viernes, 21 de febrero de 2025

"Los Carreño". Libro IV. Episodio 88. La segunda farmacia


   En el norte de África, a fines de marzo las fuerzas de Rommel avanzan hacia el este poniendo sitio al vital puerto de Tobruk, pero los británicos rechazan la acometida de las tropas alemanas, a las que ahora se las conoce como el Afrika Korps. En abril, los alemanes invaden Yugoslavia y Grecia y, antes de que acabe el mes, el Ejército yugoslavo se rinde, aunque inmediatamente se forman grupos guerrilleros que atacan las líneas de aprovisionamiento germanas. En abril, los soviéticos y los japoneses firman un Pacto de Neutralidad gracias al cual los rusos blindan su frontera este y los nipones la suya del oeste.

   En tanto, la pugna entre las armadas británica e italiana en el Mediterráneo se resuelve cuando los buques de la Royal Navy hunden varios buques transalpinos. En junio, fuerzas Aliadas invaden Siria y Líbano, y en agosto, tropas del Reino Unido y del Ejército soviético ocupan el neutral Irán, asegurando su petróleo y una línea de suministros para la Unión Soviética.

   En España, una de las leyes dictadas por el nuevo estado ha perjudicado a un miembro de los Carreño, concretamente la primera ley educativa franquista promulgada en 1938. En ella se establece un nuevo plan de bachillerato que consta de siete cursos y, tras aprobarlos, hay que superar el Examen de Estado organizado por la universidad. El cambio de planes perjudica a Froilán que con el antiguo podría estar preparándose para ingresar en la Escuela Naval, y ahora deberá superar un curso-puente  y el Examen de Estado. En lo que respecta a Jesús, en el curso 1939-1940, aprueba las asignaturas que le restan para completar Farmacia. Una vez obtenido el título, la familia habla de quitar de la farmacia de Gran Vía el título de Pilar y poner el de Jesús.

   -¿Y por qué antes de hacer el cambio no le preguntamos a Pilar? –sugiere Julián.

   -¿Qué hay que preguntar a tu hermana?, si puede saberse –Julio todavía siente resquemor cuando se menciona a su hija mayor

   -Que si se va a llevar el título o nos lo sigue dejando, si fuera esto último entonces podríamos plantearnos si comprar una segunda farmacia –sugiere Julián.

   -Vamos a ver, hijo, tú trabajas en SEPU, Eloísa lo hace en la perfumería, Concha sigue con la tía Mechita, Andrés está en la ENM y Ángela y Froilán en sus estudios. Si compramos una segunda farmacia, ¿quién la iba a atender?

   -La podría atender yo –afirma Julián muy seguro que, al ver el gesto de extrañeza de su padre, se explica-. Estoy cansado de currar en SEPU; además, quiero casarme pues ya tengo edad, y con lo que gano en los almacenes no voy a poder ofrecer a mi esposa un futuro digno. En cuanto a manejar la farmacia, te recuerdo que a los dieciséis años ya trabajaba contigo vendiendo productos de droguería y parafarmacéuticos y luego, como el resto de los hermanos, he echado una mano en la botica cuando ha hecho falta. No tendría ningún problema en atender una nueva oficina de farmacia.

   -¿Y qué pasaría cuando llegara el inspector de farmacias y preguntara por el titular? –vuelve a preguntar Julio.

   -Eso se resuelve como lo hemos estado haciendo hasta ahora con el título de Pilar, untándole. Todo será cuestión de cuánto nos pida, pero como son funcionarios mal pagados no creo que sea una cifra exorbitante –afirma Julián.

   -Papá, creo que Julián tiene razón –Jesús sale en apoyo de su hermano-. Con una segunda farmacia duplicaríamos los ingresos y podríamos montarle algo a Eloísa que, aunque no te lo ha dicho, está cansada de trabajar en la perfumería de tu amigo Ramírez.

   -Hija, ¿y por qué no me lo has dicho?, ¿acaso Damián te trata mal?

   -No, papá, el trato no puede ser más benevolente. Lo que me ocurre es lo mismo que le pasa a Julián, en la perfumería no tengo ninguna expectativa de promocionar. Y la verdad, ser toda la vida dependienta no es algo que me seduzca. Preferiría estar al frente de una tienda de nuestra propiedad. Y, si doblamos los ingresos, eso podría convertirse en realidad.

   A Julio, al verse presionado por sus hijos, no le queda otra que aceptar que hablen con Pilar y le pregunten qué piensa hacer con su título. De llamar a su hermana queda encargado Jesús que contacta con ella y le explica la propuesta de Julián, que cuenta con el respaldo del resto de la familia. Pilar le pide 24 horas para pensárselo. En cuanto Luis llega de la notaría, le cuenta la llamada de su hermano.

   -¿Qué te parece, corazón, qué les contesto?

   -Si la idea de Julián cuenta con el respaldo de los demás, mi opinión es que sigas dejándoles el título, aunque la última palabra es la tuya.

   -En algún momento he pensado que podríamos poner aquí una farmacia y entonces necesitaré el título.

   -Vamos a ver, cariño, si quieres trabajar porque te aburres, lo puedo entender, pero si lo haces por dinero, sabes mejor que nadie, pues eres la que lleva las cuentas, que gano mucho más de lo que gastamos. Y, sinceramente, te prefiero en casa, paseando por Las Ramblas o viendo una película que metida en una farmacia todo el día. Ahora bien, como he dicho antes, tu opinión es la que vale. Aceptaré lo que decidas.

   Pilar se lo piensa, pero la opinión de Luis pesa mucho en ella. Por tanto, ni siquiera espera al día siguiente, esa misma noche llama a Jesús y le dice que pueden hacer con su título lo que estimen pertinente. Jesús le dice que han decidido dejar su título en Gran Vía, y poner el suyo en la nueva farmacia que compren.

   Tras conocer la respuesta de Pilar, los Carreño andan atareados en la búsqueda de una farmacia que se venda. Han solicitado una línea de crédito al Banco Hispano-Americano para no tener problemas en el pago. Julián, encargado de la búsqueda, se pone en contacto con el profesor adjunto de la facultad de Farmacia que les ayudó a encontrar la farmacia de Gran Vía. Al cabo de unas semanas los llama, se vende una en el barrio de Carabanchel Alto que tiene un buen índice de ventas, pero la familia la rechaza, prefieren que esté en la almendra de la ciudad. Días después el adjunto los vuelve a llamar, se vende otra en el distrito de Ciudad Lineal, ni siquiera van a verla por el mismo motivo que la anterior, está muy alejada del centro.

   Poco después, los Carreño reciben una nueva llamada del adjunto: hay una farmacia que se vende, y cumple el requisito de la centralidad, pues está ubicada en la calle de San Bernardo. En cuanto la visitan, Julián y Jesús se miran, es lo que andaban buscando. Aquella misma tarde se citan con la propietaria. El precio es algo superior al que tenían en mente y sus ventas son mejorables porque cerca hay otra oficina de farmacia, pese a ello y, tras una larga porfía, cierran el trato. Los Carreño tienen su segunda farmacia.

   A fines de junio, la guerra da un vuelco espectacular: Alemania, rompiendo el pacto firmado con los rusos,  invade la antigua Rusia con tres grupos de ejércitos, más otras unidades del Eje, que suman más de tres millones de hombres. El grupo del Ejército norte, tiene como objetivos principales asegurar los estados bálticos y tomar Leningrado. Tras varios días de combates cruzan los ríos Niemen y Dvina; sin embargo Hitler ordena a las divisiones Panzers mantener sus posiciones mientras la infantería los alcanza. La orden da tiempo a los soviéticos a fortalecer sus defensas alrededor de Leningrado. El segundo grupo de ejércitos tiene como objetivo la captura de Moscú. En junio, los teutones han avanzado 350 kilómetros en territorio soviético. El objetivo del tercer grupo es capturar los campos petrolíferos del Cáucaso, pues la escasez de combustible es uno de los puntos débiles del Eje. Los alemanes atacan a los ejércitos soviéticos venciéndolos, pero los rusos les infligen duras pérdidas.

   Ha llegado julio y el curso 40-41 ha concluido. Los Carreño prosiguen sus vidas y, a excepción de Álvaro que por su condición de militar sigue atentamente la evolución de la guerra, y de Julio debido a su tertulia, el resto de la familia permanece un tanto ajeno al devenir del conflicto del que España se ha declarado oficialmente neutral o no beligerante activa, aunque en el conflicto acaban participando soldados españoles en la llamada División Azul que es enviada al frente ruso a pelear contra los comunistas.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 89. ¡Así hablan los Carreño!