, trata buenamente de traducirla, pero enseguida comprueba que necesitará la ayuda de un diccionario, aunque de pronto una palabra destaca en el texto como su tuviese luz propia, Pinkety. ¿Qué significa la alusión a la finca en la que tanto se divirtieron de niños? Sigue intentando descifrar el texto, ahora con mucho mayor interés, hasta que en un párrafo, encuentra tres palabras escritas en español, el tío Luis. De repente un fogonazo le ilumina la mente, ¡no  es un inglés quién le escribe, debe ser Álvaro! No puede contenerse.

   -¡¡Carta de Álvaro, carta de Álvaro!! –Repite, gritando y agitando la carta ante el asombro de los clientes que hay en la farmacia-. Jesús, quédate que subo a casa a traducirla.

   -Pero yo también quiero leerla –reclama el hermano.

   -Primero la traduciré y esta noche la leeremos todos.

   Saliendo de la farmacia se tropieza con Luis Verdú que iba a entrar.

   -¿Dónde vas con tanta prisa?

   La joven le cuenta a su amigo lo que acaba de descubrir y que está deseandito traducirla para saber que les cuenta su hermano y por qué, en lugar de escribir él, lo hace a través de un británico del que no tiene idea de quién puede ser.

   -¿Quieres que te ayude a traducirla? –se ofrece Verdú.

   -¿Sabes inglés?

   -Me defiendo, mi padre se empeñó en que lo estudiara en el bachillerato y hasta me mandó dos veranos a Irlanda para que lo practicara. Con el tiempo me explicó que tenía pensado que me dedicara a la exportación de cítricos al Reino Unido, de ahí su interés en que lo aprendiese.

   A Luis su inglés se le ha oxidado algo, pero con la ayuda de un pequeño diccionario traduce la carta. El texto es bastante incoherente, se nota a la legua que ha sido redactado por dos personas diferentes, y lo que se cuenta en algunas ocasiones no tiene ninguna lógica, pero de lo que no cabe duda es que esparcidas a lo largo del texto hay suficientes alusiones, algunas de ellas metidas a calzador, para determinar sin ninguna duda que detrás hay una persona que sabe datos, hechos y personas que solo puede saberlas o conocerlas un Carreño.

   -Oye, ¿y la carta no podría ser de tu madre? –Se le ocurre a Luis-.Y la ha mandado a través de un inglés para que sepáis que está viva y bien.

   -No –contesta Pilar muy segura-, no lo es. Fíjate en este párrafo, según tu traducción dice que le daba mucha rabia cuando le llamaba tato y esa palabra está escrita en español. Pues así es como nos referimos todos los hermanos a Álvaro, el tato. Pero tu razonamiento es correcto, Álvaro no puede escribirnos como lo que es porque si lo hubiese hecho a estas horas me habrían metido en alguna checa. Debe de tener un amigo o conocido inglés que ha escrito por él, pero dando las suficientes pistas para que hayamos podido deducir que la carta es suya. ¡Virgen del Amor Hermoso, qué alegría voy a darle a papá! Y ya que estás aquí y como pago por tu papel de traductor te invito a cenar.

   Desconocedora de que, al menos, la familia de Madrid ha tenido noticias de otro de sus miembros que está en la otra España, a Julia comienzan a preocuparle los constantes rumores que hablan del posible inicio de una campaña de las fuerzas nacionales para conquistar la zona del Cantábrico que continúa en manos republicanas. Uno de los que más le habla de la supuesta campaña, puesto que a él también le preocupa, es Guillermo Bermejillo.

   -Que sí, Julia, que sí, que todos los indicios apuntan, a que más pronto que tarde, Mola atacará Bilbao pues es la ciudad que le falta para tener en su poder las tres capitales vascas, y en cuanto haya dominado Las Vascongadas, ¿adónde crees que apuntará?, pues a Santander, sin ninguna duda. Y es muy posible que antes que eso ocurra, los milicianos y los comités antifascistas redoblen sus esfuerzos para desenmascarar a los quintacolumnistas y, aunque nosotros no lo somos, alguien tiene que hacer de cabeza de turco.

   -Suponiendo que sea así, no veo que podamos hacer nada para impedirlo, al menos yo.

   -Eso es cierto, de todas formas creo que la gente como nosotros podríamos pasar más desapercibidos en una ciudad como Santander, que en un pueblo como este en el que todo el mundo se conoce.

   -Si te he entendido bien, ¿propones que deberíamos irnos a la ciudad?, ¿y de qué íbamos a vivir? Al menos aquí, con lo poco que gana Concha, lo que saco de la cooperativa y lo que aporta Andrés, mal que bien vamos tirando.

   -En cualquier caso, piénsatelo por si las cosas vienen reviradas.

   En la primera quincena de marzo, el conflicto sigue con su trote cansino, aunque se están incubando nuevas batallas. En la tertulia hacen un resumen de lo más importante de esas dos semanas.

   -Julio te interesará esta noticia por tu hijo el marino. A la altura del cabo Machichaco, el crucero Canarias interceptó un convoy republicano que escoltaba el mercante Galdames, cargado de material de guerra y de pasajeros republicanos. El Canarias apresó el mercante, hundió un barco republicano y averió otros dos –explica Valdés.

   -Pues esta noticia tiene más calado: los nuestros, aunque mejor sería decir los italianos, han comenzado una ofensiva en Guadalajara con el objetivo de aislar Madrid de Levante. Las tropas del CTV italiano, flanqueadas por nuestro ejército, tratan de romper el frente republicano y han tomado Jadraque y Brihuega –cuenta Infantes.

   Lo que no cuenta Infantes es el retroceso de las divisiones italianas tras los ataques de la aviación republicana y que los camisas negras conservan las líneas pero con grandes pérdidas.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 52. Un Carreño en el Canarias