Ante la pregunta de Ramírez sobre qué pasará con la inminente caída de Barcelona, quien responde es Infantes.
-Supongo que los dirigentes republicanos más realistas se convencerán de que la guerra está perdida, lo cual debería llevar al final del conflicto. A todo ello, habrá que esperar cómo reaccionan las democracias europeas.
La respuesta internacional que reclama Infantes no tarda en producirse. Gran Bretaña y Francia reconocen al gobierno de Franco, al tiempo que la peseta republicana se deprecia casi totalmente en los mercados mundiales, pues el triunfo de Franco se considera solo cuestión de tiempo. Solo Madrid sigue resistiendo. Pese a tantas adversidades, hay políticos republicanos –especialmente los comunistas- que se aferran a la no rendición, ya que a principios de febrero el Ejército popular sigue disponiendo de 49 divisiones, aunque muy bajas de suministros y de moral. Negrín vuelve a Madrid, aunque Azaña ha renunciado a su cargo de presidente de la república y se ha negado a regresar, al igual que numerosos líderes políticos y militares.
Álvaro sigue anotando en su diario los principales hechos de armas del crucero durante febrero, con un estilo tan sobrio como preciso.
<<El 9 de febrero salimos para Menorca, cuya guarnición de Ciudadela se había sublevado, apoyando el desembarco de fuerzas de la 105 división, que se hizo sin novedad, así como la ocupación de la isla por dichas fuerzas, fondeando por la noche en Pollensa y regresando a Palma. El 20 salida a Barcelona, amarrando el mismo día, y saliendo el 22 para Tarragona a tomar parte en la revista naval que, a la altura del cabo Salou, pasó el Generalísimo desde el buque Mar Negro, desfilando la división de cruceros, flotilla de destructores, minadores, cañoneros y submarinos a las órdenes del almirante Moreno. Después el Caudillo vino a bordo pasando revista a la dotación. Por la noche regresamos a Palma>>
Tras la caída de Cataluña, en lo que queda de la España republicana afloran dos tendencias contrapuestas. Por un lado, los que abogan por finalizar la guerra civil pues la consideran perdida, entre los que se encuentran los socialistas, los anarquistas y los republicanos de izquierda contrarios a Negrín, encabezados en Madrid por el presidente de las Cortes, Julián Besteiro. Por otro, los que, como el presidente del gobierno, apoyado por el partido comunista, defienden la opción de continuar resistiendo; se apoyan en la tesis de que una nueva guerra europea es inminente lo que podría obligar a Franco a parlamentar.
La disyuntiva se resolvió como, con posterioridad al uno de abril, explicó Infantes a sus contertulios, bebiendo de fuentes de la BBC.
-La pugna entre los partidarios de proseguir la guerra o darla por perdida, se resolvió en Madrid. El coronel, Segismundo Casado, jefe del Ejército del centro, el 5 de marzo encabezó un golpe de estado contra el gobierno de Negrín. El golpe de Casado triunfó, tras desencadenarse en Madrid una guerra, dentro de la guerra civil, entre las fuerzas a favor de Casado y los comunistas que eran los únicos que, junto a un pequeño sector del PSOE, apoyaban la política de resistencia de Negrín.
-¿Y qué ocurrió tras triunfar el golpe de Casado?
-Que se formó un Consejo Nacional de Defensa que inició conversaciones con los nacionales, pero el Caudillo sólo aceptaba la rendición incondicional. Mientras, el grueso de la flota republicana, con base en Cartagena, zarpó con rumbo al puerto de Bizerta en Túnez, donde quedó internada. Al mismo tiempo, el presidente Negrín y los principales dirigentes comunistas huyeron desde el aeródromo de Monóvar, ante el riesgo de ser hechos prisioneros.
-¿Y qué pasó en el tiempo transcurrido desde el golpe de Casado al uno de abril?
-En cuanto Casado tomó el poder, se puso en contacto con el gobierno de Burgos para conseguir una paz honrosa, pero Franco insistió en que sólo admitiría la rendición incondicional. Tras varios encuentros entre ambos bandos, no se llegó a un acuerdo por lo que, en la madrugada del 27 de marzo, el Caudillo ordenó a sus tropas lanzar la ofensiva final en todos los frentes.
-¿Y el Ejército popular presentó batalla?
-Salvo alguna acción aislada, no. Un motivo que influyó en la desmoralización republicana fue que en febrero se dictó la Ley de Responsabilidades Políticas, condenando a todo el que hubiese apoyado la II República. En el frente sur nuestras tropas avanzaron hacia Córdoba y Toledo, encontrando poca resistencia, pues muchas posiciones habían sido abandonadas, ya que los ejércitos republicanos depusieron las armas y los pueblos se llenaron de banderas blancas ante la inminente llegada de las tropas nacionales. Y en el centro, varios Cuerpos de ejército avanzaron sin encontrar resistencia.
-¿Hubo algún frente que opuso resistencia?
-Hubo alguna en el frente de Levante, pues era por Valencia por donde estaban yéndose al extranjero las personalidades republicanas y había que darles tiempo. El día 29, Valencia y Alicante ya estaban prácticamente en manos de sus respectivos quintacolumnistas, sin que todavía hubiesen llegado nuestros ejércitos. Al día siguiente, los italianos de la División Littorio llegaron a Alicante. Ese mismo día, se entraba en Valencia. Y el 31, parte del Cuerpo de ejército de Navarra ocupaba Murcia y Cartagena.
-¿Y qué se hizo con los soldados que se rendían?
-A los soldados republicanos que iban siendo cercados por nuestras tropas se les ordenó que dejasen sus armas en montones antes de conducirles a campos de alambradas al aire libre o la plaza de toros más cercana. Los que estaban en las líneas más atrasadas tiraban sus fusiles a y se marchaban a sus casas.
-Y, concretamente, Madrid, la ciudad del No pasarán, ¿cómo se rindió?
-La quinta columna se hizo con el control de la ciudad en la madrugada del 27 de marzo. Empezaron a aparecer colgaduras y banderas rojigualdas y mucha gente se echó a la calle para recibir a nuestras tropas. Tras la firma de la rendición, en el edificio del Hospital Clínico, los nuestros ocuparon la ciudad en las horas siguientes sin encontrar ningún tipo de oposición.
-Y la última, Esteban, al menos por mi parte –pregunta Julio- ¿cómo fue la redacción del famoso parte de guerra del 1 de abril?
-El último parte de la guerra civil fue
firmado por el Generalísimo el 1 de abril de 1939.
Las palabras manuscritas por Franco fueron las siguientes: En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado
las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado.
El Generalísimo Franco. Burgos, 1° Abril 1939. Fue el único parte firmado
por el Caudillo, quien revisó minuciosamente su redacción e hizo varias
correcciones. El texto definitivo fue llevado desde el burgalés Palacio de la
Isla, sede del gobierno nacional durante la guerra, hasta el estudio de Radio
Nacional de España, en el Paseo del Espolón. De ahí que el primero de abril ha
pasado a ser celebrado como Día de la Victoria.
PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 78.Pillados infraganti