"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

viernes, 17 de mayo de 2024

Libro IV. Episodio 48. ¡Ni Socorro Rojo ni leches!


   Los tertulianos de la perfumería vuelven a su rutina de reunirse la mayoría de los días, a veces están los cuatro, a veces alguno falla, pero siempre pueden contar con Ramírez el anfitrión, y generalmente también con Carreño que solo tiene que cruzar la calle desde su domicilio. En la primera reunión del 37 comentan el óbito de Miguel de Unamuno y de cómo los falangistas salmantinos se hicieron notar en su entierro, como si el escritor fuese uno de los suyos.

   -A raíz de la muerte de Unamuno, alguna prensa extranjera ha comentado que, después del fusilamiento de García Lorca, la del vasco ha sido una de las pérdidas más valiosas para la cultura española –comenta Infantes.

   -Pues no sé qué paralelismo pueden encontrarles –replica Valdés-. Opino que en lo único que se parecían es que Unamuno, al igual que Lorca, nunca se afilió a ningún partido y jamás se distanció de ninguno de sus amigos por cuestiones políticas aunque opinasen de manera distinta.

   -Habréis oído lo que cuenta Radio Burgos: a partir de ahora el nuevo año se bautiza como Año Triunfal –comenta Julio desviando la conversación sobre Unamuno.

   Enero del 37 avanza en el calendario como con prisas de que le sustituya febrero. Los tertulianos de la perfumería se han reunido pocas veces, porque las noticias han mermado pues la guerra parece que va al ralentí. Una de las noticias que mayor impacto les causa tiene relación muy directa con las mujeres.

   -El Gobierno republicano ha legalizado el aborto –informa Infantes.

   -No puede ser, eso va contra los más elementales principios de la civilización y el cristianismo –objeta Carreño.

   -En muchos países, tanto o más civilizados que el nuestro, hace mucho que el aborto está permitido si se dan determinadas condiciones –puntualiza Valdés.

   -Que lo esté en otros países no quiere decir que esa medida sea de recibo. Una sociedad no puede avanzar matando a criaturas que no pueden defenderse –recusa Ramírez.

   -Dejemos ese tema que me pongo malo con solo mencionarlo –admite Infantes-. Hay dos noticias que son más agradables. Se ha formado una brigada de voluntarios en nuestras filas: la primera Brigada Voluntari, casi todos italianos, al mando del general Mario Roatta. La otra noticia es que se ha inaugurado Radio Nacional de España, que será la portavoz del gobierno nacional. Ha comenzado sus emisiones con un discurso leído por Franco desde Salamanca. Sus partes sustituirán a los que daba Radio Burgos. Aunque si queréis divertiros, en Radio Sevilla continúa Queipo de Llano dándoles la matraca a los rojos.

   En Suances, Julia ha llegado tarde a casa pues en la cooperativa hoy ha habido mucho trabajo; vuelve contenta porque se trae media caja de pescado que les va a dar para comer varios días, y ha podido coger un trozo de una barra de hielo con lo que tiene resuelta la conservación que es uno de los problemas con el pescado. Piensa en la alegría que les va a dar a los chicos, especialmente a Concha que se encarga de la cocina cuando ella no está o llega tarde. Al entrar en casa le llama la atención el jolgorio que están montado sus hijos.

   -¿Qué pasa, por qué estáis tan contentos, se ha sabido algo de Madrid?

   -No, mamá, pero pasa a la cocina y verás.

    En la cocina están Concha y Andrés colocando encima de la mesa una serie de paquetes y latas. Hay un poco de todo: harina, arroz, unos botes de tomate frito, azúcar, tres botellas de leche, una bolsa de patatas, una docena de huevos, ¡y hasta un salchichón y una tableta de chocolate! Julia tiene que restregarse los ojos, hace mucho que no veía en su cocina tal edén alimenticio.

   -¿Se puede saber de dónde ha salido eso?

   -Lo ha traído Andrés –señala, toda orgullosa, Concha. Julia que conoce a su hijo, piensa en lo peor.

   -Hijo, ¿de dónde lo has robado?

   -Mamá, qué mala opinión tienes de mí. A los hijos nos enseñasteis los mandamientos de la Ley de Dios y el séptimo es no robar –contesta el jovenzuelo con gesto serio, aunque conteniendo las ganas de reír.

   -Menos bromas, jovencito, que con las cosas de comer no se juega. Repito, ¿de dónde ha salido esto?

   -Me lo han dado en el Socorro Rojo.

   -¿El Socorro…? –Lo de rojo se le atraganta a Julia-. ¿Y se puede saber qué es ese Socorro?

   -Es un servicio social organizado por la Internacional Comunista. Fue creado para que funcionara como una Cruz Roja internacional e independiente de cualquier organización o confesión religiosa. Sus principales actividades consisten en ayudar a los niños y a las familias necesitadas con comida y en aportar bibliotecas a los soldados.

   De todo lo que le está contando su hijo, hay dos palabras que impactan en la cabeza de Julia como si fuesen rayos de fuego: Internacional Comunista. ¡Madre del Amor Hermoso, lo que nos faltaba, este chico se nos ha hecho comunista!; cuando se entere su padre le va a dar un patatús y a mí me va a matar a disgustos, se dice. Porque estas maravillas no se las habrán dado porque sí, algo le habrán pedido a cambio y seguro que ha sido afiliarse al partido. ¡Dios mío, a lo que hemos llegado: un Carreño comunista!

No se lo piensa dos veces, el mandato le sale del alma.

   -¡Ni Socorro Rojo ni leches, devuélvelo ya!

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 49. Lo del Socorro Rojo tiene miga

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario