En la tertulia de la perfumería de Ramírez comentan que los soviéticos atacan a las fuerzas nazis, y en el plazo de un mes limpian Ucrania de la presencia alemana. Luego, las tropas soviéticas golpean a Rumanía y después a Bulgaria. En el frente occidental, los alemanes comienzan a usar las bombas volantes para atacar el sur de Inglaterra y de Bélgica. Primero usan la V-1, más tarde, emplean el cohete V2, un misil balístico guiado. El enigmático Valdés define las nuevas armas de esta guisa:
-Estamos ante el armamento que se utilizará en la III Guerra Mundial.
En Europa, la logística del avance aliado es un grave problema porque los suministros aún son desembarcados en Normandía. Para solucionarlo, los Aliados pretenden llegar al Rin, pero son frenados. Semanas después, los canadienses aseguran la entrada al puerto de Amberes con lo que la llegada de suministros se aligera. Entre tanto, Hitler ha estado planeando una contraofensiva, el objetivo sería capturar nuevamente Amberes. La ofensiva empieza a mediados de diciembre golpeando a través de las Ardenas. El ataque tiene un progreso lento, pero una de sus avanzadillas consigue penetrar en las líneas yanquis. Llegan al vital nudo de carreteras de Bastogne y los alemanes sitian la ciudad, pero no consiguen tomarla. El Tercer ejército de Patton golpea el flanco sur alemán y a finales de diciembre libera Bastogne, pues el clima ha mejorado permitiendo que la aviación aliada detenga el ataque. Esa batalla es la última ofensiva alemana en el frente occidental. En el frente europeo oriental, a últimos de diciembre los soviéticos despliegan sus fuerzas en Polonia. La ofensiva rusa rompe las defensas que cubren Prusia Oriental, dejando el frente alemán en un completo caos.
Entre tanto, Andrés pasa otro año en la ENM, en un curso que discurre de enero a junio del 44. Lo primero que hace al comenzar el curso es examinarse de Electricidad, materia que había suspendido, aprobándola en esta ocasión. A finales de enero, cesa en la Escuela Naval y embarca en el minador Vulcano, -del que recuerda que Álvaro también estuvo en él- y en el que realiza el preceptivo viaje de prácticas. El minador recorre la mayoría de los puertos españoles, estando entre otros en el Ferrol del Caudillo –aposición añadida a la ciudad natal de Franco-, las Canarias, Cádiz, Cartagena y Valencia. En lo que resta de viaje, los guardiamarinas a bordo del Vulcano visitan los puertos de Barcelona y Palma de Mallorca, para finalmente recalar en Marín. En total, Andrés suma a su hoja de servicio un total de 92 días de mar. En junio desembarca del Vulcano y se reintegra a la Escuela en la que aprueba todas las asignaturas del curso.
El sexto año de Andrés en la ENM va de julio a diciembre del 44. En agosto es promovido a guardiamarina de primera y en octubre vuelve a salir a la mar, otra vez a bordo del Vulcano, para efectuar prácticas. Su séptimo año en la ENM -pues ha repetido- discurre de enero a julio del 45, en el que aprueba todas las asignaturas del semestre. De febrero a abril sale a la mar para hacer prácticas en los destructores afectos a la Escuela, marchando el 30 de junio a su casa con un mes de licencia. El 14 de julio del 45 es promovido a alférez de navío. Y el 31 de julio del mismo año cesa como alumno de la Escuela Naval Militar y es destinado, con carácter forzoso, a las órdenes del comandante general de la Escuadra. A Andrés le ha costado graduarse mucho más que a su hermano Álvaro pero, aunque sea a trancas y barrancas, ha logrado hacerse oficial de la Marina española. El 1 de agosto embarca en el crucero Galicia, que se encuentra amarrado al muelle de los trasatlánticos de Vigo, de donde parte a Marín. A mediados de mes sale de Marín llevando a bordo a los ministros de Marina, Industria y Comercio en dirección a Vigo. Días después, el buque entra en dique para limpiar fondos y arreglar averías. Los Carreño respiran, Andrés, ¡y ya era hora!, termina la carrera.
La segunda sorpresa positiva que les depara 1945 a los Carreño es que un día del principio de la primavera, el señor Damián Ramírez, dueño de la perfumería en la que trabaja Eloísa, le pregunta:
-Vamos a ver, niña, ¿en tu familia quién lleva los asuntos económicos?
-Mi hermano mayor, Álvaro y, en su ausencia, Julián.
-Entonces dile a Julián que se pase por la tienda que quiero hacerle una proposición.
Una tarde, Julián se pasa por la perfumería y la propuesta que le hace Ramírez le sorprende. El perfumista quiere jubilarse e irse a vivir a la tierra de su esposa, Valencia, donde ella tiene varias propiedades. Y antes de irse, quiere vender la perfumería y ha pensado en si a los Carreño podría interesarles. Es en los primeros en quienes ha pensado por dos motivos: uno es que Eloísa no tendría ningún problema para llevar la tienda, otro es el recuerdo de Julio Carreño, a quien siempre consideró como uno de sus mejores amigos.
-Le agradezco que haya pensado en nosotros, señor Damián, pero antes de comenzar a negociar tengo que hablarlo con mis hermanos, sobre todo con Eloísa, por lo que le atañe, y con Álvaro que es quién tiene la última palabra.
La propuesta de Ramírez de venderles su perfumería es debatida en el seno familiar. La que con más interés defiende su compra es Eloísa.
-Esa tienda es un chollo, no podéis imaginaros cuánto vendemos. En un lugar de paso, tan concurrido como la Gran Vía, tener una tienda es un buen negocio, que lo diga si no Jesús. Y os prometo que lo que dice el señor Damián es cierto, creo que estoy más que preparada para llevarla.
Julián está de acuerdo con su hermana, pero Jesús objeta que todavía tienen que pagar dos créditos, los de las farmacias de San Bernardo y de Peligros; y meterse en un tercero no parece que sea la mejor idea del mundo. Tras debatirlo, la resolución final es la de siempre: que sea Álvaro quien decida. En cuanto el marino tiene el primer permiso reglamentario y vuelve a Madrid, una de las primeras cuestiones que le plantean es la posible compra de la perfumería. Tras oír las opiniones a favor y las objeciones, sobre todo económicas, pide unos días para pensarlo. Lo primero que hace es hablarlo con Pilar, el marino tiene en alta estima la opinión de su hermana y, sobre todo, las buenas relaciones bancarias de Verdú.
-Pilar, por lo que cuenta Eloísa, la perfumería es un saneado negocio y se cree capacitada para que lo siga siendo. Y entre hacer oposiciones al Cuerpo del Magisterio Nacional y ser la dueña de esa tienda no hay color. Julián opina lo mismo y, en cierto modo, Jesús también, aunque objeta que puede ser un problema para la economía familiar pedir un tercer crédito.
-Ese aspecto deberías hablarlo con Luis –sugiere Pilar.
-Como los asuntos financieros no son mi
fuerte, dile que haremos lo que él crea más idóneo. En ese terreno, para mí, lo
que diga Luis es palabra de rey -La postura de Álvaro de supervalorar la
opinión de Verdú tiene un trasfondo familiar: sabe que lo que más agrada a su
hermana es que los Carreño valoren en su justa medida los conocimientos,
experiencia y olfato financiero del notario.
PD. Hasta el próximo viernes en que, dentro del Libro IV, Las Guerras, de la novela Los Carreño, publicaré el episodio 98: Buena se pondrá Carla
No hay comentarios:
Publicar un comentario