"Los Carreño"

Este blog guarda cinco novelas cuyo autor es Zacarías Ramo Traver. Una trilogía sobre Torreblanca (Castellón): “Las dos guerras de Aurelio Ríos”, la guerra civil en ese pueblo mediterráneo. “La pertinaz sequía”, la vida de la posguerra. “Apartamento con vistas al mar”, el boom inmobiliario y la crisis del 2008. “El robo del Tesoro Quimbaya”, el hurto de unas joyas precolombinas del Museo de América. “Una playa aparentemente tranquila”, un encausado del caso ERE, huyendo de la justicia, se refugia en una recóndita playa (Torrenostra). Salvo la primera, las demás están en forma de episodios. Ahora está publicando otra novela en episodios, Los Carreño, que es la historia de dos generaciones de una familia real e irrepetible, entre 1889 y 1949, período en el que suceden hechos tan significativos como: el Desastre del 98, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la aparición del fascismo, la Guerra de África, la Dictablanda, la II República, la Guerra Civil y el franquismo.

jueves, 27 de junio de 2024

Libro IV. Episodio 54. ¿Qué te parece?


   Mientas en Cantabria, Julia se enfrenta al dilema de quedarse en Suances o marcharse a la capital, Francisco Largo Caballero, sindicalista e histórico dirigente del PSOE, se ve obligado a dimitir tras perder el apoyo de todos los ministros de su gobierno. El presidente de la República encarga al doctor Juan Negrín, también miembro del PSOE, la formación de un nuevo ejecutivo. Para algunos miembros de la tertulia, Negrín es un desconocido.

   -Y el tal Negrín, ¿quién es? –pregunta Julio.

   -Es un caso atípico en la política española. Tras labrarse una carrera como investigador, médico y profesor de fisiología, se afilió tardíamente al PSOE. Los que le conocen dicen que es una eminencia –informa Valdés.

   -Te has olvidado añadir que el canario también es masón –agrega Infantes con una pizca de sorna-, aunque suscribo lo que has dicho de él y añado más, otros opinan que es un personaje controvertido porque le acusan de ser más proclive a los comunistas que a los socialistas pues, como los primeros, es partidario de la resistencia a ultranza en la guerra; su máxima es resistir es vencer.

   -¡Virgen del Amor Hermoso, lo que nos faltaba! –implora Julio.

   En tanto, el avance de las tropas de Mola en el frente vizcaíno parece imparable, pues se le oponen unas fuerzas que muestran una total falta de unidad. Por una parte, están los gudaris de los batallones vascos, cuyo jefe supremo es el lehendakari José Antonio Aguirre, que no tiene ninguna formación castrense. Por otra, el ejército regular mandado por el general Gamir Ulibarri. Dos ejércitos, dos jefes, cero coordinación. Y así, ¿cómo vamos a ganar la guerra?, clama Indalecio Prieto, ministro de la Defensa Nacional, sin que nadie sea capaz de darle una respuesta creíble

   La ofensiva nacional sobre el Cinturón de hierro de Bilbao es imparable al ser castigado por la artillería y bombardeado por la aviación ítalo-alemana. Los nacionales consiguen hacer una brecha en las defensas vascas y Bilbao queda al alcance de sus manos.

   En ese junio del 37, Valdés llega presuroso a la tertulia, como si tuviese una noticia importante.

   -¿Sabéis la mala nueva? Ha muerto el general Mola en un accidente aéreo, y Franco ha nombrado al general Fidel Dávila para sustituirle como jefe del Ejército del Norte. A su vez Dávila es sustituido por Gómez-Jordana al frente de la Junta Técnica de Burgos.

   -¿Y ahora qué va a pasar con la Campaña del norte? –pregunta Carreño.

   -Mi opinión es que la ofensiva proseguirá. Buena prueba es que el gobierno vasco está enviando niños al extranjero, sobre todo a Méjico y Rusia.

   Ante la inminencia de la conquista de Bilbao, Aguirre y sus asesores militares deciden su estrategia final: defensa a ultranza de la ciudad, evacuación de la población civil y envío de una solicitud al gobierno británico para que medie con Franco el cese de los bombardeos sobre la ciudad. Ante la inminente entrada de los nacionales, embarcaciones de toda clase y hasta barcos de guerra trasladan refugiados a la vecina provincia santanderina.

   A Suances han comenzado a llegar familias vascas, las primeras han sido las que veranean en la localidad, luego amigos, conocidos y todos aquellos que han conseguido alquilar una casa o han podido refugiarse en el hogar de algún amigo. Julia siente como la presión aumenta de día en día y los chicos le han comentado que en alguna ocasión los han tildado de señoritos. La gota que hace rebosar el vaso de la templanza de Julia ha sido que, discurrida una quincena, Andrés solo ha traído del Socorro Rojo dos solitarios paquetes: uno de lentejas y otro de sardinas en conserva.

   -Mamá, Eulogio me ha dicho que, como hay tantos refugiados vascos, las raciones han de repartirse entre todos y que, si seguimos así, en un par de semanas no habrá nada que repartir.

   Julia, tras mucho pensar sobre el dilema de si se va o resiste, viaja a Santander a hablar con los Bermejillo.

   -Guillermo, estoy angustiada, el pueblo se ha llenado de refugiados que están pagando millonadas por el alquiler de una casa. Una vecina me ha dicho que al señor Fulgencio le ofrecen el oro y el moro por la casita en la que vivimos. Ha tenido la honradez de no decírmelo, pero hace días me visitó y me sugirió que estaría mejor viviendo aquí que en el pueblo, que pasaríamos más desapercibidos. No sé qué hacer, y he venido a que me aconsejes, porque si nos venimos a la ciudad sigue vigente el problema de qué viviremos.

   -Julia, has nacido de pie, si llegas a formularme esa pregunta hace unos días te hubiese contestado que no tenía respuesta, pero justo anteayer causó baja, por maternidad, la empleada de recepción de la clínica en la que trabajo y están buscando una persona para cubrir el puesto. Con la preparación que tienes y tu experiencia de cara al público podrías desempeñar bien ese trabajo. No pagan mucho, pero con algo que te ayudaran los chicos mayores podrías salir del paso. ¿Qué te parece?...

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 55. Con estos bueyes tendremos que arar

viernes, 21 de junio de 2024

Libro IV. Episodio 53. Julia entre la espada y la pared


   En Madrid, Pilar intenta llevar una vida lo más normal posible y pasa, en la medida de lo posible, de las noticias sobre la guerra, porque casi siempre son informaciones, si no trágicas, sí tristes. Por lo que, más allá del trabajo cotidiano en la farmacia, se entrega en cuerpo y alma a aquellas actividades que no le hagan pensar en el conflicto. Ahora, junto con su inseparable Luis Verdú, está tratando de contestar la carta de Mr. Boris Wourky. Realmente, la carta la redacta el notario que es quien se defiende en inglés, aunque la joven boticaria no cesa de indicarle cómo debe hacerlo, qué tiene que poner, cómo preguntar, si también ha escrito a los de Suances…, hasta que Luis se cansa y echa los pies por delante.

   -Bueno, Pilar, hasta aquí llegaron las aguas de la última riada, como dicen los huertanos de mi tierra; me tienes hasta el mismísimo bigote por tus continuas exigencias, aunque mejor sería decir órdenes. ¿Nunca te han dicho que eres una marimandona? Y además, crees que lo sabes todo y que nadie puede hacer lo que fuere mejor que tú. Estás hecha una doña perfecta y cuando te pones así resultas de lo más cargante. Comprendo porque sigues soltera y, si continúas así, te quedarás para vestir santos. Ahí te quedas con la carta y apáñatelas como puedas, que ya no te soporto ni un minuto más –Todo eso lo ha dicho el murciano sin alterarse lo más mínimo ni levantar la voz.

   Pilar se queda atónita ante el arranque de Luis, le tenía conceptuado de otra forma, jamás pudo imaginar que fuese capaz de poner pie en pared. Y en lugar de enfadarse, mira al murciano de otra manera y cambia de actitud. La mujer que responde al exabrupto del notario es otra Pilar, amable, sumisa y complaciente.

   -Tienes razón, Luis, sé que tengo mal carácter, la abuela Pilar siempre lo decía, procuro contenerme pero a veces me propaso. Te ruego que me perdones y te prometo que no volverá a suceder. Y, por favor, no te vayas, me resultas imprescindible pues sabes que no sé inglés como para escribir una carta. A partir de ahora estaré calladita y te dejaré hacer y, si en algún momento, te sugiero algo lo haré educadamente y no en plan de ordeno y mando.

   A partir del incidente, la relación entre ambos cambia. A ojos de Pilar, el murciano ha dejado de ser una especie de sombra sospechosa y se convierte en el compañero ameno, divertido e ingenioso cuya sola presencia le hace más llevadera la vida. Ajenos a la escalada de la guerra fratricida, Pilar y Luis comienzan a vivir una nueva etapa en la que intentan evadirse de los horrores bélicos y  empiezan a ser algo más que amigos.

   -En abril estrenaron en el Teatro Español, Bodas de Sangre, de García Lorca y está causando furor. Me ha costado lo mío pero he conseguido unas entradas, ¿te apetece verla? –pregunta Luis.

   -Lorca es una de mis debilidades.

   Terminando abril, los bombardeos de localidades vizcaínas se acentúan y un mal día la Legión Cóndor bombardea Guernica quedando la villa reducida a escombros. El pueblo no era un nudo geoestratégico ni tenía asentamientos militares ni fábricas, por lo que nadie entiende el porqué del atroz bombardeo. Cuando se conoce el suceso, se produce un enorme revuelo internacional, casi tanto como cuando fue fusilado García Lorca. Periódicos como el británico The Times o el norteamericano The New York Times censuran agriamente el hecho y hasta la Sociedad de Naciones condena el bombardeo. En la tertulia de la perfumería las condenas caen mal, pero hay una voz que pone algo de lucidez.

   -Lo que ha hecho el mando nacional, por acción u omisión, ha sido una cagada y no de pájaro. Es un ejemplo perfecto de lo que es tirar piedras a tu propio tejado –sentencia Valdés.

   En la siguiente ocasión que van a tener la tertulia, ya entrado el mes de las flores, y aprovechando que aún no ha llegado Valdés, pero sí Infantes, Ramírez se le queja.

   -No me gustó nada lo que dijo Valdés de que los nuestros la habían cagado con lo del bombardeo de Guernica, ya que parece que fue una decisión unilateral de la Legión Cóndor que ni siquiera informaron a Mola. ¿Estás seguro de que tu compañero no es rojo?

   -Lo estoy, ya os lo dije en su día que es más de derechas que San Isidro, lo que ocurre es que Lisardo también es masón y los masones siempre van a su aire.

   Una vez reunidos los cuatro, se ponen a repasar las noticias más destacadas de  lo que va de mayo.

   -En la anterior reunión se nos pasó por alto una noticia no sé si interesante o curiosa –recuerda Infantes-. Que la Junta Técnica del Estado de Burgos, ha establecido el saludo romano como saludo nacional.

  -Entrando en la actualidad, hay una noticia que hace bueno el dicho de que la risa va por barrios; lo digo porque si hace unos días los nuestros tenían problemas internos con las refriegas entre diversas facciones falangistas, ahora quienes los tienen son los republicanos con la sublevación de los anarcosindicalistas en Barcelona. Lo que comenzó como un simple disturbio se ha convertido en un enfrentamiento armado –informa Valdés que agrega-. El edificio de la Telefónica, controlado por la CNT, fue asaltado por guardias enviados por la Generalidad, aunque los anarquistas siguen dominando los suburbios obreros.     

   -¿Los enfrentamientos se han limitado a Barcelona?

   -¡Qué va!, se han extendido a otros puntos de Cataluña controlados por ERC y el PSUC. La CNT y la FAI han aceptado participar en el nuevo Gobierno de la Generalidad, pero aun así siguen los problemas, el último es que la anarquista Federica Montseny ha sido detenida en un control del PSUC cuando viajaba a Barcelona.

   -¿Y el gobierno republicano no ha hecho nada?

   -Ha enviado al puerto de Barcelona algunos barcos de guerra y unos miles de guardias de asalto, lo que ha generado una nueva reunión de las facciones enfrentadas para tratar de poner freno a la violencia. La Generalidad ha aceptado las demandas presentadas por CNT-FAI, se han liberado los rehenes y se descartan represalias –remata su explicación Valdés.

   En la provincia santanderina, las aguas no están tan revueltas como en Cataluña, pero comienzan a encresparse porque desde finales de marzo las fuerzas republicanas y vascas se retiran de Vizcaya ante el avance de las tropas de Mola. Ante la descomposición del ejército, el lehendakari, José Antonio Aguirre, se proclama jefe supremo del Ejército vasco y lo desagrega del Ejército del norte. Todo ese cúmulo de noticias repercute directamente en la familia Carreño de Suances que, desde la marcha de los Bermejillo a Santander, está más sola que nunca. Todo ello afecta a Julia que cada día que pasa está más intranquila y nerviosa, solo le ha faltado ver que Andrés últimamente luce la insignia del Socorro Rojo consistente en una ese detrás de las rejas de una prisión. Julia calla porque los paquetes de comestibles del Socorro no son para desdeñar, pero no deja de temerse que su hijo acabe siendo comunista. Esta tarde, cuando llega de la cooperativa, encuentra a su casero esperándola. ¿Qué querrá?, se pregunta Julia. Se lava las manos, porque en la cooperativa todo huele a pescado, y va al comedor.

   -Señor Fulgencio, ¿cómo usted por aquí?, le veo tan bien como siempre… -Tras unas frases de cumplido el casero entra en faena.

   -Verá, señora Julia, usted; bueno, usted y toda su familia me cayeron bien desde que nuestra común amiga la señora Ramírez me los recomendó. Y desde entonces nada de lo que han hecho o dicho me ha hecho cambiar de opinión. Por eso estoy aquí, para avisarla. Pasados los tres primeros meses del comienzo de la guerra, la gente del Comité Antifascista del pueblo parece que se calmó y no han vuelto a molestar a la gente de bien, pero con las noticias de que los fachas están a punto de tomar Bilbao, las aguas bajan bravas y los del Comité han vuelto a reactivarse. Este es un pueblo pequeñuco y todos nos conocemos y, claro, todo el mundo sabe quiénes son ustedes y de que pie cojean. Ni a mí ni a la mayoría de vecinos nos importa, pero en el Comité hay dos o tres cabezas locas que son capaces de cualquier barbaridad. Bueno, me estoy alargando demasiado… Lo que he venido a decirle es que aquí no están ustedes seguros y, como les aprecio y sé que son buena gente, he creído que debía advertirles de que corren peligro. Mi consejo es que se vayan a Santander, en la ciudad podrán pasar desapercibidos, algo que aquí es imposible. Ya comprendo que es una faena, pero es lo que hay…

   A Julia el cielo le cae sobre la cabeza; lo que le faltaba, ahora que parecía que iba capeando los problemas del yantar, ahora viene este hombre aconsejando que deben irse. El agobio es tal que no puede contenerse, unos lagrimones como el puño le resbalan por las mejillas.

   -Por favor, señora Julia no me llore. Los años me enseñaron que en la vida, menos la muerte, casi todo tiene solución. Y este no es momento de lloros sino de tomar decisiones. Piense en lo que le he dicho y decídase, pero le adelanto que le queda poco tiempo. Para mí sería un cargo de conciencia, que nunca me perdonaría, que a una familia de bien como la suya le pasara algo. Yo no tengo más que decirle, pero algo tendrá que hacer…

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 54. ¿Qué te parece?

viernes, 14 de junio de 2024

Libro IV. Episodio 52. Un Carreño en el Canarias

 

   El 12 de marzo de 1937 es una fecha que Álvaro jamás olvidará. Por disposición del Comandante General del Departamento embarca en el crucero Canarias con destino en la estación transmisora de la dirección de tiro. Será el segundo en el mando de la artillería del crucero. Uno de sus sueños se ha cumplido. La despedida de la tripulación del patrullero Ferrolano es muy sentida, oficiales, suboficiales y marinería le dicen adiós con la sensación de que han perdido a un patrón recto y severo, pero al mismo tiempo muy humano. Álvaro tiene que ponerse al día sin demora porque tres días después el crucero parte para Cádiz. Su velocidad de 33 nudos, junto con su poderosa artillería, hacen que sea muy temido por los barcos de la marina republicana.

   -¡Que la Virgen del Carmen me proteja y que la mar me sea propicia! –es la jaculatoria del joven alférez de navío.

   Álvaro tiene que rememorar sus viajes de prácticas en los acorazados y cruceros de la Armada para hacerse a las dimensiones del Canarias, pues acostumbrado en los últimos meses a las reducidas medidas de bous y remolcadores, le cuesta asimilar los más de 193 metros de eslora y los casi 20 metros de manga del crucero pesado. También ha de asumir que ya no es el comandante del buque, sino uno de los muchos oficiales y de menor rango.

   En cuanto embarca, el primer viaje del crucero es  navegar de Cádiz a Ceuta para petrolear y luego sale a la mar a patrullar. Solo, o acompañado por el crucero gemelo Baleares, realiza numerosas operaciones de bombardeo y protección de convoyes. A bordo del buque, Álvaro tiene innumerables ocasiones de probar sus conocimientos de artillero, pues en pocos días el crucero bombardea los puertos de Tarragona y Vinaroz. Después, a la altura de Cartagena, avistan a parte de la escuadra roja con la que no pueden entablar combate pues los barcos republicanos se refugian en el puerto cartagenero. En el buque es comentario generalizado la información reciente que da a los oficiales de menor rango el segundo de a bordo.

   -Bombarderos republicanos atacaron al crucero alemán Deutschland en la bahía de Ibiza y días después el crucero italiano Barletta también ha sido atacado por aviones rojos. Les cuento esto para que vayan haciéndose a la idea de que, de seguir por esta vía, nuestra guerra puede acabar en un conflicto internacional.

   Mientras en el mar los dos cruceros nacionales se hacen los amos de las costas españolas, en tierra la batalla más importante de marzo es la de Guadalajara, en la que el Corpo Truppe Volontarie, integrado por camisas negras y soldados del ejército regular italiano, son la punta de lanza del ataque y cuyo desenlace cuenta Infantes en la tertulia.

   -Traigo una mala noticia, han acabado los enfrentamientos en Guadalajara con un resultado desfavorable para los nuestros –confiesa Infantes-. La verdad es que a los italianos los han corrido a pelo y nuestros muchachos tampoco han ayudado mucho.

   -Quizá esa derrota, a medio y largo plazo, no sea tan mala –especula Valdés-. Los italianos, como han aportado el contingente extranjero más numeroso, se estaban volviendo muy exigentes desde que tuvieron un destacado papel en la conquista de Málaga. Y, al parecer, Mussolini había exigido que pudiesen llevar a cabo operaciones en solitario. Esta derrota servirá para bajarles los humos y en adelante cuando pidan realizar acciones por su cuenta siempre habrá alguien que les susurre: ricorda Guadalajara.

   Días después de la debacle de Guadalajara, Infantes aporta a la tertulia otra noticia de sesgo diferente.

   -La aviación alemana de la Legión Cóndor se ha trasladado a los aeródromos del norte porque las tropas del general Mola van a iniciar la ofensiva sobre Vizcaya.

   -Hablando de las cosas de comer, el general Miaja se reunió con una serie de gerifaltes y de representantes de diversos organismos para encontrar una solución al abastecimiento de trigo y a la elaboración del pan en Madrid. Acordaron la intervención del trigo en las provincias cercanas a la capital. Eso es la información que difunde El Sol, pero la realidad es que las tahonas continúan vacías y encontrar pan blanco es más difícil que tropezarte con un republicano que crea en Dios –suelta Ramírez.

   -Lo último es una exageración, conozco muchos republicanos que son católicos practicantes, sin ir más lejos, Alcalá Zamora lo es.

   La campaña del norte, tan esperada por unos, como temida por otros, comienza con ataques aeronavales. Los bombarderos alemanes e italianos se ceban con los pueblos vizcaínos y la flota nacional inicia el bloqueo de los puertos del Cantábrico, bloqueo que la Royal Navy anuncia que va a respetar.

   En la segunda quincena de abril se producen noticias inquietantes en el bando nacional que muestran que la unidad entre los sublevados no es tan firme como se encarga de pregonar la prensa y las emisoras nacionalistas.

   -¿Sabéis lo que ha dicho Unión Radio? Que se ha producido en Salamanca un enfrentamiento armado entre bandos opuestos de falangistas y en la revuelta ha muerto el jefe del partido en la ciudad –y Valdés añade-. Y días después, y eso lo ha anunciado Radio Nacional de España, Franco ha unificado por decreto la Falange con el Carlismo, dando lugar a Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, con él mismo como jefe supremo.

   -Eso más que el nombre de un partido parece un trabalenguas – se chancea Valdés.

   La unificación, manu militari, de falangistas y carlistas no acaba con los problemas internos del bando nacional, pues días después Manuel Hedilla, jefe nacional de Falange, es apresado y encarcelado en Salamanca por no aceptar su nombramiento en el nuevo partido unificado.

   En territorio cántabro, los Bermejillo han venido a despedirse de Julia y de los chicos, al final se han decidido, se van a vivir a la capital de la provincia.

   -Volveré a trabajar en la clínica en la que lo hacía antes pues me han asegurado que no corro peligro, pero en cambio aquí no me siento seguro. Todo el mundo sabe que estábamos de veraneo y eso, para la forma de pensar de los rojos, solo lo hacen los fachas. En Santander pasaremos más desapercibidos. Julia, ¿por qué no te animas y también os venís?

   -Ya te lo dije, Guillermo, tu trabajarás en lo tuyo, ¿pero nosotros de qué viviremos? Aquí, mal que bien, nos defendemos, en cambio en la ciudad tendría que empezar de cero y no sé cómo nos iría, desde luego que bien seguro que no.

   Julia ve partir a la familia del médico madrileño con el corazón encogido, son los únicos amigos de verdad que tenían en Suances, y ahora ¿qué van a hacer?

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 53. Julia entre la espada y la pared

viernes, 7 de junio de 2024

Libro IV. Episodio 51. Carta desde Inglaterra


   En la farmacia de Gran Vía ha ocurrido un hecho sorprendente: el cartero ha dado a Pilar, pues su nombre es el que aparece en la dirección del sobre, una carta, abierta por la censura y con algunas tachaduras, de un tal Mr. Boris Wourky y que proviene de Sttafordshire, U.K. Pilar, cuyo fuerte no es el inglés, se pregunta ¿y qué puede querer un británico de mí? Intrigada, trata buenamente de traducirla, pero enseguida comprueba que necesitará la ayuda de un diccionario, aunque de pronto una palabra destaca en el texto como su tuviese luz propia, Pinkety. ¿Qué significa la alusión a la finca en la que tanto se divirtieron de niños? Sigue intentando descifrar el texto, ahora con mucho mayor interés, hasta que en un párrafo, encuentra tres palabras escritas en español, el tío Luis. De repente un fogonazo le ilumina la mente, ¡no  es un inglés quién le escribe, debe ser Álvaro! No puede contenerse.

   -¡¡Carta de Álvaro, carta de Álvaro!! –Repite, gritando y agitando la carta ante el asombro de los clientes que hay en la farmacia-. Jesús, quédate que subo a casa a traducirla.

   -Pero yo también quiero leerla –reclama el hermano.

   -Primero la traduciré y esta noche la leeremos todos.

   Saliendo de la farmacia se tropieza con Luis Verdú que iba a entrar.

   -¿Dónde vas con tanta prisa?

   La joven le cuenta a su amigo lo que acaba de descubrir y que está deseandito traducirla para saber que les cuenta su hermano y por qué, en lugar de escribir él, lo hace a través de un británico del que no tiene idea de quién puede ser.

   -¿Quieres que te ayude a traducirla? –se ofrece Verdú.

   -¿Sabes inglés?

   -Me defiendo, mi padre se empeñó en que lo estudiara en el bachillerato y hasta me mandó dos veranos a Irlanda para que lo practicara. Con el tiempo me explicó que tenía pensado que me dedicara a la exportación de cítricos al Reino Unido, de ahí su interés en que lo aprendiese.

   A Luis su inglés se le ha oxidado algo, pero con la ayuda de un pequeño diccionario traduce la carta. El texto es bastante incoherente, se nota a la legua que ha sido redactado por dos personas diferentes, y lo que se cuenta en algunas ocasiones no tiene ninguna lógica, pero de lo que no cabe duda es que esparcidas a lo largo del texto hay suficientes alusiones, algunas de ellas metidas a calzador, para determinar sin ninguna duda que detrás hay una persona que sabe datos, hechos y personas que solo puede saberlas o conocerlas un Carreño.

   -Oye, ¿y la carta no podría ser de tu madre? –Se le ocurre a Luis-.Y la ha mandado a través de un inglés para que sepáis que está viva y bien.

   -No –contesta Pilar muy segura-, no lo es. Fíjate en este párrafo, según tu traducción dice que le daba mucha rabia cuando le llamaba tato y esa palabra está escrita en español. Pues así es como nos referimos todos los hermanos a Álvaro, el tato. Pero tu razonamiento es correcto, Álvaro no puede escribirnos como lo que es porque si lo hubiese hecho a estas horas me habrían metido en alguna checa. Debe de tener un amigo o conocido inglés que ha escrito por él, pero dando las suficientes pistas para que hayamos podido deducir que la carta es suya. ¡Virgen del Amor Hermoso, qué alegría voy a darle a papá! Y ya que estás aquí y como pago por tu papel de traductor te invito a cenar.

   Desconocedora de que, al menos, la familia de Madrid ha tenido noticias de otro de sus miembros que está en la otra España, a Julia comienzan a preocuparle los constantes rumores que hablan del posible inicio de una campaña de las fuerzas nacionales para conquistar la zona del Cantábrico que continúa en manos republicanas. Uno de los que más le habla de la supuesta campaña, puesto que a él también le preocupa, es Guillermo Bermejillo.

   -Que sí, Julia, que sí, que todos los indicios apuntan, a que más pronto que tarde, Mola atacará Bilbao pues es la ciudad que le falta para tener en su poder las tres capitales vascas, y en cuanto haya dominado Las Vascongadas, ¿adónde crees que apuntará?, pues a Santander, sin ninguna duda. Y es muy posible que antes que eso ocurra, los milicianos y los comités antifascistas redoblen sus esfuerzos para desenmascarar a los quintacolumnistas y, aunque nosotros no lo somos, alguien tiene que hacer de cabeza de turco.

   -Suponiendo que sea así, no veo que podamos hacer nada para impedirlo, al menos yo.

   -Eso es cierto, de todas formas creo que la gente como nosotros podríamos pasar más desapercibidos en una ciudad como Santander, que en un pueblo como este en el que todo el mundo se conoce.

   -Si te he entendido bien, ¿propones que deberíamos irnos a la ciudad?, ¿y de qué íbamos a vivir? Al menos aquí, con lo poco que gana Concha, lo que saco de la cooperativa y lo que aporta Andrés, mal que bien vamos tirando.

   -En cualquier caso, piénsatelo por si las cosas vienen reviradas.

   En la primera quincena de marzo, el conflicto sigue con su trote cansino, aunque se están incubando nuevas batallas. En la tertulia hacen un resumen de lo más importante de esas dos semanas.

   -Julio te interesará esta noticia por tu hijo el marino. A la altura del cabo Machichaco, el crucero Canarias interceptó un convoy republicano que escoltaba el mercante Galdames, cargado de material de guerra y de pasajeros republicanos. El Canarias apresó el mercante, hundió un barco republicano y averió otros dos –explica Valdés.

   -Pues esta noticia tiene más calado: los nuestros, aunque mejor sería decir los italianos, han comenzado una ofensiva en Guadalajara con el objetivo de aislar Madrid de Levante. Las tropas del CTV italiano, flanqueadas por nuestro ejército, tratan de romper el frente republicano y han tomado Jadraque y Brihuega –cuenta Infantes.

   Lo que no cuenta Infantes es el retroceso de las divisiones italianas tras los ataques de la aviación republicana y que los camisas negras conservan las líneas pero con grandes pérdidas.

 

PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 52. Un Carreño en el Canarias