-Un testigo
clave de ese caso era Salazar, de ahí que sea lógico pensar que algunos de los
que han querido callarle para siempre puedan ser artífices o autores
intelectuales de su muerte.
-El resumen
que has hecho del caso ERE creo que ha quedado más claro que el agua clara,
Jacinto. Ahora la pregunta a formular es: ¿cuál es la siguiente página de la
historia del caso Pradera?, que es lo que nos interesa –quiere saber Ballarín.
-Más que de
página deberíamos hablar del segundo capítulo de la historia que nos ocupa –responde
Grandal-, y es el periplo que recorre Salazar desde que huye de Sevilla hasta
que aparece en Torrenostra y que, según la información que me pasó el sargento Bellido,
ha sido reconstruido por los agentes de la UCO.
-Perdona mi
ignorancia, Jacinto, ¿qué es la UCO? –pregunta Ramo que no estuvo en el
principio de la investigación.
-Son las
siglas de la Unidad Central Operativa, que es el órgano central del servicio de
policía judicial de la Guardia Civil, encargada de la investigación y
persecución de las formas más graves de delincuencia y crimen organizado.
También sirve de apoyo a las unidades territoriales de policía judicial de la Benemérita
que, por falta de personal o de medios o porque el ámbito del delito sea
interprovincial, requieran el apoyo de esa unidad.
-Si seguís
preguntando a cada momento, la explicación no acabará nunca –protesta Ballarín.
-Tranquilo,
Amadeo. Como decía, tras la huida de Sevilla de Curro su primer escondite fue un
pueblecito llamado Alvito perdido en el interior del Alentejo, región del
centro-sur de Portugal más conocida por sus dehesas de alcornoques, olivos y
vides que por su afluencia de visitantes. ¿Por qué huyó a Portugal?, quizá
porque era el país que tenía más a mano, quizá porque supiera portugués o vaya
usted a saber. Allí estuvo unos meses hasta que por causas desconocidas cambió
de localidad y se marchó al Algarve. Es la región más meridional de Portugal y
fronteriza con la provincia de Huelva. Es famosa por sus playas, sus complejos
hoteleros y su clima lo que hacen que sea la región portuguesa que más turistas
recibe. Dos de los mayores complejos turísticos de Europa se encuentran allí:
Vilamoura, junto a la playa de la Falésia y la playa de Rocha en la localidad
de Portimao. Pues bien, dentro del Algarve eligió la ciudad costera de Tavira a
unos veinticinco kilómetros de la frontera española. Está en el distrito de
Faro, que es la capital de la región, Allí estuvo cerca de un año. En algún
momento alguien debió descubrirle, le pasó algo que ignoramos o simplemente se
aburría por lo que optó por cambiar de guarida.
-La verdad
es que el tío tenía poca imaginación. Si decides pirarte, ¿por qué no hacerlo a
Brasil, a Cuba o a Bali en vez de esconderte al lado de tu casa? –se pregunta
Álvarez.
-El tercer
capítulo del periplo –prosigue Grandal sin contestar la pregunta de Álvarez-
empieza cuando elige su tercer escondrijo: Torrenostra. ¿Por qué eligió una
playa poco conocida y escasamente frecuentada, una playa que en muchos mapas ni
siquiera aparece? No lo sabemos, personalmente creo que precisamente por eso,
por ser poco conocida y menos frecuentada. ¿Quién podía sospechar que Francisco
Salazar Jiménez, un personaje clave del caso ERE, se alojaba en un modesto
hostal de la que posiblemente sea la más desconocida playa de la Costa de
Azahar? En principio, el escondite estaba bien elegido para alguien que quiere
pasar inadvertido. Era posible, pero en absoluto probable, que alguien le
reconociera en este lugar, pensando sobre todo que Andalucía, dónde era más
conocido, es la región española que menos visitantes aporta a las playas
levantinas y por consiguiente menos probabilidades había de que alguien le
reconociera.
-Eso
posiblemente sea cierto. Un indicador de donde son los veraneantes que vienen
aquí es la prensa, y en los puestos de periódicos, tanto de la playa como del
pueblo, nunca he visto un periódico andaluz –aduce Ramo.
-Lo que
apoya mi tesis sobre el porqué de la elección. Bien, un buen día, a primeros de
julio, Salazar aparece en el hostal los Prados. Por las declaraciones de la
patrona sabemos que Curro, como a él le gustaba que le llamasen, presenta como
documento para inscribirse un carné de conducir alegando que ha extraviado el DNI
y que está tramitando la expedición de un duplicado. El carné, más falso que un
reloj Piguet comprado en un mercadillo, estaba a nombre de Francisco Martínez
Galán y así le llamamos todos hasta que se descubrió su verdadera personalidad.
Paga en metálico y por adelantado todo el mes de julio y a primeros de agosto
hace lo mismo. También deja caer que es posible que se quede más tiempo, hasta
que el establecimiento cierre a final de temporada. En el hostal se comporta
como un cliente correcto, discreto, poco charlatán y deja buenas propinas por
lo que los empleados le dan un trato preferente. Suele pasear a primeras horas
de la mañana y a últimas de la tarde por la playa, pero no es amigo ni de tomar
el sol ni de grandes baños. La camarera que tiene asignada su habitación, la
número 16, es Anca Dumitrescu, a quien todos conocéis. Rumores sin confirmar
apuntan que pudo haber un fugaz romance o simplemente una aventura sexual entre
Curro y la joven rumana. Como el hecho, en caso de ser verdad, era irrelevante
para la investigación no he querido preguntar a la chica para no avergonzarla
ni crearle más problemas con su novio, puesto que ambos aunque estuvieron en la
habitación del exsindicalista no tuvieron arte ni parte en su muerte. Finalmente,
un dato significativo: en el mes y medio que Salazar vivió aquí no hizo amigos,
tampoco parece que lo intentara. Jugó algunas partidas de dominó con gente del
pueblo, pero sin llegar a intimar con nadie. Lo más parecido que tuvo a unos
amigos o, mejor dicho, conocidos fuimos nosotros.
-A mí me
parecía muy dicharachero como buen andaluz –opina Álvarez.
-Yo intuí
desde el primer momento que era hombre al que no le gustaban las preguntas, ni
siquiera las más inocentes –afirma Ponte.
-Recordaréis
que yo solía decir que me parecía que no era trigo limpio. No sé por qué me dio
esa impresión, debió de ser una cuestión de olfato policial –recuerda Grandal
que dirigiéndose a Ramo le pregunta-. ¿Tú llegaste a conocerle?
-No, no le
conocí, creo que ni siquiera llegué a cruzarme con él pues a tenor de las fotos
que ha publicado la prensa no recuerdo haberle visto –responde Ramo.
-Antes de
que me preguntes, Jacinto, yo tampoco le conocí –afirma Ballarín con su pizca
de ironía-, y te ruego que sigas con la historia porque a este paso va a llegar
el treinta y uno de agosto y todavía estaremos en los prolegómenos.
-Poco a poco,
hila la vieja el copo –es la respuesta de Grandal echando mano del inabarcable
refranero español-. No tengas prisa, Amadeo, que os lo contaré todo antes de
que acabe agosto. Prosigo, durante el mes de julio, Salazar llevó una vida tranquila
y sin sobresaltos, al menos que sepamos, pero a partir de primeros de agosto
algo cambió. No hemos averiguado cómo o quién lo hizo, pero su escondite en
este lugar paradisíaco fue descubierto. Tengo tres hipótesis al respecto: una
es que alguna de las contadas personas en Andalucía con las que seguía teniendo
algún tipo de contacto tuviera un desliz y dijera donde se ocultaba, otra es
que una de esas personas le traicionó y reveló dónde se escondía, y la tercera
que alguien por pura chiripa le reconoció y dio a conocer su escondrijo.
Teniendo en cuenta lo mucho que se juegan en el caso ERE un montón de tipos de allá
abajo, me inclino por la segunda hipótesis aunque no descarto la primera; en
cambio la última me parece bastante improbable.
-Estoy contigo,
Jacinto, con el follón que hay montado en Andalucía con el caso ERE no me
extraña nada que las traiciones y los chivatazos abunden más que los mosquitos
en los veranos que no fumigan –comenta Ramo.
-Bien, como
decía, a partir de primeros de agosto algo cambia en la vida de Curro. Su
localización en Torrenostra parece que rápidamente trasciende en los ámbitos
sevillanos pues el 6 de agosto son varios los individuos de la ciudad
hispalense que se ponen en marcha hacia Castellón. El primero que llega es Carlos
Espinosa que alquila un avión privado que le lleva al aeropuerto de
Castellón-Costa de Azahar y que se hospeda en el Hotel del Golf Playa en el
Grao de Castellón.
-Allí
estuvimos preguntando el menda y Manolo –recuerda Álvarez.
-Luego van
llegando los demás. Francisco José, el hijo, hace el trayecto desde Sevilla en
autobús y se aloja en el Hotel Miramar del pueblo. Es el alojamiento más
cercano al de Curro. Rocío, la exnovia, también viaja en autobús y asienta sus
reales en el Hotel Restaurante Serra d´Irta de Alcossebre. De esos tres desplazamientos
es fácil deducir que el individuo o grupo que envió como emisario a Espinosa es
gente de dinero porque alquilar un avión privado no está al alcance de todos
los bolsillos. En cambio, el hecho de que tanto el hijo como la exnovia
viajaran en autobús y se alojaran en hoteles de una estrella supone que sus
presupuestos para el viaje eran muy limitados.
-Te puedo
decir lo que se gastaron en el viaje porque he tenido la curiosidad de mirarlo
en internet. El trayecto Sevilla-Castellón, con una duración de algo más de
once horas, tiene un coste de sesenta y tres euros –informa Ballarín.
-Yo nací
demasiado pronto y me quedé en la galaxia Gutenberg, pero reconozco que el
invento de internet es la rehostia –proclama Ponte.
-Y que lo
digas. Cosa que no sepas preguntas al señor Google y al instante te lo busca
–comenta Ballarín.
-¿Y si
hacemos otra ronda de birras? –propone Álvarez que se ha quedado seco.
PD.- Hasta
el próximo viernes en que publicaré el episodio 122. No venían por su cuenta,
eran emisarios